El ministro de Seguridad y Justicia, José Glinski, quien mañana dejará su cargo, se refirió ayer a su salida al frente del área, pero admitió que seguirá ostentando un cargo en el gobierno, podría ser designado como asesor de gabinete, con una remuneración de subsecretario.
«Es muy reconfortante que el personal policial reconozca el trabajo que hizo esta gestión», expresó el funcionario y descartó que haya internas en las fuerzas de seguridad.
«Nunca dije que íbamos a dar una solución definitiva a los problemas de seguridad», sostuvo Glinski, y remarcó que «el que diga eso es un mentiroso, es una situación compleja, multicausal que tiene muchísimos componentes, y nosotros sabemos desde el día 1 que la Policía es sólo una de las herramientas que hay por parte del Estado para gestionar el conflicto».
«Las autocríticas son permanentes, pero a veces se reservan para algunos ámbitos más privados en la política», relató Glinski y agregó que está generando una transición muy ordenada.
Sobre el ministro entrante, José Glinski dijo que «en los hechos él va a mostrar cuál es su perfil de gestión». Además, aseveró que «yo no voy a opinar del ministro entrante del que tengo las mejores referencias y hemos construido un trabajo», recordando que él «ya es parte del Ministerio desde hace algunos meses».
«Creo que tendrá que ver con su impronta y las decisiones del gobernador», aclaró el ministro saliente en referencia a Martínez Conti que tomará el cargo el jueves. Para Glinski, su salida no es un traspié y aclaró que «eso hubiese sido si no hubiésemos podido impulsar algún cambio y generar algunas mejoras en la expectativa de la gente».