PARA LO QUE GUSTE MANDAR

Sesenta y tantos años no es nada, Carpo

Bueno, al fin volvió, Rivera. Cárdenas, ni que lo hubiera dejado durmiendo en la calle. No, Cándido, no, pero no está bien eso de irse sin saludar. Bueno, Pelado, ya está, usté a veces es más pegajoso que novia quinceañera, me fui a Buenos Aires unos días con la patrona a ver a la familia, tampoco es para tanto, además acá le traje un regalito así no me rompe más las guindas con que no me acuerdo de los amigos. ¿Qué me trajo, Rivera? ¿Y qué le puedo traer de Buenos Aires, Cárdenas? Ni idea, ¿un reproductor de DVD?, ¿un plasma de sesenta pulgadas? Sí, Cárdenas, espere tranquilo, mientras tanto acá tiene una postal de la 9 de Julio, mire, se ve clarito el Obelisco. No se hubiera molestado, Cándido, en serio, no hacía falta, ¿quiere que le pague el flete? Pelado, usté es un desagradecido, vea.
Está bien, Cándido, está bien, la voy a guardar para el arbolito de Navidad, ¿qué se cuenta de Buenos Aires? No mucho, Cárdenas, lo que sí le garanto que no voy a transpirar más por lo menos los próximos seis meses, porque el calorón que pasamos los últimos días me deshidrataron para toda la cosecha. Cada vez que entrábamos al subte era perder dos o tres kilos. Pero está linda Buenos Aires, qué quiere que le diga, no sé si los porteños, pero la ciudad está linda. Como le conté, fuimos a ver teatro, aprovechamos también para conocer eso del IMAX, que es un cine en 3D con una pantalla más grande que el Rayentray… ¿Más grande que el Rayentray, Cándido? Es una forma de decir, Pelado, tiene como siete pisos de altura, una barbaridad. Caminamos mucho por Corrientes, comimos en Guerrín, que para mí es la mejor pizza, bah, hicimos todo lo que extrañamos, incluyendo ver a la familia y por supuesto a los amigos. Pero a los de acá bien que los dejó plantados, Cándido. ¿Va a seguir mucho tiempo con esa cantinela, Pelado?
Mire, hagamos una cosa, Cárdenas, pídase un par de cervezas así aflojamos las tensiones y brindamos. ¿Y por qué quiere brindar, Cándido? Podemos brindar porque nos reencontramos, podemos brindar porque todavía no lo asesiné y también podemos brindar por Norberto Napolitano. ¿Por quién? No sea animal, Pelado, se lo pido por favor, por Norberto Napolitano, Pappo. ¡Ah! Hubiera dicho Pappo directamente, ¿hay se cumple algún aniversario de su muerte, Rivera? No siempre da para recordar a la gente entrañable por su último día, Pelado, no, hace unos días, exactamente el 10 de marzo, el Carpo hubiera cumplido sesenta y cuatro años, motivo más que suficiente para tomar una cerveza en su nombre, ¿no le parece? Y hasta para recordar un poco su legado.
Porque Pappo, Cárdenas, por más que uno sea un viejo recalcitrante y le guste más el dos por cuatro que los riff de guitarras sigue siendo uno de los grandes fundadores del rock nacional, y a pesar que se fue muy temprano afortunadamente la vida le dio mucho de los reconocimientos que merecía, como aquella noche que tocó con B.B. King en el Madison Square Garden en Nueva York, cuando el mismo “rey del blues” lo presentó como uno de los mejores guitarristas del mundo y el mejor de Sudamérica.
Arrancó tocando en los primeros Abuelos de la Nada y con Los Gatos, pasó por La Pesada del Rock and Roll y Manal. Pero él mismo decía que su carrera había empezado en 1970, cuando formó su primera banda, Pappo’s Blues, con David Lebón y Black Amaya; con la cual sacaría siete discos hasta 1980. Vivió mucho tiempo por Europa y Estados Unidos y hasta cuentan que fue el primer guitarrista de Motorhead. ¿De qué, Cándido? Motorhead, Cárdenas, una banda de heavy metal británica muy conocida. No la juno, Cándido. No me extraña, Pelado, no se preocupe.
Otro de los hitos de la historia local fue la banda que formó con Michel Peyronel, Riff, que marcó el camino de ese estilo de música por estas pampas.
Lo último que hizo fue un disco que salió en el 2003, “Buscando un amor”, un disco clásico de rock y blues, integrando cuerdas y una línea de vientos arreglados por Javier Malosetti.
Y dos años después, la noche del jueves 24 de febrero del 2005 se fue como vino, se fue como vivió, a mil, en una moto, en una ruta, en esta vida.
Brindemos por los sesenta años del Carpo, Cárdenas, seguramente a él le gustaría este brindis.

 

Por Cándido Rivera
candidorivera@walla.com
www.rivera.bitacoras.com

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