GÉLVEZ SOLICITÓ SOMETER A JUICIO ORAL Y PÚBLICO A “CURA” SEGUNDO, PENNISI, SEOANE Y BURGOS

La cocaína de Poseidón sería de origen colombiano

POSEIDONEl fiscal Federal de Rawson, Fernando Gélvez, considera inminente la elevación a juicio de la causa Poseidón por la aparición de más de 100 kilos de droga en un cargamento de langostino. Admite que no han podido establecer cómo llegó la cocaína a la Argentina, pero estiman que su origen es colombiano y mencionó que podrían haber existido otras exportaciones similares desde Mar del Plata.
“Se concluyó la etapa investigativa, a los imputados se los procesó, y la Cámara confirmó los procesamientos de estas cuatro personas, y luego el juez entiende que sobre esos cuatro no hay más pruebas que reunir; empieza una etapa que se llama fase crítica donde las partes analizamos las pruebas y a criterio de la Fiscalía la causa ya está para su elevación a juicio oral y público”, indicó el funcionario en declaraciones al programa Sin Hilo de Madryn TV.
“En el caso de Eduardo Burgos, residente en Mar del Plata, era taxista y en uno de los viajes conoce a uno de los españoles Aranda Barberá y Parra Gómez. Uno le propone formar una sociedad para trabajar en exportación de pescados, acepta por el dinero extra que no hacía con el taxi”, explicó Gélvez. El fiscal sostiene que “a raíz de esa organización que se montó a través de una sociedad, lo que hicieron los españoles con la ayuda de Burgos fue empaquetar en Mar del Plata los langostinos con los estupefacientes. Está acreditado que estuvo en la carga de los langostinos, preparó los paquetes en Letter Alimentos, y siempre uno de los españoles estaba vigilando ese tema”.
Gélvez aseguró que “acá es fundamental el rol de Nicolás Seoane, quien ofició de intermediario entre los españoles y la empresa Poseidón con Segundo y Pennisi. Se demostró la vinculación que tenía con Segundo, juntos habían viajado a Europa. Fue quien anunció el cierre de Alpesca y cuando fue detenido estaba manejando un vehículo propiedad de Segundo”.

La punta del ovillo

Asimismo, y sobre el momento que desencadena el descubrimiento contó que “fue una operaria la que hace el hallazgo. A los empleados les habían ordenado que cambien las tapas de las cajas. Desde Poseidón se intentó decir que le habían prestado la cámara a Seoane para que realice su exportación”. En la manipulación de esas cajas se descubre el estupefaciente.
Burgos y Seoane están acusados de transporte de estupefacientes en concurso real con comercio de estupefacientes. “Estos delitos tienen penas de 4 a 15 años de prisión, es decir, que en caso se recaer condena será una pena de cumplimiento efectivo”, precisó.
“Hay dos piezas importantes que nos están faltando que son los españoles. Son quienes compraron las cajas, el langostino y la droga para enviar a Puerto Madryn. Y queda por resolver cómo entró a la Argentina esa droga, pero tenemos indicios que el circuito era Colombia-Argentina, Argentina-España”, afirmó Gélvez
Además, relató que “el cargamento iba a ir con destino a la empresa Royal Peche SL de uno de los españoles que tiene sede en Valencia. Aranda y Parra tienen antecedentes y condenas por causas vinculadas al narcotráfico en España”.

El broker del “Cura”

Por otro lado, el funcionario precisó que “los directivos de Poseidón, Omar Segundo y Alejandro Pennisi tienen la imputación de almacenamiento de estupefacientes por los 110 kilos de cocaína encontrada, y tiene una pena que va también de 4 a 15 años de prisión. La defensa intento mejorar su situación argumentando que el estupefaciente lo trajo Seoane, y era quien iba seguidamente a Poseidón a ver qué pasaba. Y Seoane responsabiliza de todo a los españoles. Pero en la acusación logramos demostrar que hay además de vinculación y conocimiento de que lo que ocurría”.
Para el fiscal, “todos eran sabedores, en la parte dirigencial de Poseidón, que el langostino era de mala calidad para exportar, cómo iban a arriesgar Pennisi y Segundo que el logo de su empresa fuera usada para exportar langostino en malas condiciones exponiendo el nombre de la empresa”.

