Imperdibles Puerto Madryn

Dueños de que, dueños de nada..

1Hubo un momento en que nadie quería ser el dueño de la pesquera que arrastraba deudas millonarias y tenía en la puerta mil doscientos empleados a quienes pagarles los sueldos. Tanto era así, que al momento de cerrarla fue Alejandro Pennizzi el interlocutor.
Ahora que el Estado quedó enredado en Alpesca y tarde o temprano deberá resarcir a los supuestos dueños de la empresa,
todos se arrogan la titularidad, empezando una verdadera guerra campal para demostrar que son propietarios, incluso a costa de operativos de lo más sospechosos. Tan sospechosos, que Otero pagó una cuota con plata de Aleua y que Segundo dio una cuenta con nombre ajeno.

Abogados conocidos

22222222222222222La guerra campal que mantienen los “dueños”, por ahora está generando pequeñas batallas de intimaciones con Cartas Documentos y otras yerbas. En ese marco, tanto Omar “Cura” Segundo, como Federico Otero vienen cambiando de abogados de manera frecuente, hasta incluso llegar a “enrocar” profesionales y estudios jurídicos.
Este es el caso por ejemplo de cómo el abogado que reporta en el estudio que antes representó a Federico Otero, esta semana se supo que ahora pasó a representar a la contraparte, Omar Segundo.
Así es como “El Cura” le otorgó un “poder general para juicios y reclamos administrativos” al doctor Pablo Alfredo Pugh. Un profesional que sería socio del doctor Romero quien era el abogado de Otero hasta que recibió presiones públicas y violencia física.
Pugh y Romero son recordados además en Puerto Madryn, porque fueron los profesionales que defendieron a los “Poliladrones” en la emblemática causa donde se juzgó el intento de robo al cajero de Pirámides.

Alpesca, Consermar y más humo

333333333333333El otro tema rarito es que en el poder general que “El Cura” le hizo a su nuevo abogado desde este mes, Pablo Pugh, donde allí lo autoriza a representarlo en todos los “juicios pendientes y futuros” en cualquier jurisdicción en que esté involucrado, figuran “especialmente en relación a los referidos a las empresas Alpesca S.A. y Consermar S.R.L.”. La pregunta del millón es ¿no vendió Segundo la empresa Alpesca? ¿Y no era que Consermar tampoco ya era suya? ¿Cómo es que ahora delega poder sobre ambas?
De hecho, el 27 de marzo de 2014 Segundo aclaró en una audiencia en la Secretaría de Trabajo que “fue” propietario de la firma pesquera de Trelew, Consermar, pero que hace algún tiempo había vendido su parte accionaria a otra empresa, que ya estaría funcionando bajo la razón social Trido SA. Con ese discurso involucró además a las autoridades laborales que trataban de mediar ante los más de 30 trabajadores despedidos, quienes presuntamente se comieron el verso de que Javier Ortíz era el dueño definitivo.
Ahora, tres meses después, Segundo le da poder a un abogado para que represente sus intereses en Consermar. ¿Se tratará de otra ´truchada´ para tapar de trabajo al dedicado Fiscal Baez?

Involucra hasta la policía

4444444Tan turbio siguen siendo todos y cada uno de los capítulos que se siguen sumando a la historia de Alpesca, que no terminan nunca de sorprender. Por ejemplo en su afán de recuperar poco o mucho de la titularidad de Alpesca, Segundo trata infructuosamente de recuperar los libros que le habría dado a Otero y Rosa Chico, cuando la empresa era una brasa caliente y había que cerrarla. En ese marco no solo se los reclamó por CD, sino que intentó rubricar nuevos libros, en carácter de “presidente” de la firma. Una movida que la IGJ le negó de plano aduciendo que no acreditaba ser el titular de la empresa.
Para completar el operativo, Segundo que ya había denunciado hace unos meses en Madryn “el robo” de los Libros de Asambleas, Directorio y Registro de Accionistas con la consiguiente investigación que eso ocasionó, volvió a involucrar otra vez a la policía. En esta oportunidad “El Cura” se fue a Trelew y tomó de incautos a funcionarios de la Comisaría Cuarta, generando un acta de exposición policial donde dejaba constancia que Otero no cumplió con lo pactado por lo que le reclamó los libros, y ante la negativa de devolverlos, él daba «por perdidos» los documentos para poder generar nuevas rúbricas en Rawson. Todo esto ante  ante la sargento Liliana Fernández.
Increíblemente el hombre a quien se le volvió a confirmar el procesamiento en el marco de una causa por narcotráfico y alojar 110 kilos de cocaína en sus cámaras, se anima a desfilar por las Comisarías dictándoles documentos raros a los policías de Madryn y ahora también de Trelew.

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