DAS NEVES LE MANDÓ UNA MISIVA A BUZZI CON DOS BUSCAPIÉ: HIDROCARBUROS E IMPUESTO A LAS GANANCIAS. CON UNO TRATA DE SUMARLO Y CON EL OTRO DISIMULA

La cartita

p3Hoy se cumple una semana desde que ingresó una carta de Mario Das Neves a Fontana 50, que no se sabe si ya fue incinerada o está guardada bajo algunas llaves. La misiva tuvo en apariencia dos objetivos: por un lado arengar a Buzzi para que no afloje con la posición sobre los hidrocarburos no convencionales ante Nación, habida cuenta que de esa caja dependerá sobremanera la administración que venga. La otra, fue un poco de maquillaje opositor para el orejeo, subiéndose al tren de reclamo por el impuesto a las ganancias que agita hoy el espectro sindical que no comulga con el oficialismo.
Con estos dos frentes, el ex gobernador habría trata do de sugerirle a Buzzi que siga encarando temas soberanos para la Provincia, pero a su vez empujándolo sutilmente a colisionar con la Rosada. También se podría inferir que comienza a tender algún puente de trabajo conjunto, hilvanado por el interés común que significa el cuidado de la ´caja´ que deberá administrar –por ahora- alguno de ellos dos.
El primereo que intentó implementar el ex gobernador no es más que eso, una gimnasia necesaria que aplica impecablemente como candidato que se perfila con buenas perspectivas, siempre y cuando no aparezca una tercera opción electoralmente aceptable; y una manera de poner el foco lejos del enchastre convocante que metió en el armado de Chubut Somos Todos.
En el tema hidrocarburos, Das Neves conoce bien la posición de Buzzi por eso va sobre seguro, y se ´pega´ a la cruzada que el presidente de la OFEPHI está llevando adelante en defensa de la “ley corta”. Con esta posición parecería mandarle varios mensajes: primero que coincide con él y lo apoya, pero también que estará atento al desenvolvimiento que venga al respecto, ya que de eso dependerá en parte el futuro económico provincial.
Al referirse al tema tributario, trata en cambio de sumarlo a la cruzada opositora bajo el lema del populismo que arrastra el tema. El ex gobernador le dice a Buzzi en su carta: “Desde ya, no es un descuento: es un despojo. Un sueldo no es ganancia sino el fruto del esfuerzo de la gente para poder sobrevivir, en un país caracterizado por permanentes vaivenes económicos.
Hoy, el impuesto a las ganancias es el impuesto a la injusticia y deja al trabajador en una situación de total indefensión. El estado se queda con lo que no le corresponde”. Y a la par ofrece su gestión: “También debemos hacer oír nuestra voz desde el Congreso Nacional y llevar una postura conjunta de la que el gobierno provincial no puede ni debe estar ajena”. Después lo apura un poco a Tincho: “Lo urgente es también lo necesario. Al menos en estas dos cuestiones, que exigen imperiosamente una convocatoria que no puede esperar, porque ninguna de las dos cuestiones puede esperar.
Los legisladores nacionales tenemos la obligación de ser la voz de nuestros pueblos donde generalmente no se los escucha. Estamos para cumplir con ese deber. Debemos cumplirlo. De la misma manera que el gobierno provincial debería cumplir el suyo (sic)”.
Según Das Neves, “el impuesto a las ganancias afecta al 40% de los trabajadores del Chubut. (…)
Ellos dicen que el impuesto sólo alcanza al 19% de los asalariados, pero en las provincias patagónicas representan cerca del 40% de los trabajadores. En nuestra región -sostuvo- el impuesto atraviesa a todos, incluyendo a maestros, trabajadores de la salud y médicos, a casi todos los trabajadores del petróleo, a los camioneros, empleados de empresas de servicios públicos, entre otras”.
Politizando un poco la cosa, Das Neves recordó que en agosto último el kirchnerismo posibilitó que en la región patagónica dejaran de pagar el impuesto al salario aproximadamente 116 mil trabajadores de los 226.214 que según la AFIP eran alcanzados, pero insistió en que “hoy la mayoría de los eximidos con esa medida han sido alcanzados nuevamente, producto de los incrementos obtenidos por acuerdos colectivos de trabajo, resultando que pese a mermar el poder adquisitivo por efecto de la inflación, paguen más impuesto”. A la par el diputado afirmó que “queremos tratar una ley para que exista un sistema de actualización automática del Mínimo No Imponible y de las escalas del impuesto a las ganancias, para que no sean medidas electoralistas y dependientes del humor presidencial”.
Das Neves reveló que también puede ser el paso inicial para discutir el sistema tributario argentino.

