Empezó el cese al fuego unilateral dispuesto por las FARC

Colombia vive desde este sábado una inusual situación de calma en su larga historia de conflicto interno, al tiempo que desde el gobierno destacaron la medida como “un gesto colmado de humanidad en respuesta al clamor generalizado de las víctimas del conflicto” y que remarcaron que al país le queda “un camino, y es la salida política”. Como las FARC buscaron imponer varias condiciones a ese alto el fuego, y el gobierno las rechazó, esta primera etapa se vive con alguna incertidumbre, aunque también con la esperanza que significó la apertura, hace ya dos años, de los diálogos de paz en La Habana. En un comunicado emitido por el inicio de la medida, el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC expresó su satisfacción por «las reacciones constructivas de la gran opinión pública» en torno al cese de hostilidades «de manera unilateral e indefinida con vigilancia nacional e internacional como gesto de desescalamiento del conflicto». Cabe anotar que nuestra decisión no es el regalo de una rosa llena de espinas, sino un gesto colmado de humanidad en respuesta al clamor generalizado de las víctimas del conflicto y la expectativa nacional», agregó la conducción de los insurgentes.
El concepto es una referencia directa a declaraciones del presidente Juan Manuel Santos, quien aunque, valoró la decisión del cese del fuego, lo comparó por sus condiciones con el regalo de una rosa que «cuando la abrimos hay un tallo lleno de espinas». Entre las condiciones no aceptadas por el Ejecutivo, pero que no impidieron el comienzo del alto el fuego, están la veeduría internacional a cargo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la ONG Frente Amplio por la Paz. Las FARC condicionaron la continuidad de esta medida unilateral a que no haya acciones de la fuerza pública contra las unidades guerrilleras, posibilidad que tampoco fue aceptada por el Gobierno porque, en los hechos, significaría un alto el fuego bilateral, un punto que la guerrilla propuso antes ya del inicio de las conversaciones. El comunicado de las FARC, además, usó el reciente acercamiento entre Cuba y Estados Unidos para alentar las chances de un entendimiento interno que ponga fin al conflicto.

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