Página de cuento 549

Sapoman vs Faceman – Parte 33

Por Carlos Alberto Nacher
Cnacher1@hotmail.com

Hola Anplagued, qué agradable sorpresa. No diría que no te estaba esperando, pero sí diría que mi espera no estaba exactamente dedicada a ti. Es decir, Estaba esperando a alguien, podrías haber sido tú, por supuesto, pero también podrías no haber sido. Podría ser otra persona, Melisah por ejemplo, o bien podría haber sido el Operador Veloz, con quien no he finalizado mi contienda, y entre nosotros, espero no finalizarla nunca. Podría haber sido cualquiera, pero de entre todos, te estaba esperando a ti, en un porcentaje mayor que al resto del mundo.
Hola Sapoman, deberías tomarte las cosas con más calma, con menos ansiedad, deberías cambiar tu perspectiva de la vida, o bien comenzar un mundo nuevo, ahora mismo.
“Pero, esto el lo que soy, esto es lo que he sido, y esto es lo que siempre pensaba que sería en el futuro, y siempre tenía razón. No puedo cambiar a esta altura de mi ya extensa vida. Siempre fui un actor múltiple de esta existencia, de reparto quizá, pero múltiple. Siempre fui Sapoman y Faceman, y ahora, ya que insistes con el cambio, ya me despojé de Faceman. ¿Esperas que también haga desaparecer al mítico y heroico Sapoman también?”
“¡Esa sería la solución a todos los problemas! Incluso hasta tus supuestos enemigos te lo agradecerían. Todos te lo agradecerían, pero sobre todo yo, me sentiría muy feliz si cambiaras todo y para siempre.”
“Eso es imposible Anplagued, todo lo que soy es esto, sin esto no soy nada. Incluso, sin el sueño de Ouagadougou no soy Sapoman, y sin Sapoman, no soy nada y, aún peor, no soy nadie.
“Lo que tú no entiendes, Sapoman, es que siendo Sapoman no eres nadie. A nadie le interesan tus aventuras, tus peleas con los Avomitables, tus contiendas con Bobo Esponja ni con el Operador Veloz. Y para tu conocimiento, deberás saber que Ouagadugou no es un paraíso, es una ciudad asquerosa, sucia, viciada de marginalidad, es un lugar realmente horrible. Pero tú, en tu imaginativa mente lo idealizas, sin darte cuenta que la referencia verdadera es la ciudad en la que tú habitas. Debes cambiar, para comprender que el mejor lugar del mundo es en donde estás ahora, y no en donde estarás alguna vez. Basta de desear tanto y comencemos un nuevo ahora, ahora mismo. ¡Dale! ¡Animate estúpido!
“No sé, no sé, me cuesta despojarme de todo esto, de mi máscara, de mi lengua prensil, de mis músculos saltadores. Me va a costar mucho ser un ser humano normal.”
“Nadie te pide eso. La normalidad define a la regla, y el cambio rompe con las reglas, sobre todo con las autoproclamadas. Lo que te estoy pidiendo, Sapoman, es que nos liberemos, tú y yo. Y que juntos concretemos el acto de amor más sublime y profundo que podemos realizar para nosotros y para el resto de la humanidad. Un gesto de amor sin precedentes que cure todos los males de una sola vez: mandemos a todos a la mierda.”
Continuará

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