La comunión entre Luis Etchevehere y Sergio Massa se vislumbró el fin de semana pasado con un discurso que anticipó, celebratoriamente, la salida del gobierno kirchnerista. El titular de la Sociedad Rural Argentina dijo que evitaría «hacer leña del árbol caído en el ocaso del gobierno que termina dentro de 16 meses», pero en el predio de Palermo lanzó una incisiva arenga contra lo que definió «la década depredada».
El diputado y ex intendente de Tigre anunció la instalación de pantallas en las rutas nacionales para marcar la cuenta regresiva del oficialismo, en una suerte de muerte por goteo. «La matriz del Frente Renovador está centrada sobre la base del futuro y sólo faltan 500 días para que ese futuro llegue», explicó en clave publicitaria.
No se trata sólo de dos miradas coincidentes: junto a Etchevehere, en el acto de inauguración de la 128° Exposición Rural, estaba Eduardo Buzzi, eslabón del massismo en la Mesa de Enlace.
Buzzi anunció que a fines de septiembre dejará la titularidad de la Federación Agraria Argentina, de la que habrá estado al frente durante 16 años, para dedicarse activamente a la política partidaria.
Hizo cintura durante bastante tiempo para no revelar su horizonte pero con el paso de los días lo fue acotando lenta y sistemáticamente. «¿Adónde voy estar jugando? Soy peronista, así que mi futuro estará en algún espacio peronista», tiró como al pasar.
En algún punto parecía a gusto con el enigma y –a la luz de sus coqueteos– hasta parecía enarbolar aquella frase socarrona de Perón: «Hay radicales, conservadores, socialistas, pero más allá de esto, los argentinos somos todos peronistas.»
Sus fotos y abrazos con los sectores más recalcitrantes del poder económico y mediático, por un lado, y su primer apoyo público a la candidatura presidencial de Pino Solanas, por el otro, lo mostraron en un zigzagueo desconcertante.
En ese marco, consultado por los medios volvió a cinturear pero dejando claro ya su enfile: “Me gusta lo que está haciendo Massa. Me gusta la mirada que tiene de la realidad”, dijo Buzzi al tiempo que reconoció que ya le ofrecieron “sumarse”.
“Estamos viendo. Hay que esperar”, dijo, lo mismo que recitó hace un año atrás, cuando Hugo Moyano y otros referentes sindicales lo tentaron para ser candidato a diputado en Santa Fe por el peronismo disidente.

El retruque

Tras los dichos del titular de la Sociedad Rural, el ministro Julio De Vido cuestionó con dureza a Etchevehere. “La verdadera década depredada fue la neoliberal, cuando se entregó el patrimonio del Estado con la complicidad y el aplauso permanente la Sociedad Rural Argentina (SRA)», cargó el ministro de Planificación Julio De Vido, en respuesta a las chicanas de Etchevehere, contra las políticas del gobierno nacional para el sector.
De Vido además, recordó que «la Sociedad Rural fue cómplice, incluso prestando funcionarios, en la década neoliberal que entregó a precio vil las empresas del Estado».
«Plantear que esta ha sido una ‘década depredada’ es desconocer el más profundo proceso de desarrollo e inclusión por el que ha atravesado Argentina a lo largo de toda su historia». «Para Etchevehere y los que lo aplaudieron, la Argentina que se viene y con la que sueñan es la de la explotación de los trabajadores, el trabajo en negro y el acceso restringido a los servicios esenciales, como hace en sus propios campos», estampó el superministro.
Casamiquela, también fue muy duro con el ruralista. «No sé si esa mirada sesgada y parcial es producto de la ignorancia o de la conveniencia», expresó.
El titular de la cartera de Agricultura detalló que Etchevehere ocultó en su discurso que durante los últimos años el área sembrada llegó a 36 millones de hectáreas, casi un 30% más que en 2003; que la producción aumentó casi un 50% hasta llegar a 100 millones de toneladas; y que las exportaciones del sector agropecuario y agroindustrial pasaron de 15 mil millones de dólares a 42 mil millones.
El diputado Basterra, titular de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja, calificó el discurso del titular de la SRA de «pobre, falaz e inconsistente», y lo consideró «un panfleto electoral viciado por el desprecio a una sociedad con inclusión. (…) Intentan rememorar los tiempos en que mediante el fraude o mediante golpes de Estado, los intereses de las minorías que representa atentaban contra la voluntad popular y los intereses mayoritarios del pueblo argentino”.
El ralo espacio en que se ha convertido la Rural transformada en escenario permanente de campaña del poder monopólico y neoliberal, de hecho ha mostrado escasa convocatoria de público este año en relación con tantos otros, donde el predio ferial era cita obligada. El vacío que se nota no es casual. Se evidencia una clara toma de posición pública. Así también lo presienten los finos observadores que toman nota del tipo de desarrollo con crecimiento que ya prefiere el argentino medio y que no en vano ha venido avalando con su voto durante esa polémica “década”, que guste o no fue producto de las urnas.

¿Chubut a contrapelo?

Paradójicamente (o no), siguiendo esta línea de debate y este ´campo´ politizado y definitorio,
Chubut tomó partido y decidió con el pragmatismo que caracteriza la gestión Buzzi (Martín), optar por participar activamente del escenario montado por la oposición del Gobierno de Cristina K. La plantada de bandera se hizo en la Exposición Internacional Ganadera que se desarrolló desde el 17 al 27 de julio en el predio La Rural en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con una Feria de Productores con presunta ´intención turística´ más que productiva. Una cuestión más para las críticas que mascullaron algunos referentes oficialistas cercanos a Balcarce 50. En el stand de Chubut hubo informantes turísticos de la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas de la provincia además del Ente Trelew Turismo (ENTRETUR) y la directora de Turismo de El Hoyo, Claudia Maroni, que representó a todas las localidades de la Comarca Andina. Así también estuvo presente el Ministerio de Desarrollo Territorial que lidera la magíster Gabriela Dufour y alrededor de 20 productores. Según el discurso chubutense, los productores estaban contentos por “las oportunidades de negocios que se les presentaron a partir de esta visibilización (sic)”. Con productos bastante alejados del campo y banalizados en una especie de combo turístico que integró incluso dinosaurio, religión y colonización galesa, Chubut podría decirse que le hizo ´inocentemente´ «la banca» a uno de los antros golpistas por excelencia. En fin. Cuestión de oportunidades, pese a toda ideología y sugerencia..no? Habrá que ver…