El pescador artesanal de Puerto Rawson, José Civitareale, pidió que el gobierno atienda los requerimientos de los barcos de la flota más chica que opera en ese muelle. Del mismo modo, reclamó un sinceramiento de toda la actividad pesquera capitalina, al tiempo de señalar que el rigor de la ley debe ser parejo para todos.
La preocupación es que desde el Ministerio amenazan con aplicar a rajatabla las limitaciones de pescar 100 cajones por barco para la flota artesanal. “Es necesario que si se quiere normalizar la pesca, se debe aplicar las reglas para todos por igual. Tanto a los artesanales, como los amarillos o los intermedios que son la flota experimental”, interpretó.
“Es de público conocimiento como se han reemplazado barcos y en vez de tener igual o menor capacidad de bodega las han llegado a triplicar o más, sin que se controle ese tipo de situaciones. La ley es clara, y señala que los reemplazos de barcos se deben hacer con buques de igual o menor bodega, pero eso no es así en la práctica”, alertó sobre lo que ha sido una práctica distorsiva en el puerto de la capital chubutense en los últimos años.
Civitareale manifestó que “hoy tenemos embarcaciones que han triplicado el esfuerzo pesquero en el caladero, y eso nos perjudica a los artesanales, porque la temporada se nos achica y con las condiciones de embarcaciones y la autonomía que tenemos, y tenemos acceso a menos de 40 por ciento del caladero, cuando la flota amarilla además de pescar en aguas jurisdiccionales de Chubut tienen la posibilidad de pescar en el área interjurisdiccional”, dijo al explicar la situación de su sector.

Desvirtuado

Asimismo, admite que se ha deformado la naturaleza propia de la actividad artesanal y de baja escala y familiar. “Hay permisionarios de la flota artesanal que tienen décadas en el sector, son los históricos, y tienen problemas para renovar sus permisos, pero a su vez también se dan casos que hay permisionarios que trabajan bajo razones sociales, sociedades anónimas o SRL, mientras que la ley de pesca artesanal especifica que los buques deben ser explotados por sociedades de hecho o personales”, precisó.
En tal sentido, consideró que “hace falta un sinceramiento del todos los actores. Me parece lamentable que la flota amarilla, por más que ahora intenten desmentirlo, haga planteos ante el Ministerio para perjudicar a la flota artesanal, cuando ellos fueron participes del desastre que está ocurriendo en el caladero provincial”, disparó Civitareale.

Responsables

“Hoy un señor que se presenta como presidente de la Cámara de la Flota Amarilla está por otro lado explotando una embarcación artesanal bajo una razón social de sociedad anónima, además tienen un gerente que antes fue Secretario de Pesca y es uno de los responsables directos de cómo está hoy la actividad, entonces, antes de señalarnos con el dedo, debieran hacer una fuerte autocrítica”, reclamó.
Por otro lado, sostuvo que los controles son buenos, siempre y cuando se los mida a todos con la misma vara. “La Prefectura debe hacer bien su trabajo, porque hoy es de público conocimiento que hay barcos de la flota amarilla que llegan al puerto con pescado en cubierta, sabiendo que eso está prohibido, pero a los únicos que se nos castiga y se nos persigue es a la flota artesanal”, comparó sobre una y otra situación.

Langostino en cubierta

“En el sector artesanal traer pescado en cubierta se ha hecho habitual por una necesidad al tener embarcaciones de poca autonomía y capacidad, entonces, la única forma que esto sea rentable es mantener sostenidos volúmenes de captura. No estamos en contra de que se hagan controles, lo que pedimos es que se nos trate a todos por igual, y no que se sancione solo a los artesanales y con la flota amarilla se mire para otro lado”, insistió.
Atento a lo ocurrido en el último tiempo, Civitareale considera que “hay una persecución hacia la flota artesanal. Siempre todas las sanciones recaen sobre nuestro sector. Hay otro sector intermedio que es el que tiene permisos de variado costero, pero eso es una gran mentira, porque dicen que van a pescar variado costero y el gobierno está firmando permisos para barcos con tangones, entonces, no van a pescar variado, sino que son barcos preparados para pescar langostino”, precisó.

“De la boca para afuera”

Civitareale dice que la flota mayor de puerto Rawson tiene un doble discurso. “El mensaje oculto que tiene la flota amarilla es que nos quiere sacar del caladero. Si bien de la boca para afuera dicen que no tienen inconvenientes, hacen todo lo contrario. Todos tenemos que hacer una autocrítica para poder ordenar la pesca de puerto Rawson, pero no se puede pedir mejoras para un sector intentando aplastar a los que están al lado”, insinuó.

El esposo de Artero

Finalmente se refirió al novedoso plan de pesca para la penitenciaría federal. “Al puerto de Rawson ya no le falta nada. Ahora hay cartón lleno. Va a salir una embarcación a pescar para llevar pescado a la cárcel de Rawson y ese barco va a ser explotado por el esposo de la intendenta Rossana Artero (Ricardo Carminati). Bienvenido sea si va a generar fuentes de trabajo, pero nos preocupa saber bajo qué condiciones va a salir, con qué permisos, si va a tener los mismos condicionamientos de traer no más de 100 cajones o si va a estar liberado”, alertó.
“Mientras todo esto ocurre en Rawson, los concejales que son los representantes del pueblo nunca se preocuparon por nuestra actividad a pesar que nosotros somos una flota auténtica de Rawson”, se quejó. “Sería importante que los concejales alguna vez se acerquen al puerto y muestren un poco de interés por la pesca, lamentablemente, más del 80 por ciento de lo producido por la pesca se va de Rawson, no tributan nada, y en vez de candidatearse para intendente o concejales deberían preocuparse más por lo que pasa en la actualidad en el puerto”, reflexionó.