Transcurridos dos meses de 2015 y sin la prórroga de la Ley de Recupero del Sector Pesquero, lo que en principio pareció una demora del orden administrativo, ahora ya es preocupación dentro de la industria pesquera de Chubut porque era la “única medida” –sin exageraciones- que había adoptado el gobierno para el sostenimiento de la actividad.
En la actualidad, la mayor ocupación de mano de obra en la pesca chubutense la brindan las empresas con flota de buques congeladores tangoneros que tienen plantas de procesamiento en tierra. Con todo, se termina el mes de febrero y la administración pesquera de Chubut no ha fijado aún la política de manejo del recurso langostino en aguas del Golfo San Jorge.
El sostenimiento de la mano de obra en tierra, como viene ocurriendo desde hace años, se da en base a los resultados económicos de la pesquería del langostino. Las primeras prospecciones en aguas que son jurisdicción provincial recién se harían en marzo y de ser favorables los indicadores se abriría sobre el final del mes, cuando los comportamientos biológicos de los últimos años evidencian que después de abril el recurso ya migra a aguas nacionales. Así se da la extraña particularidad que la Provincia de Chubut cobra permisos de pesca provinciales para la flota congeladora tangonera de carácter anual, pero que en términos reales la operatoria se reduce a uno a dos meses dentro de ese caladero.

Sin rebaja fiscal

Este año se han conjugado una serie de factores, que dependen de quienes tienen las riendas de la pesca provincial, que presentan un escenario complejo para el comienzo de año. A pesar de los reiterados pedidos sobre fines del año pasado para que el sector tuviera previsibilidad, no se logró hasta el momento la prórroga de la Ley de Recupero Pesquero la que en la práctica estuvo vigente hasta el 31 de diciembre pasado.
La industria con flota tangonera y plantas en tierra consideraban oportuna la continuidad de la rebaja de cargas impositivas locales, ya que fue la única herramienta que les dio el Estado para equiparar a las empresas que actúan 100% en blanco versus las que negrean todo. Solamente con no pagar ni IIBB (porque venden en negro), ni el 8 por mil de Policía de Trabajo (ya que tienen empleo no registrados) las empresas que trabajan en forma precaria constituyen una competencia desleal para el resto.

Sin previsibilidad

La operatoria pesquera dentro del caladero provincial de langostino suma incertidumbre ante la falta de medidas y políticas de manejo de largo plazo que aporten previsibilidad a las inversiones y consecuentemente a la estabilidad laboral de la mano de obra ocupada.
Los precios del langostino en el mercado internacional están hoy más bajos que cuando estuvo vigente la Ley de Recupero Pesquero, el dólar sin variantes, el euro un 20 por ciento más abajo, y los costos internos por las nubes son indicadores de la realidad que ponen de manifiesto que el contexto de la pesca ameritaba la continuidad del esquema de rebajas fiscales otorgadas en Chubut.

Sigue el festival

La operatoria pesquera dentro del caladero del golfo se fue reduciendo con el correr de los años, primero se achicaron las zonas y más tarde los tiempos efectivos de pesca, hasta llegar al ridículo de pescar solamente 35 días en aguas provinciales. Años atrás la Provincia había acordado que los congeladores tangoneros no ingresen en noviembre y diciembre en el golfo con al condición de prospectar en febrero. Esto sucedió por dos años, lo que si bien no era óptimo le daba previsibilidad a la actividad.
El aumento de la presión fiscal y con menos tiempo de pesca coloca a las empresas de Chubut, en desventaja a quienes operan dentro de la ley. Y, en esa línea de desmanejo de la pesca provincial no se ha corregido el deliberado otorgamiento de permisos y autorizaciones precarias para Puerto Rawson, y se hace la vista gorda en las ampliaciones de bodega. Los únicos favorecidos con el desmanejo pesquero son quienes siguen operando en la cornisa o fuera de la ley. (Fuente: Revista Puerto)