ENTREVISTA CON ROMINA LÓPEZ, COORDINADORA DEL CENTRO DE DÍA DE PUERTO MADRYN

“La problemática de las adicciones creció y bajó la edad de consumo”

ENTEVIEl operativo “Arenas Blancas” realizado el último viernes en Puerto Madryn, que hasta el momento dejó más de 50 detenidos, volvió a poner sobre el tapete la problemática del narcotráfico y las adicciones en nuestra ciudad. Más allá de los estrictamente policial y judicial, El Diario dialogó con la licenciada Romina López, coordinadora del Centro de Día de Adicciones de Puerto Madryn, quien realizó un abordaje de lo que significa este operativo desde el punto de vista de la salud de los jóvenes madrynenses y dio un panorama acerca de las adicciones en nuestra ciudad.
“La problemática ha ido creciendo, como todos sabemos. Es fácil darse cuenta, no hace falta dar ningún número estadístico, ha ido creciendo y al mismo tiempo han ido bajando las edades de consumo, empiezan cada vez más chicos. Nosotros siempre, trabajando en este lugar, es que intentamos pensar en cómo estos chicos llegan, siempre tienen que estar acompañados de adultos, no hay otra vuelta que darle”, opinó.
La especialista sostiene que “en el caso de los adultos que ya están inmersos en esta problemática y que comenzaron en otras edades, tendrán sus historias, pero hay otra población importante que tiene que ver con niños y adolescentes, que sí o sí, tienen que estar acompañados o promovidos por adultos, ya sea, no solo porque alguien les ofrece una droga, sino porque no está protegido quizás, y no estoy hablando de juzgar, pero sí hay diferentes actores, desde la familia, el Estado que tiene que ver con que los adultos no estamos protegiendo a estos chicos”, agregó.

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¿Qué impresión tuvo sobre el operativo que desbarató una banda narco en Madryn?

Sin meterme demasiado en este mega operativo que tiene que ver con un montón de otros factores políticos y económicos, para nosotros también ha sido importante que esto se mueva, porque va generando cambios. Yo lo hablaba con una mamá que estaba súper preocupada por su hija, que conoce a la persona que le vende, y estaba conmocionada porque había sido detenido. Todo esto va a generar movimientos que nos sirven para seguir trabajando, en ese sentido es algo positivo que haya sucedido en nuestra ciudad.

¿Cómo tomaron este operativo quienes se encuentran en recuperación?

Desapercibido no pasó, pero se mantuvo la estructura desde donde se trabajan diferentes cosas y sí hay espacios para que estas cuestiones circulen. Por ahora no es algo que haya resonado mucho, mañana tenemos una asamblea y quizás ahí también se abra un poco el juego para charlar esto, porque es importante saber qué opinan, qué piensan. Es un tema que por lo general no tiene demasiada incidencia en el tratamiento, pero sí es un tema para tener en cuenta y si hay algo que preocupa, nosotros vamos a abrir el juego para que aparezca.

¿Qué opinión te merece que el Juez Sastre cite a declarar a los consumidores como testigos?

Es una opinión personal, pero no me parece que lo ponga en ninguna mala situación. Debe quedar a consideración del Juez si eso va a aportar a la causa, me parecen que son personas que pueden asumir ese rol, quizás uno piensa que los ataña directamente por la situación de consumo, pero estamos nosotros como actores para acompañar, está la familia. No me parece que deberían tener alguna consideración especial en se sentido, pero sí en el marco del respeto, de no obligar a nadie. A ninguno de nosotros nos gusta exponernos de esa manera, pero si podés aportar algo que esclarezca me parece que está bueno, siempre que sea sin obligar y sin juzgar, porque las personas que tienen un consumo declarado o problematizado, muchas veces son juzgadas.

Según tu experiencia, ¿cómo es la relación entre el consumidor y el vendedor?

Hay de todo y depende de las edades. Si hablamos de adolescentes por ahí hay un adulto que genera que algún chico les acerque a los demás chicos, entonces ahí hay un vínculo de mayor cercanía, de mayor compañerismo, pero es una estrategia en realidad. Con los adultos, quizás es una relación más comercial, pero lo que sí hay en general es un código callejero que tiene que ver con que los consumidores no comparten esa información con nosotros, bajo ningún punto de vista. Es algo que mantienen y que a nosotros en cierto modo no nos interesa esa parte porque no es con la que trabajamos, así que mantenemos como un código mutuo de no meternos en ese tema. Obviamente, si nosotros tenemos alguna información que pueda servirle a otra institución, sea la Policía o quien sea, la compartimos.

¿Cuántas personas concurren al Centro de Día actualmente?

Actualmente, en el dispositivo que funciona de lunes a viernes de 8 a 15, concurren alrededor de 25 personas y después tenemos otro movimiento de gente que tiene que ver con consultorios externos o pedidos de oficio desde el Juzgado, donde se realizan entrevistas evaluatorias. Además, está todo el trabajo en terreno que hacemos, donde vamos a los barrios.

Dentro de las sustancias que se consumen, ¿cuál es la más peligrosa?

Todas son riesgosas, pero un consumo abusivo de marihuana o de cocaína, puede acarrear conductas más extremas, quizás haya más riesgo en ese sentido. Pero el tabaco es una sustancia sumamente nociva que de a poco va consumiendo la salud de la persona. Es muy difícil decir una de ellas, pero el consumo abusivo de cocaína y marihuana produce conductas explosivas, impulsivas, abruptas, que irrumpen de manera tal que producen un daño en la persona o en otras.

¿Hay algún denominador común en las historias de quienes caen en la adicción a las drogas?

No sé si hay un común denominador, pero en base a mi experiencia de trabajo en el Centro desde 2010, y un poco de haber trabajado en otros lugares, las personas que llegan a este lugar tiene que ver con una desprotección desde varios lugares. El no haber terminado la escuela, quizás en sus familias haya historias de consumo, las problemáticas comunes a la falta de trabajo, de condiciones de vivienda óptimas, quizás personas que trabajan mucho y están fuera del hogar y los chicos han quedado solos, y también hay otras historias que tienen que ver con la violencia. Esto no quiere decir que sean directamente la causa, porque hay muchísima otra gente que tiene diferentes condiciones sociales, recursos, que por ahí no llegan a la consulta de este Centro de Día, porque hay una cuestión que tiene que ver con la estigmatización que a no todo el mundo le cae bien, le da vergüenza venir a atenderse acá.

¿Hay alguna relación entre la sustancia que se consume y el nivel socio-económico?

No, yo diría que no. Lo que uno piensa más rápidamente es que hace falta dinero para comprar, pero hay mil formas para conseguir el dinero, legales e ilegales, hay mil formas también en la manera en que se ofrece la sustancia, que no pasa solamente por el intercambio de dinero, entonces para mí no tiene que ver con una cuestión social.

 

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