Hace unos días, la presidenta del Centro de Estudios Históricos de Puerto Madryn, Natacha Wolansky, presentó un proyecto al Concejo Deliberante con la intención de poner en valor el llamado “bosquecito” que se encuentra en proximidades de la terminal de ómnibus, el cual se utiliza como estacionamiento por algunos vecinos e incluso como pista de práctica de una conocida autoescuela de la ciudad. Sin embargo, este espacio verde fue declarado como lugar histórico, por lo que dichas prácticas están prohibidas. Frente a este lugar se encuentra la Escuela Mutualista, la cual apadrina al bosquecito y desde donde han comenzado a trabajar con los alumnos para recuperar dicho espacio. “La escuela Mutualista apadrina el bosque y este año presentamos un proyecto de intervención en el lugar, ya que lo utilizamos de manera cotidiana en el taller. Este es un taller de vida en la naturaleza, de trabajo sobre el cuidado del medio ambiente y dentro de esas premisas, también la apropiación del espacio natural. Nos juntamos los días viernes para los chicos de 4º, 5º y 6º grado, donde hacemos diversas actividades como la recolección y clasificación de la basura y donde estamos proponiendo embellecer el bosque con tejidos, algo que no dañe lo natural y también vamos a tratar de hacer cartelería. La idea es el cuidado, el disfrute y que sea valorizado el lugar como tiene que ser”, explicó Florencia Ruiz Díaz, profesora y coordinadora del área de Educación Física.
Chicos conscientes
A diferencia de los adultos, los niños que concurren a este establecimiento privado, han tomado real conciencia lo que significa este espacio verde en la ciudad, por lo que también genera sus reacciones cuando ven autos estacionado en dicho lugar: “Les da bronca, ellos mismos les dicen a sus padres que no estacionen ahí, que es un lugar para cuidar, pero es a través del conocimiento que van tomando conciencia de esto, porque el desconocimiento hace que uno haga las cosas sin pensarlo demasiado. La verdad que los chicos han tenido una respuesta pronta en el cuidado, se han concientizado rápidamente”. Con respecto a las ideas de los alumnos sobre el cuidado del lugar, Ruiz Díaz contó que “hay propuestas de todo tipo, de poner tachos de basura, poner carteles hecho por ellos para mejorar el lugar. La respuesta es muy positiva y vamos encaminados al objetivo que nos propusimos”.

Aceptación
Nerea Dulwicz también es profesora de Educación Física y forma parte de este proyecto de valorización del bosquecito madrynense. Al consultarle acerca de la aceptación por parte de los chicos sobre esta idea, la profesora explicó: “El taller tuvo una buena llegada a los alumnos. El proyecto que armamos es por esa necesidad que tienen los chicos de salir un poco del aula y de las actividades que les proponen los padres, que generalmente no están relacionadas con el cuidado de la naturaleza, por lo que el proyecto creo que fue acertado. De a poco vamos a lograr que los chicos tomen conciencia del cuidado del medio y principalmente del bosquecito, que es un lugar para ellos y que lo pueden utilizar durante el día”.

Trabajo mancomunado
Del taller participan 50 alumnos, divididos en dos grupos de 28 y 22 chicos, quienes también planean trabajar en conjunto con diversos actores que tienen injerencia en el cuidado de este lugar histórico: “Todavía no hemos contactado a la gente del Centro de Estudios Históricos, pero esa es la idea, juntarnos con los sectores que buscan lo mismo, el cuidado y la revalorización del lugar y trabajar en conjunto. La mutua ayuda es uno de los principios que tiene la escuela, junto con la colaboración, así que todo lo que podamos hacer en equipo lo vamos a hacer”, cerró Florencia Ruiz Díaz, coordinadora del área de Educación Física de la Escuela Mutualista