LA EX PAREJA DEL EMPRESARIO DECLARÓ ANTE EL TRIBUNAL POR LA CAUSA ESPINOSA. AYER SE REALIZÓ LA RECONSTRUCCIÓN DEL HECHO EN EL LUGAR DEL HOMICIDIO

Lorena Gabarrús volvió a acusar al “Bizco” Segundo

111En la mañana de ayer se llevó a cabo una nueva audiencia por el segundo juicio del empresario Raúl ‘Cacho’ Espinosa, la cual contó con la presencia de la ex pareja de la víctima Lorena Gabarrús, quien en la actualidad reside en España, y debió asistir convocada por el tribunal a fin de prestar declaración nuevamente. En tal sentido, hizo alusión a lo declarado en el juicio anterior, realizando un repaso pormenorizado de lo ocurrido aquella noche en la que asesinaron a Espinosa.

Como si fuera ayer
Antes de ingresar a la Cámara Penal, Gabarrús manifestó que estaba nerviosa porque espera que las cosas salgan de la mejor manera, ya que pasaron 4 años del primer juicio y espera que la Justicia llegue a una conclusión para que su ex pareja logre descansar en paz.
Además, señaló que mantiene las expectativas para que se logre llegar a la verdad, aunque confesó que la realidad le muestra otra cara, porque por más que ella preste declaración y quede todo asentado en el expediente todo está sujeto a interpretaciones. En ese sentido, se lamentó que luego de dar sus declaraciones la quieran condicionar para que diga que en realidad la persona que dijo ver no es la que cree, haciendo referencia a Domingo Segundo, a quien asegura haber visto dispararle a Espinosa.
Por otro lado, dijo que tras la resolución del primer juicio siente vergüenza por el actuar de la Justicia. Con respecto a las declaraciones del abogado Fabián Gabalachis sobre que el tiempo sería un factor determinante para que los testigos recordaran todo en forma clara, Gabarrús afirmó que si a una persona le toca vivir en carne propia el asesinato de un familiar no importa el tiempo, ya que para ella es como si el homicidio hubiese ocurrido ayer.

Declaración en el estrado
Una vez en el estrado, Gabarrús hizo referencia a la secuencia previa antes de llegar a la casa de su madre, donde fue asesinado Raúl Espinosa, manifestando que pasó a buscar a su pareja a la pesquera San Isidro cuando éste le avisó que había finalizado su jornada laboral, y tras ellos fueron a pasear en un vehículo de la empresa, dando vueltas por la ciudad. Una vez que finalizaron retornaron a su automóvil volviendo por la calle 25 de Mayo en una tarde de mucho tránsito, y al momento de entrar el coche se encontraron con un vecino que había salido a correr, Juan Manuel Antín, quien los saludó amablemente.
“Cuando vamos a entrar el auto, yo iba a correr uno de los flejes del portón que se trababa con una piedra, pero como yo estaba embarazada Cacho me dijo que la dejara que él se encargaba así no me tenía que agachar. En ese momento, él comienza a cerrar el portón del lado derecho, cuando veo a una persona que viene corriendo de manera muy extraña y le grita ‘Che, Cacho’” relató la ex pareja de Espinosa, añadiendo que ella sólo atinaba a gritar “No”, porque veía que aquel hombre corría hacia el empresario con un arma de fuego en su mano e intuía sus intensiones.
Al momento de continuar el relato, la mujer dijo que se dio cuenta que lo único que provocó fue asustar a Espinosa, quien no entendía por qué gritaba, y en tal sentido no estuvo alerta cuando se produjo la agresión. “Este individuo ingresó a la casa, por lo que me paré en el medio de los dos para frenarlo, Cacho lo toma de los hombros y el agresor apoya el arma sobre mi hombro y dispara. En ese momento Cacho hace para atrás y cuando el hombre quiere volver a disparar, mi pareja se abalanza sobre él agarrándolo de las muñecas y sacudiéndolo con fuerza hasta sacarlo del inmueble” expresó, añadiendo que mientras ello ocurría ella permanecía parada a un lado observando esa escena sin saber qué hacer.
Cuando debió describir al agresor, señaló que era más alto que la víctima, y si bien Espinosa logra hacerlo hincar, la víctima hizo un movimiento brusco con la cabeza hacia abajo y se desvaneció apoyando la rodilla derecha en el piso, logrando el asesino soltarse; único momento del relato en el cual al agresor lo nombra como ‘Segundo’. Además, señaló que el hombre vestía con una gorra roja apoyada sobre su cabeza, un pantalón gastado doblado hasta las rodillas, un buzo color gris y zapatillas tipo Pony color claras, además de una campera oscura y de talle grande. Tras ello, éste sale corriendo hacia la calle 25 de Mayo, mientras ella se queda al lado del empresario, quien yacía tendido en el suelo atendiéndolo y gritando para que su madre saliera a ayudarla.

