El estadio Maracaná de Río de Janeiro contó con un nuevo sistema de seguridad para el partido entre Bélgica y Rusia, por la segunda ronda del Grupo H de la Copa del Mundo 2014, después de los incidentes registrados el miércoles pasado por la afición chilena en el encuentro ante España, por la zona B del torneo.

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El sistema de seguridad ahora comprende tres cercos perimetrales para que sólo lleguen a las cercanías del estadio, las personas que cuenten con entradas.

De esa forma, la Policía Militar de Río de Janeiro busca evitar que paseen por las calles cercanas al estadio personas sin localidades y se generen robos de entradas o intentos de superar barreras e ingresar.

El miércoles pasado, 85 hinchas chilenos invadieron el centro de prensa del estadio y buscaron ingresar al estadio por la fuerza y generaron disturbios ante la mirada de más de 500 periodistas.

Otra novedad del nuevo sistema diseñado por el gobierno brasileño es que más de 600 efectivos de la Policía Militar está trabajando en conjunto con la seguridad privada que contrató FIFA.

En ese sentido, por primera ocasión en muchos años en un certamen mundial organizado por FIFA hay policías adentro del estadio.