La interpelación de la ministro Gabriela Dufour pasó a un segundo plano cuando llegó a la Legislatura, como si fuera una estrella pop llegó raudo con su séquito, el novel empresario Federico Otero, acompañado por cuatro abogados y tres técnicos. Nadie podía dejar de mirar a esos hombres vestidos con impecables trajes negros y pulseras de oro, deambulando por los pasillos de la Casa de las Leyes. La visita de Otero fue la más fugaz, ya que al ser reconocido por una trabajadora de Alpesca tuvo que salir raudo de uno de los palcos y custodiado por el personal de seguridad de la legislatura. Pero en su lugar se quedaron sus representantes, los cuatro abogados y los tres técnicos que pertenecerían a uno de los estudios jurídicos más prestigiosos de Argentina, incluso con raíces internacionales, perteneciente al letrado Héctor Yrimia.

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“Federico Otero es el dueño de Alpesca y la expropiación no tiene ningún sentido”, confirmó el poderoso abogado a El Diario al sostener que Alpesca se la compró a Omar “Cura” Segundo por medio de una escritura pública, pagándole diez cuotas de 250 mil pesos pagaderas una por año, y asumiendo todas las deudas que tiene la empresa de 240 millones de pesos, de las cuales 105 millones es de la AFIP y otras a proveedores.

Los argumentos

“Otero quiso tomar posesión de la empresa pero tuvo problemas por una mala información, porque los trabajadores entendían que se venía a desmantelar la misma, pero lo que queremos es explotar el recurso”, indicó Yrimia.
Al ser consultado sobre la falta de inscripción en la Inspección General de Justicia, dijo que se está gestionando con un abogado que se contrató en Puerto Madryn para hacer la inscripción, aunque insistió que “legalmente es el presidente de la empresa, me falta sólo la publicidad en el Boletín Oficial que se hará hoy o el lunes, pero la relación jurídica entre privados está confeccionada, y avanzar en una expropiación es una locura, no entiendo como el Estado se mete en una empresa quebrada”.

Misión comercial

El abogado relato que Alpesca tiene un ofrecimiento a través de una misión comercial que están haciendo el 28 de marzo para ir a tres provincias de la China donde tiene la posibilidad de contar un local para imponer la marca. “Nuestro producto es codiciado y China lo aprecia mucho, hablamos de un mercado de 300 millones de personas, y vender la producción es nuestro objetivo”.
Yrimia dijo que su presencia en la Cámara era para explicarles a algunos legisladores sus objetivos y para escuchar la interpelación. “Además, queremos mantener una reunión con el gobernador Martín Buzzi, porque queremos poner en marcha una de las plantas más importante de Argentina”.

Sin sentido

Para Yrimia la expropiación no tiene sentido, “teniendo capitales privados con iniciativa privada trae aparejado un mejor funcionamiento, nosotros queremos vender pescado, tenemos los compradores de las tres provincias Chinas las que están al límite con Rusia, en la Manchuria -donde están los soldados de terracota- son los que quieren comprar los productos”.
Yrima reconoce que hace una semana tiene contacto con Federico Otero “pero él no supo explicar lo que quiere hacer, hubo una mala interpretación y podemos pensar que alguien quiere mantener la planta para utilizarla no para comercializar pescado, sino otras sustancias prohibidas”.

No a la droga

El abogado dejo en claro que ellos no quieren la planta para comercializar droga mediante la pesca. “Esta es una de las modalidades que Argentina está adoptando para mandar droga a Europa. Nosotros queremos exportar langostino y sus variables con la mano de obra que puede ofrecer para llevar tranquilidad a los trabajadores e instalar a Chubut en el mundo”.
Agregó que no quiere que se caigan los permisos de pesca para evitar que pase a otra provincia. “Yo soy un buen abogado y mi cliente defiende Chubut y lo vamos a defender”.

¿Qué libros?

Al ser consultado sobre los libros que aparecieron en la casa de Segundo, el abogado indicó que no se sabe qué tipo de libros son. “Los libros están en poder de Otero certificados por escribano. Los libros que dicen encontraron ayer, puede ser una nueva maniobra para seguir ensuciando esta situación con el objetivo que no es la producción de la pesca”.
En cuanto a la sospecha que plantea dijo que todavía no tiene visualizado, “pero hoy hemos presentado en el juzgado de Puerto Madryn un abogado que hemos contratado para meternos en la causa. Yo fui juez durante diez años y no me cierra que se diga que hay una estafa en una supuesta venta simulada cuando está todo hecho en escribanía pública”.
No duda que a la justicia se le puede hacer una estafa procesal, “yo fui juez y entiendo de eso, se le puede hacer un escenario que puede aparecer como delictual, pero cuando se bajan los elementos objetivos, se demuestra que es todo una farsa. Se está ensuciando gente que lo único que quiere es ganar plata”.

Otero paga

Yrimia dejó en claro que Federico Otero está pagando los honorarios de cinco abogados, dos del área penal, dos laboral, un economista, y sus honorarios. “Algo de plata debe tener, porque si a mí no me paga, no me muevo. No conozco su billetera, pero le aseguro que no viene de ningún ilícito, de querer ganarla a partir del trabajo”.

Otero se asustó

Agregó que si hasta ahora no le pagó a la gente es porque fue agredido, golpeado, “se asustó y se fue de la ciudad, y cuando terminó su susto por intermedio de personas comunes, hizo contacto con nuestro estudio, lo que esperamos es que alguien del gobierno nos atienda porque no venimos para hacer la guerra sino para levantar la mejor empresa pesquera”.

No está en el negocio, pero sabe bastante

Yrimia confirmó que su especialidad es el mundo de la seguridad: “Tengo una Fundación y trabajo tanto en lo local como en lo internacional. Argentina está tercero en el mundo del narcotráfico y una de las maniobras para traer al continente la droga, es la pesca”. Puso como ejemplo que el kilo de droga en Buenos Aires está entre 4 y 6 mil dólares, y ese mismo kilo en España, se vende a 30 mil euros. “En Argentina hay un grupo importante de servicios de inteligencia que han venido de todo el mundo para controlar como sale la droga del país y nos observan, con tecnología que ustedes ni se imaginan, pero yo sigo luchando contra este flagelo, por mi país y por los jóvenes”.