Figura extraña
“En un momento me di cuenta que había una persona a su lado derecho que permaneció allí observando la situación, y si bien no pudo observar su rostro, recuerda rasgos de su vestimenta y su fisonomía. Al momento de describirla dijo que tenía un pantalón de vestir color claro y camisa prendida hasta el pecho, pero no alcanzó a verle la cara, y luego desapareció porque comenzó a llegar mucha gente, entre ellos un policía en motocicleta que le pidió la descripción del agresor y salió raudamente en busca del mismo para intentar interceptarlo en cercanías del lugar.
En tal sentido sostuvo que fueron algunos segundos en los que quedaron Espinosa en el suelo, ella a su lado y la persona que observaba la escena. “Lo único que recuerdo es que vi su ropa hasta el cuello pero no le vi la cara, estaba cayendo el sol y no pude verle el rostro, solo sé que estaba parado en entre el Hotel Tulipanes y la casa de mi madre, al costado de un poste de luz. Esa persona solo miraba, no hacía nada más” expresó.

Billetera
Uno de los puntos por los que se discutió mucho durante el primer juicio, y que le llevó a decir al Fiscal Daniel Báez que no se valoraron todas las pruebas fue el hallazgo de una billetera que aparentemente portaba el DNI de Ademar Araujo. En cuanto a ello, Gabarrús sostuvo que recuerda que cuando Cacho cayó al piso vio la billetera en el talón derecho de su pierna, y que una persona se acercó para pedirle el documento de la víctima antes de que llegase la ambulancia, dijo que esa billetera no era de su pareja porque él no usaba billetera. “En el momento del hecho yo tiré mi cartera y el teléfono celular, y cuando me dieron la billetera la abrí para mostrar que no eran él. Si es verdad que había un DNI y distintas cosas dentro, pero no era ni mío ni de Cacho”.

Reconstrucción del hecho
En horas de la tarde noche estaba previsto realizar la reconstrucción del hecho en el lugar donde se encontraba la vivienda de la madre de Lorena Gabarrús, donde se produjo el asesinato del empresario pesquero el 30 de enero del año 2003. Para ello, las partes, tanto el Ministerio Público Fiscal, la querella y los abogados defensores junto a sus representados se constituyeron en el lugar a fin de aportar la mayor cantidad de datos posible para la continuidad de la investigación.
Por otro lado, los inconvenientes de salud que manifiesta José Remigio Guevara, uno de los tres imputados en la causa, continúa registrándose. En la mañana de ayer sostuvo que debió ser atendido por el cuerpo médico forense a causa de los picos de presión. “Tuve tres ACV, incluyendo parálisis de habla y oído. Hay días que estoy bien y otros que no. El martes el cuerpo médico forense me atendió y se hizo presente en la audiencia. Mientras tanto salgo a caminar para poder estar bien, pero llega un momento en que me pierdo y debo volver al hotel, pero es un esfuerzo muy grande tener que estar en las audiencias” explicó al momento de ingresar a la Cámara Penal.

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