La otra cara

En contraste con la posición del massista chubutense, no fue Buzzi el que le contestó ni la carta, ni el posicionamiento a Das Neves. Por el contrario, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, no solo anticipó la pasada semana que este podría ser uno de los ´caballitos de batalla´ opositores de debate de estos días, sino que ayer fue contundente respecto al tema: «El trabajador o jubilado que por el decreto 1242 que firmó en el 2013 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no estaba alcanzado por el impuesto a las ganancias, tampoco está alcanzado ahora», dijo en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa de Gobierno.
En este marco, el jefe de Ministros afirmó que «la cantidad de trabajadores» afectados por el impuesto a las Ganancias «no ha variado», y señaló que «los reclamos pueden intensificarse o no por carácter político, no por cantidad de trabajadores o jubilados involucrados».
Capitanich se reunió, junto al ministro de Trabajo Carlos Tomada, con autoridades de la CGT que conduce Antonio Caló, quienes llegaron a Casa de Gobierno con el reclamo del aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las Ganancias.
Según precisó Capitanich, «el impuesto a las Ganancias afecta al 10,9% de los trabajadores», que son los trabajadores cuyos ingresos son superiores a 15.000 pesos.
«Si un trabajador en las paritarias de este año ha visto mejorar su nivel de ingresos, y si estaba encuadrado en el decreto 1242, tampoco paga impuestos ahora», reiteró el jefe de Ministros, que reconoció que «con las paritarias parecería que aumentó el número de trabajadores que pagan ganancias, y eso no es así», desmintiendo de plano la posición de Das Neves y otros.
Según explicó Capitanich, los reclamos de la CGT están asociados al «impacto del impuesto a las Ganancias, sobre todo en el medio aguinaldo».

Un poco de historia

La Presidenta dictó en el 2013 el decreto 1242 que establece que quienes tengan salarios brutos inferiores a 15.000 pesos no pagan impuesto a las Ganancias. “Cuando se dictó el decreto 1242 se benefició y excluyó de este impuesto a un millón de trabajadores y jubilados, antes de la vigencia estaban alcanzados por el impuesto 2,2 millones de trabajadores y jubilados».
El jefe de Gabinete dejó claro que «los trabajadores con sueldos brutos inferiores a 15.000 pesos son la gran mayoría». Explicó también que el impuesto a las Ganancias es parte del sistema de previsión social y que si tiene una reducción, el Estado pasa a tener «dificultades» para cumplir con los programas de asignación universal por hijo y jubilaciones, entre otros, así como también las provincias, ya que se trata de un impuesto coparticipable.
Actualmente el impuesto a las Ganancias se divide en cuatro categorías, siendo la última la que aplica a las personas físicas o trabajadores en relación de dependencia. Sin embargo, no todos los empleados tienen que pagar el impuesto, ya que hay un monto mínimo a partir del cual empieza a aplicar el gravamen. Los trabajadores con ingresos mensuales hasta 15.000 pesos brutos, están exentos del pago de Ganancias, sin diferenciación por estado civil y grupo familiar. Pero aquellos que cobraron, más de $15.000 y hasta $25.000 mensuales brutos, tienen retenciones, consistente en las deducciones personales incrementadas en un 20%, y en un 30% para los que trabajan en zona patagónica.
En cambio, los que percibieron más de $ 25.000, sufren las retenciones con las deducciones sin incrementos. Mientras que el salario familiar está libre de impuesto.
Finalmente, al comparar lo que sucede en Argentina con lo que pasa en otros países de América del Sur y del mundo respecto a este impuesto, Capitanich señaló que en todos ellos «los trabajadores son tributarios de impuestos a las Ganancias», y explicó que «no es un impuesto al trabajo sino que tiene que ver con el nivel de generación de ingresos».
Pese a todo, y por si había dudas del uso político del tema, subidos también al reclamo de que el Gobierno eleve otra vez el piso del impuesto a las ganancias, ya la CTA confirmó un paro nacional para agosto. Siempre un tema vigente y taquillero para tiempos de campaña. Habrá que ver…

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