LAS DISCUSIONES ENTRE LOS EDILES LINDARON CON LA VIOLENCIA

Con la emergencia estalló la interna del FpV

123La espera resultó ardua, algunos se masticaron las uñas y algo más, pero después de 28 días los Concejales de Puerto Madryn sesionaron y entre otras cosas, aprobaron la emergencia económica. Sin embargo fue la reunión de la Comisión de Hacienda la que se prestaba para alquilar balcones, pero claro sólo unos pocos fueron testigos de las diferencias que salieron a la luz en ese escenario, tanto así que hay quienes aseguran que Miguel Antín (PACH) y Jorge Andurell (FpV), estuvieron cerca de protagonizar una escena pugilística.
Pero sin dudas que lo más jugoso de la jornada fue la determinación de los ediles, Alejandra Marcilla y Jorge Andurell de negarse a votar la emergencia, cada uno a su modo. Uno verdaderamente resistiendo y otro convalidando con su “ni”. Mientras la profesora, fiel a su estilo se hizo cargo de sus actos y votó negativamente la emergencia, el profesor desapareció de escena y ni siquiera estuvo presente para la votación.
54Así las cosas, todos los concejales habían acordado, al menos así lo habían anticipado, que votarían a favor de la emergencia por entender que era la herramienta necesaria para comenzar a transitar un camino de reestructuración de la situación financiera del Municipio, dos de los ediles del Frente para la Victoria, no fueron capaces de levantar la mano, y no lo hicieron.
Con este acto de rebeldía y lealtad al mismo tiempo, el bloque del Frente para la Victoria muestra con claridad que está fracturado. Ya se habían dado situaciones anteriores donde algunos de los integrantes del bloque no estaban del todo de acuerdo en negarse sistemáticamente a los requerimientos del Ejecutivo, sino que entendían que era necesario ser más flexibles, pero no todo resulta como se espera. De hecho todo indica al asumir Pagani a cargo del Ejecutivo Municipal, hubo un guiño de algunos concejales del FpV, una de esas incongruencias de la política.
En cuanto a lo que sucedió en la sesión, fue la concejal Mabel Del Mármol quien fundamentó la votación positiva del bloque, al señalar que “en muchas oportunidades denunciamos irregularidades, pedimos informes, criticamos lo que estaba mal y tendría que haberse previsto que esto podía llegar a ocurrir. Y hay que tener en cuenta que estamos intentando salvar a la Municipalidad de Puerto Madryn, no a la gestión municipal”, dijo en un intento de justificar porqué votarían a favor de la emergencia económica. Sin dudas que ella no contaba con la decisión de Marcilla de votar por la negativa, y por cierto la más sorprendida fue la concejal Virginia Menghini, quien observaba a su par sentada a su derecha esperando que alzara la mano, lo que no ocurrió sino hasta el momento de votar por la negativa.
Mientras tanto, Jorge Andurell, que aparentemente tenía algo mejor que hacer que cumplir con el deber que le han encomendado los madrynenses de participar de las sesiones del Concejo Deliberante, especialmente después de 28 días sin sesionar y ante temas de vital importancia; se excusó presuntamente por tener que concurrir a su otro trabajo vinculado con la docencia, salió del recinto y no regresó para expresar su voto. Hubo quien se animó a comentar “suerte que no enseña Formación Ética y Ciudadana, aunque siendo profesor de Historia, no le hace favor alguno a la construcción democrática que tanto costó consolidar”. Una observación que merecía ser compartida.
Pues bien, la votación finalizó con 10 votos positivos y 1 negativo.

Docentes, los protagonistas

Dato para destacar en relación a la sesión en la que finalmente se aprobó la emergencia, es que varios de los protagonistas provienen del ámbito educativo, Marcilla la intransigente, Andurell el escurridizo, Lacunza el condescendiente, Sánchez Galindo la ausente y Xenia Gabella la mediadora.
Cada uno desde su lugar y a su estilo ha intentado salir airosamente de cada circunstancia que se presenta en el ámbito deliberativo, ya sea acusando al Ejecutivo Municipal o circunstancias exógenas de todos los males de la ciudad, pero siempre haciendo saber que el interés común es su único interés. Al votar la emergencia, sin importar cual haya sido el voto, intentaron hacer lo mismo, aduciendo que se trata de una herramienta para “salvar a la Municipalidad”, o “salvar a la ciudad”. Pues bien, la buenaventura y las elecciones nos salven de tanto salvataje y más compromiso ciudadano, en el que los ediles tengan menos que justificar y más que fundamentar.

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