Por estos días se viene escuchando mucho anuncio oficial de inversiones en obras destinadas al deporte, la recreación, el ´encuentro´, la infraestructura social, mientras que por otro, el lamento es largo y siempre repite la misma cadencia: se necesita más trabajo, mas desarrollo productivo, más crecimiento. Una conversación casi de sordos. Como para completar el cuadro, todo lo concerniente a las políticas públicas es casi un cheque en blanco. El último que se entera de lo que van a hacer y de cómo lo van a hacer, es el pobre ciudadano común que pone el endoso una vez al año en una urna, pero no pasa casi nunca por ventanilla.
En la cuestión energética por ejemplo, casi todas las provincias argentinas han ido avanzando en una reconversión importante, pero Chubut sigue releganda en relación al potencial que posee en este sentido. La cosa despierta algunos interrogantes necesarios. ¿Se tratará de falta de entusiasmo, de inoperancia, de imposibilidad de avanzar con grandes proyectos propios, de falta de financiamiento o simplemente hay negocios que en Chubut están reservados exclusivamente para algunos?

Es probable que las respuestas sean varias y hasta mixtas.
Por ejemplo, las Centrales Termoeléctricas San Martín, ubicada en Timbúes, provincia de Santa Fe, y Manuel Belgrano, sita en Campana, provincia de Buenos Aires, son usinas “gemelas” de generación eléctrica de tipo ciclo combinado, con una potencia instalada de casi 830 MW, se han convertido en dos de las unidades térmicas más grandes de nuestro país que muestran el potencial disponible que se puede aprovechar si hay decisión política y trabajo detrás.
La construcción de la Central Termoeléctrica San Martín comenzó en 2007, luego de un acuerdo entre el Estado Nacional (Secretaría de Energía) y la mayoría de los agentes generadores del mercado eléctrico mayorista. Su ciclo combinado entró en servicio febrero de 2010, mientras que la Central Manuel Belgrano lo hizo un mes antes.
Las dos centrales disponen hoy por hoy de la capacidad de generar energía eléctrica con gas como combustible principal y gasoil como alternativo

Y por casa…?

En Chubut, una vez hubo ideas similares, pero cayeron tal vez en manos equivocadas. En 2006, Das Neves anunció la construcción de una central de generación de energía con una inversión estimada en 500 millones de dólares, con el que ´Chubut levantaría el primer polo energético de ciclo combinado de América Latina´ y que contemplaba una central térmica a gas, con capacidad para generar hasta 500 megavatios (Mw) de electricidad; y un parque eólico, con una potencia efectiva inicial de 100 Mw, con el objetivo de proveer de energía al mercado nacional. Entre los tres proyectos Ingentis en definitiva se aportaría hasta 800 megavatios al Sistema Interconectado Nacional
Ingentis era una sociedad anónima. Sin embargoy después de millonarios desembolsos, los únicos socios que quedaron son estatales: el 61% de las acciones las tiene el Estado provincial y el 39% las conserva Petrominera. Eso fue cuando en noviembre de 2011, Pampa Holding, de Marcelo Mindlin, abandonó por completo el proyecto sin explicaciones públicas.
El gobierno de Mario Das Neves nunca tuvo suerte con los socios privados en ese proyecto. Antes se había ido Emgasud (ahora se llama Genneia), la empresa que conduce Alejandro Ivanissevich, y vendió su capital accionario a Pampa. Cuando la empresa de Mindlin se fue, el Estado y Petrominera tuvieron que hacerse cargo de un negocio fracasado.
Aún así, no reconocieron la derrota. En tiempos de denuncias, el ex ministro Coordinador, Pablo Korn, dijo en diciembre de 2012: “hay un proyecto trunco que no se pudo finalizar”.

Los anuncios de Buzzi

A finales de enero de este año, la turbina de Ingentis, que generó más polémica que energía, volvió a ser tapa de los diarios al anunciarse oficialmente que sería traída finalmente a la provincia del Chubut a través de un acuerdo alcanzado entre el gobierno de Martín Buzzi y el Ministerio de Planificación Federal que conduce Julio De Vido.
Según la gestión Buzzi, tanto Ingentis como Petrominera tendrían reuniones de sus respectivos directorios para abordar el tema. En el primer caso, evaluarían el traslado en barco de la turbina desde Estados Unidos, donde se pagan onerosos honorarios por su depósito. En el caso de la petrolera provincial, conversarían sobre el rol que tendrían en el proyecto.
El 25 de enero pasado el Gobernador no fijó fecha, pero afirmó decididamente que este año él mismo repatriaría la famosa turbina: “Lo que vinimos a gestionar fue la apertura del sistema interconectado y algunas obras complementarias”, señaló en Comodoro. “Esto se complementa con unos transformadores que ya están en la zona franca de Comodoro Rivadavia, y el sistema nos permitirá incrementar la generación, mayormente para acompañar la mayor demanda derivada del crecimiento de nuestras ciudades, pero también aportar energía a todo el país a través del interconectado”,
Por aquellos meses el ministro coordinador era Miguel Castro, que fue quien llevó la voz cantante en los nuevos bríos que cobraba el mega proyecto, dando a entender que la ubicación también cambiaría: “Tenemos que tener algunas cuestiones garantizadas, como el flujo de gas y un metraje cúbico de agua porque es una turbina de ciclo combinado de gas y vapor”.
Incluso el ex ministro explicó ya en ese entonces que se estaba avanzando en la estructura jurídica de la empresa “para que esa turbina la maneje esa empresa con aportes de capitales privados (sic)”.

¿Los vivillos de siempre?

Pasaron seis meses de toda esta nueva intentona, nada más pasó al respecto y no hubo ningún otro anuncio oficial que avalara o desestimara lo anterior. Aunque esta semana sin embargo se supo que habría serias intenciones de cambiar de planes con la turbina que no generó ni un poquito pero ya se podría decir que se ha consagrado como la más cara y famosa de la historia. Al parecer la gestión Buzzi estaría dispuesta a vender la turbina para ser retirada en el puerto estadounidense, haciéndose cargo directamente del traslado y costas de alojamiento pendiente, los mismos interesados.
Lejos de encarar una cruzada energética propia ni aportar al déficit nacional o al futuro desarrollo de la provincia, el buzzismo terminaría liquidando la maquinaria propiamente dicha, y listo. Y tal como viene la mano, no se trataría siquiera de lo que se dice un ´gran´ negocio, ya que la turbina tiene encima como seis años de vida, está anclada en Houston, viene pagando depósito portuario y arrastra mala fama. Con toda esta argumentación con la que se habría ido depreciando el precio, un grupo mendocino de aceitadas relaciones en Chubut ya tendría listas las monedas para concretar la operación, y llevársela a la más sacrificada zona de Cuyo a emprender su propio proyecto combinado por lo que se dice un precio realmente vil. En fin… menos mal que todavía contamos con algunos de los mismos empresarios y asesores altruistas dispuestos a seguir ayudando a nuestros funcionarios de turno, no?

* Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y ceniza de tantos…