CRISTINA ANTE LA ONU Y UN DISCURSO FRENTE A NUEVO ORDEN GLOBAL. ¿BUITRES REGENTES O ESTADOS Y NACIONES SOBERANAS?

Dichos y hechos

p3La presidenta Cristina Fernández pronunciará su penúltimo discurso ante la Asamblea General de la ONU. Lo hará en el remozado recinto principal de la organización, desde donde fustigará el anarco-capitalismo y sus consecuencias, un concepto que viene desarrollando desde hace unos años en diferentes foros y que el tiempo ha demostrado su verosimilitud. Para el argentino promedio eso se hizo carne desde el fallo de Thomas Griesa que favorece a los fondos buitre y con el que pretenden poner en jaque la economía y la vida cotidiana de la Argentina. Lo que diga Cristina este miércoles estará ligado a la estrategia global de su gobierno y que le rindiera frutos, como el triunfo contundente para elaborar, en el ámbito de la ONU, un marco regulatorio para las futuras reestructuraciones de deudas soberanas. El adversario es importante y poderoso pero el triunfo vale el esfuerzo: le permitirá a la Argentina confirmar su condición de país soberano y con capacidad para forjar su propio futuro.

Por Felipe Yapur*

El anarco-capitalismo financiero fue desarrollado por Cristina durante la reunión del G20 de noviembre de 2011 en Francia y también en junio pasado durante la reunión del G77 y China en Bolivia. En 2011, la presidenta buscó ser contundente sobre lo que se estaba forjando y sus consecuencias.
Primero dijo que había que saber que «si la crisis se profundiza, van a empezar a cuestionarse las democracias y las formas políticas actuales. Europa tiene una historia en esto, de cómo surgen gobiernos totalitarios en medio de crisis económicas que no pueden resolverse». Luego advirtió que «todavía estamos a tiempo de establecer soluciones que tengan que ver con la regulación de aquellos que han ocasionado el problema, de los mercados financieros». Y sentenció que «esto que estamos viviendo no es capitalismo, es un anarco-capitalismo financiero total, donde nadie controla nada».
El ataque de los fondos buitre es prueba contundente del sistema capitalista desbocado que controla ya buena parte de los destinos de la justicia, el gobierno y la política de los Estados Unidos. El caso más palpable es la confirmación de la sociedad que existe entre el fondo buitre de Paul Singer y la ex secretaria de Estado Madeleine Albright (durante la administración de Bill Clinton), quien a través de su consultora, donde convive con ex funcionarios republicanos, debe realizar operaciones en contra del gobierno argentino.
El que Singer y su grupo hayan redoblado su ataque al país no es fruto de un capricho sino más bien responde a una necesidad estratégica a escala global. Cristina impulsó un intenso trabajo a través de la Cancillería, que derivó en una basta muestra solidaridad, tanto de Estados como de organizaciones multilaterales, en esta batalla contra la especulación financiera. Sin embargo, la presidenta no se contentó con discursos pletóricos de compresión. Buscó hechos concretos que conduzcan a un cambio en el sistema financiero internacional. El G77 y China, el grupo más importante de países miembros de la ONU, fue la herramienta elegida y que junto al trabajo efectivo y real de países de la región, como Bolivia, Venezuela y Cuba, además de los poderosos Rusia y China, consiguieron un resultado apabullante durante la última reunión del período 68º de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El 9 de septiembre pasado la moción que se aprobó por 124 votos se transformó en un verdadero peligro para este modelo anarco-capitalista, depredador y expoliador. No es difícil predecir que la tarea que comienza a partir de octubre en la ONU será bombardeada por aquellos Estados que votaron en su contra.
El lobby ya debe estar en funcionamiento pero lo importante es ser consciente de que lo que está en juego es el concepto de Nación y de Estado que predomina en la actualidad, porque los fondos buitre representan el liberalismo extremo, donde el Estado debe garantizar la soberanía de la propiedad privada y el libre mercado sin límites ni fronteras.

Escenario interno

Durante el debate del miércoles pasado en Diputados por la Ley de Abastecimiento, la oposición justificó su rechazo en el peligro que implica otorgarle al Estado la capacidad para regular las relaciones de producción y consumo. Todos advirtieron del peligro que se cierne sobre «la propiedad privada y el ejercicio del comercio».
Tanto para el sistema financiero internacional como para el mercado argentino, bien vale la frase de Scalabrini Ortiz que citó Juliana Di Tullio al cierre del debate parlamentario: «Aquello que no se legisla explícita y taxativamente a favor del débil, queda legislado implícitamente a favor del poderoso”.

La previa
Ayer desde las 13 hora local (las 14 de Buenos Aires), la presidenta mantuvo un encuentro con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, algo que se ha transformado ya en una tradición en su séptima participación en la asamblea que abre el año legislativo de esa organización cada final del verano en el hemisferio norte.
Esta vez la reunión tuvo un condimento especial ya que se descartaba que Cristina y Ban Ki-moon repasarían el amplio respaldo que recibió la Argentina a partir de la aprobación de la Resolución 68/304, que dispone la discusión durante este curso legislativo de un marco regulatorio global para limitar el accionar de los fondos buitres en los procesos de reestructuración de deuda soberana.
Cristina llegó a la sede de la ONU con el eco fresco del alentador mensaje del Papa Francisco, que respaldó sin dobleces la posición argentina contra los fondos buitre durante el almuerzo que compartieron en Santa Marta el sábado. Se espera que la presidenta repase ese encuentro durante los discursos que ofrecerá mañana en el edificio de la Primera avenida y la calle 43, primero ante la Asamblea General, cerca del mediodía, y luego –a las 15:30– frente al más acotado Consejo de Seguridad, que presidirá en esta ocasión el mandatario estadounidense, Barack Obama. Habrá que ver…

Fuentes: Tiempo Argentino, AF, Parlamentario.

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