Un grupo de ex trabajadores de la pesquera Harengus se manifestó en la puerta del Municipio en reclamo por el pago del subsidio mensual que hasta el momento el Gobierno Provincial no ha depositado. En una escena que se repite mes a mes, los desocupados solicitan la mediación del Intendente Ricardo Sastre ante las autoridades provinciales, ya que el atraso en el pago es una situación habitual. “Estamos desesperados porque ya no tenemos de donde sacar plata, las cuentas se atrasan, vas a pagar y todo tiene intereses. Estamos esperando que el Intendente nos diga si le contestaron de Rawson, si el subsidio va a salir aunque sea para mañana. El viernes nos dijeron que cobrábamos el lunes y hoy no tenemos noticias”, relató Susana, una de las ex trabajadoras de Harengus.

Cuatro meses sin cobrar

Otro de los motivos de indignación de los trabajadores despedidos, es que, según dicen, la Provincia “se comió” cuatro meses. Esto es que, debido al corrimiento de las fechas de pago, algunos meses, por haberse vencido el plazo, no los han cobrado: “Recién estábamos sacando cuentas y ya van cuatro meses que no nos pagan, porque van cambiando las fechas de cobro. Primero era del uno al diez, después, entre que la nota le llegaba tarde o les falta una firma, porque los tiempos de ellos no son los nuestros, se fue corriendo y cuando nos quisimos acordar se fue al 20. Por eso estamos acá, porque no queremos que se coman otro mes más”, dijo Valeria, otra ex trabajadora. El miedo de los manifestantes se sustenta en que sólo queda un día hábil de abril, ya que los feriados que comienzan a partir de mañana impedirían el pago del subsidio, por lo que este mes estarían nuevamente sin cobrar.

La liquidación, de mal en peor

Cuando Harengus cerró sus puertas, el Gobierno Provincial se comprometió a pagar el subsidio (que actualmente es de tres mil pesos), hasta que se liquiden los bienes de la empresa y los trabajadores cobren los sueldos caídos y la indemnización correspondiente. Ante esta situación, la impaciencia de los que se quedaron en la calle aumenta cada día más, ya que el hecho de ponerse al día con el dinero que les deben sería una bocanada de aire fresco para sus cuentas. Sin embargo, las expectativas no son muchas, porque “el tema del Juez viene de mal en peor, porque todavía tenemos que esperar una firma más, ya está la de Catastro y es una contradicción, porque el Gobierno no quiere dar más subsidios, pero falta la firma de ellos para que se puedan rematar los dos lotes que le corresponde al Banco, más los dos lotes que nos corresponden a nosotros, pero si no está la otra firma no hay remate, no hay nada. La planta de San Julián salió con una base de más de ocho millones, pero no se presentó ningún comprador, entonces ahora tienen que sacar otro edicto que, según el Juez, cada uno de ellos sale 35 mil pesos, que salen de la cuenta que tienen de Harengus, más pagarle al síndico, eso es dinero que estamos perdiendo y hace tres años que estamos esperando”, señalaron los ex trabajadores.

“Nadie controla nada”

Actualmente, son 42 los trabajadores que perciben el subsidio, de un total inicial que llegaba a los 150. Algunos de ellos han conseguido trabajo efectivo, pero otros solo lo hacen durante la temporada, por lo que una vez finalizada, vuelven a estar en la misma situación. Otro de los reclamos de los trabajadores pasa porque el Gobierno se niega a pagar el subsidio a quienes se han vuelto a quedar sin empleo, a lo que se agregan también los “nuevos” desocupados de Yaganes: “Los que estaban trabajando en la temporada ya se quedaron sin trabajo, pero el Gobierno usa eso para decir que no les pagará más el subsidio. También hay ex compañeros de Harengus que pasaron a Yaganes y hoy también están desocupados, entonces los cupos de pesca se los dan a otras personas que se llenan los bolsillos, nadie controla nada y ellos vuelven a ser compañeros desocupados”.