DIVINA POLÍTICA: CRISTINA VIAJÓ AYER A ROMA PARA ALMORZAR CON FRANCISCO. BUSCA SUMAR SU LIDERAZGO MUNDIAL EN LA LUCHA CONTRA LOS BUITRES. EL LUNES SIGUE A NUEVA YORK A LA ASAMBLEA DE LA ONU

Al horno pero con Papa

p3Durante parte de la semana la Presidenta dicen que atendió al armado de su gran oportunidad internacional que se abrió ayer por la noche, cuando viajó a Roma para compartir un almuerzo privado con el papa Francisco previo a su disertación en la ONU, en pleno fallo firme del juez Griesa por el reclamo de los Fondos Buitres. Nadie cree que haya protocolo en ese encuentro; para los dos es una jugada política. Para Cristina es la previa de una gira a Nueva York que tendrá como eje el discurso ante la Asamblea de la ONU con el látigo alzado contra los especuladores financieros, adversarios para los que tiene doctrina de sobra el Pontífice.
Comenzó con una frase rara: “Necesito su ayuda”. Sobre todo porque fue pronunciada por alguien que no suele mostrar debilidad. Pero el interlocutor era acaso la única persona ante la que Cristina puede evidenciar sus limitaciones: el Papa Francisco. Fue el martes 19 de agosto, al día siguiente del regreso del pontífice de su exitosa visita a Corea, horas después del trágico accidente de la familia de uno de sus sobrinos en Córdoba, que le costó la vida a su mujer y sus dos pequeños hijos. La presidenta se había apresurado a llamarlo para expresarle sus condolencias y hacia el final de la conversación se franqueó y le pidió su colaboración.
La solicitud tenía relación con el complicado panorama financiero que atraviesa el país luego de que la Justicia norteamericana dejara firme el fallo del juez Thomas Griesa a favor del reclamo de los fondos buitre. Y que está afectando cada vez más la ya maltrecha economía argentina.
Dos semanas después Cristina recibía una carta manuscrita del pontífice en la que la invitaba a almorzar por tercera vez desde que fue electo, el sábado próximo, en vísperas del viaje de la presidenta a Nueva York, donde buscará en la ONU y el mundo financiero apoyo a su resistencia a las demandas de bonistas que no entraron a los canjes de deuda.

Una relación larga

Jorge Bergoglio comparte con el kirchnerismo desde sus épocas de obispo la crítica a la especulación financiera. Una coincidencia que el Gobierno no pudo aprovechar en su momento por su enemistad con el entonces cardenal argentino. Pero que, tras la reconciliación que buscó luego de la elección papal, le viene como anillo al dedo. En rigor, la posición de Francisco en este tema sigue una línea histórica de la Iglesia -ratificada por el conservador Benedicto XVI en su encíclica social-, pero que el argentino asume acaso con más energía. Como quedó claro en la exhortación apostólica que difundió a fines del año pasado, Evangelli Gaudium.
La figura de Francisco al lado de la mandataria se especula que traccionará voluntades, aunque no está claro qué puede hacer más allá de darle un apoyo moral, esperando que su liderazgo mundial influya en algo en los gobiernos. Quizá la mejor síntesis de su pensamiento la dieron los obispos argentinos en el comunicado que difundieron cuando quedó firme el fallo de Griesa: condena a la especulación y unidad de los dirigentes para negociar con responsabilidad.

Temores

Con todo, en la Iglesia empieza a haber cierta inquietud porque el Gobierno parece querer utilizar la coincidencia en la crítica a la especulación como un apoyo del Papa a su estrategia frente a los fondos buitre. El canciller Héctor Timerman afirmó luego de la invitación: “Públicamente el Papa y la Iglesia expresan preocupación por la no reestructuración de la deuda; el Papa siempre fue solidario en esta materia y será una reunión importante”.
Dicen los detractores de la causa común entre Cristina y Francisco que mientras el papa ofreció un salvavidas, el Gobierno salió a cuestionar duramente las últimas mediciones del Observatorio para la Deuda Social de la UCA. El informe revela, entre otras cosas, que el 42 % de los niños y adolescentes del conurbano es pobre y el 9,4 %, indigente. Capitanich y Kicillof fueron los encargados de desactivar tanta preocupación eclesiástica por la pobreza. Sin embargo dicen que la minimización del documento no cayó bien y que no deberían perder de vista que el rector de la UCA, monseñor Víctor Fernández, es un hombre de máxima confianza del Papa a quien ´bendijo´: lo puso en ese cargo siendo cardenal y como pontífice lo elevó a arzobispo. Acaba de designarlo vicepresidente de la comisión redactora del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se hará en Roma en octubre, una cita que despertó enormes expectativas en la Iglesia por la renovación que puede impulsar. La lectura que hacen puerta adentro de parte del clero es que mientras el Papa le tiende una mano a Cristina para ayudar a un fin de mandato lo menos traumático posible, no le ordena a su tropa cerrar los ojos ante la dura realidad de su país y jugar sus propias fichas como dirigencia social.

Surcando los cielos

Por lo pronto, a esta altura de la edición, la Primer Mandataria argentina esta arribando a tierras papales. Hasta anoche mismo dicen que había pelea por subirse al Tango 01. Muchos sorprendidos por figurar en la comitiva donde figuraron como ´números puestos´ sólo Oscar Parrilli (a pedido del propio Bergoglio, a quien recuerda como «este muchacho»), el secretario Guillermo Oliveri, el canciller Héctor Timerman y el vocero Alfredo Scoccimarro. En la puerta estaban Julián Domínguez y Eduardo Valdés. Valdés es el «Samoré» que representa al Papa ante el Gobierno y al Gobierno ante el Papa. Entre otras, pudo figurar la principal amiga de Bergoglio, la abogada Alicia Oliveira, que no se sabía si finalmente embarcaba ya que se reponía de un tratamiento de su salud. Más allá de la delegación completa, Cristina tendrá su tercer encuentro con el Santo Padre a partir de las 13, en Santa Marta, Ciudad del Vaticano.
Al día siguiente, la Presidenta viajará por vía aérea con destino a Nueva York, con el propósito de participar el lunes de la 69na. Asamblea General de ONU y del Consejo de Seguridad, como así también mantener encuentros con empresarios, entre ellos George Soros, un economista-inversionista estadounidense considerado como una de las personas más ricas del mundo.
También tiene en la agenda audiencias con representantes del sindicalismo internacional, entre ellos los titulares de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow; de AFLCIO de Estados Unidos, Richard Trumka; de la CLC de Canadá, Hassan Husseoff; de la Confederación Sindical de las Américas, Víctor Báez; de la Confederación Sindical Internacional, Joao Felicio; con el secretario de Relaciones Internacional de la Confederación General del Trabajo (CGT), Gerardo Martínez.
El miércoles 24 al mediodía la primera mandataria disertará en la 69na. Asamblea General de la ONU y al día siguiente participará en un encuentro del Consejo de Seguridad, en el debate denominado «de alto nivel sobre combatientes terroristas extranjeros» que encabezará el presidente Barack Obama.
Luego, Cristina emprenderá el regreso a Buenos Aires donde la espera un escenario que ayer mismo vaticinó difícil el propio ministro de economía Axel Kicillof al desenmascarar cinco puntos de la estrategia de los Buitres: «ataque a la moneda para forzar una devaluación, ataque a la persona de la Presidenta; impedir el pago local de los próximos vencimientos, bloquear el financiamiento, y esperar al 2016 generando pánico”. Todo un periplo. Habrá que ver…

Fuentes: Ámbito Financiero, DyN, Télam, propias

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