El día lunes, en Esquel, un cabo que se desempeñaba en la Seccional Segunda, se quitó la vida con su arma reglamentaria. En los últimos años se reiteraron casos similares en las ciudades de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn.
Se trata de Cristian Isaac Huenchumán, de 27 años, quien hasta hace poco estuvo cumpliendo funciones en Comodoro Rivadavia.
A pesar que aún no hay una certeza total de los motivos, se presume que su suicidio estaría relacionado a un cuadro depresivo debido a una condena por abuso de autoridad.

Huenchumán, que vivía con su madre en el barrio Malvinas de la ciudad de Esquel, había sido condenado a tres años de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación para ejercer funciones públicos. La pena fue establecida luego de que Huenchumán, junto a otro agente, fueron declarados culpables de abuso de autoridad ya que golpearon salvajemente a una persona que había sido detenida.

De todas formas, las autoridades policiales aseguran que Huenchumán había superado el test psicofísico anual con absoluta normalidad, el joven era soltero y no dejó nota alguna argumentando sus motivos.

Condena apelable
Si bien la sentencia no era firme, en primera instancia el Juez Javier Allende condenó a Cristian Isaac Huenchumán a una pena de tres años de prisión de ejecución condicional y seis años de inhabilitación especial para desempeñarse como personal policial junto a otro suboficial, Cristian Alejandro Aravena. La sentencia fue leída en una audiencia desarrollada a fines de marzo último; mientras que los hechos habían ocurrido hace poco más de un año atrás.
En diálogo con radio Chubut, el comisario Víctor Acosta, jefe de la Comisaría Segunda de Esquel, explicó que Huenchumán hace un día se había reincorporado a sus funciones luego de gozar de 30 días de licencia. “Ayer se incorporó, cumplió su turno y se retiró a su domicilio” explicó Acosta tras señalar que en horas de la tarde noche se conoció el drástico desenlace.

La causa de abuso

El hecho por el que se los encontró responsables a Cristian Isaac Huenchumán y a Cristian Alejandro Aravena ocurrió hace un año, el 17 de marzo de 2013 aproximadamente a las 19:20 horas, cuando una comisión policial de la Comisaría Segunda de la Policía del Chubut, luego de aprehender legalmente una persona, la condujo detenida a esa dependencia.
Al ingresarlo por la parte de atrás, el suboficial Christian Alejandro Aravena le aplicó abusivamente al menos un golpe de puño en el rostro y cuando el damnificado cayó al suelo lo golpeó con un golpe de puño y patadas conjuntamente con el Cabo Cristian Huenchuman y otros efectivos policiales, dejándolo finalmente en el calabozo de contraventores.
La investigación fue llevada adelante por el fiscal Fernando Rivarola, en tanto que por la querella actuó el defensor público Omar López. Los imputados fueron asistidos por los Dres. José Julián Ripa, como defensor público ad-hoc y por Daniel Sandoval como defensor particular, en tanto que Javier Allende fue el juez de juicio.
“En cuanto a la autoría, no hay dudas que cada una de las personas que intervino durante los abusos que sufrió este ciudadano, lo hizo con conocimiento e intención de lo que había, sin otro señorío que le propio al realizar individualmente estas conductas. En virtud de ello, Aravena y Huenchumán deberán responder a título de coautores”, decidió el juez.