Destino Royal Peche

Según interpreta la Fiscalía Federal de Rawson, Seoane negoció entre Mar Pesca Azul y Poseidón sabiendo que el objetivo final era que la cocaína llegara a Chubut para ser almacenada y exportada a la empresa española Royal Peche, controlada por Parra Gómez.
Los acusadores sostienen que la tercera empresa en participar fue Letter Alimentos de Mar del Plata, ubicada en Irala y Talcahuano cuyo dueño es Rubén Lev. Gelvez asegura que allí se acondicionó el estupefaciente para cargarlo en un camión Mercedes Benz con caja térmica, cuyo chofer Diego Gastón Naddeo manejó desde Mar del Plata hasta Puerto Madryn, y ese flete fue pagado por Burgos y Parra Gómez.
También afirman que el “taxista” había llevado la carga a Letter en una camioneta Ford 350, acompañado en todo momento por Parra Gómez. Al fiscal le parece llamativo que Lev les haya facilitado sin costo sus instalaciones para acondicionar la carga, por eso, insiste en revocar su sobreseimiento y pidió nuevamente el procesamiento del empresario marplatense. Todo ello ocurrió alrededor del 13 de mayo de 2013, dos días después Naddeo depositó el cargamento en Poseidón y quedó almacenado en la cámara 5 hasta el 10 de junio cuando se produjo el hallazgo.
El camionero contó a la justicia que en el trayecto fue parado en el control zoofitosanitarios de Ruta 3, en San Antonio Oeste, donde verificaron la carga y autorizaron continuar el viaje sin que se percataran del contenido ilegal.

Gambón crudo

La droga estaba distribuida en pequeñas cajas de cartón en las que había dos paquetes de estupefacientes o uno solo. Esas cajas integraban un grupo de seis unidades de igual tamaño que estaban a su vez, contenidas dentro de una caja más grande.
Cada caja tenía la etiqueta “Gambón crudo congelado”. Eran dos kilos de langostino importado por Royal Peche y exportado por Cooperativa de Trabajo Los Marplatenses.
Según indica el pedido de elevación a juicio, a los empleados les habían ordenado cambiar las tapas de las dos primeras cajas de langostinos, que eran las primeras que se veían al abrir las cajas grandes. Cortaban la cinta y la daban vuelta para que el contenido quedara al revés y así, las cajas de la droga quedaban abajo. Quien acomodó la cocaína tomó la precaución de que quede oculta en las cajas del fondo. Las tapas superiores eran las que controlarían las autoridades sanitarias y de aduana. En 366 cajas se hallaron 96 paquetes de cocaína con una pureza del 88 por ciento.
En este contexto, se menciona además que las cajas con droga tenían etiquetas donde el exportador sería “Cooperativa de Trabajo los Marplatenses”, pero con la etiqueta de autorización UE 4351. Según SENASA, esa cooperativa no está habilitada para exportar a la Unión Europea (siglas UE), mientras que el número 4351 pertenece a Consermar, la pesquera de Trelew cuyo titular es Javier Ortiz, socio de Segundo en Poseidón.

Un descuido

La fiscalía federal considera que los imputados tomaron todas las previsiones, no podía haber riesgos de que la carga en las 366 cajas fuera descubierta, pero por falta de certificaciones el trámite se atrasó y el 8 de junio se debió hacer un reempaque de la mercadería con las tapas de Poseidón. Este detalle habilitaba la exportación. La droga estaba oculta de manera tal, que si se abría la caja principal desde arriba o del fondo, no sería descubierta o la posibilidad era mínima en controles aduaneros y sanitarios.
La tarea consistía en cambiar las tapas de dos cajas arriba, contenidas en la caja master. Y, la falta de control sobre los operarios llevó al descuido que desencadenó la aparición de la cocaína desatando el escándalo por todos conocidos y que podría llevar a la cárcel a los imputados.

ÚLTIMAS NOTICIAS