La intendente de Rawson, Rossana Artero, resaltó los acuerdos alcanzados para superar la crisis laboral y ambiental surgida en torno a la producción de langostino en el puerto capitalino, “es un producto que deja buen dinero y deja dividendos en todo el valle, pero también ocasiona los problemas de basura”, evaluó.
Sobre la emergencia ambiental que se declaró en Rawson dijo que fue a raíz del paro del SUPA lo que ocasionó que al no producirse la descarga en los camiones quedaron unas 300 toneladas de langostinos que estaban para llevar como residuos, “se hicieron las cavas para poder enterrarlos para luego taparlos, estamos ocupando maquinarias que no son nuestras y nos preocupa mucho que 300 toneladas vayan al basural”.
Artero sostuvo que los cajones de langostino que salen de forma irregular y que no van a las plantas procesadoras como corresponden, origina que la gente los trabaje en cualquier lugar y que arrojen las cascaras de la basura en cualquier parte “esto es lo que provoca el olor a pescado podrido y lo sentimos todos los días en playa unión y en Rawson”.
Indicó que se está conversando con algunos propietarios de plantas de harina para llevar el residuo de los langostinos a Mar del Plata, “ellos deben venir ponerlos en bateas y llevarse el residuo del pescado, creo que esta semana estaríamos cerrando el contrato para que ese residuo de traslade durante todo el año”. Sostuvo que para ellos es de gran aprovechamiento y al municipio les saca un gran problema.