La semana termina con la previa a lo que será la audiencia judicial a la que fue intimado El Diario de Madryn, y mi persona en carácter de propietaria y directora del medio, por el abogado Jorge Aidar Bestene, propietario del diario Jor-nada. El próximo martes concurriremos a los Tribunales de Madryn a un ámbito que intenta ser conciliatorio ante la demanda civil interpuesta por el multiempresario trelewense reclamando “daños y perjuicios” que se le habrían ocasionado, con la difusión de diferentes situaciones que lo involucran en gestiones, negocios o actos públicos.
A Aidar Bestene, parece molestarle sobremanera la libertad de expresión de otros, a pesar de liderar un multimedios. Por eso se habría molestado por algunas notas periodísticas esclarecedoras sobre hechos de interés público vinculados al Estado, donde de una u otra manera ha tenido que ver con mayor o menor protagonismo.

Entre los artículos cuestionados por sentirse afectado en su buen nombre e intención, Jorge Aidar Bestene quiere que se revise lo que dijimos en la edición del 12 de marzo de 2013, referida al escándalo de las viviendas de U.P.C.N, donde vecinos de Trelew resultaron estafados.
También se queja por una nota de análisis político donde se analiza el entorno gubernamental, y las complicaciones generadas al gobernador Martín Buzzi, del 11 de mayo de 2013.
Pero los cuestionamientos a esta línea editorial comprometida con los intereses del pueblo, venían molestando desde hace más tiempo. Para recibir la primavera 2011, el abogado por ejemplo se ´brotó´ con una nota del 21 de septiembre, donde legisladores advirtieron por el presunto desvío de fondos de viviendas para el autódromo que el hombre presidía y preside.
Entre otras cosas Aidar Bestene también se considera agraviado por un artículo publicado el 7 de mayo de 2012 que lo vincula al grupo Manzano- Vila.
Se contraria además por un artículo de tapa del 16 de enero de 2011, vinculado al manejo de fondos publicitarios del ISSyS cuestionados desde el propio organismo.
Así sucesivamente Aidar Bestene reclama que aclaremos o nos atengamos a la consecuencias, palabras más menos, de otros temas de interés común expuestos en ediciones tales como las del 4 de enero de 2012, 11 de noviembre de 2011, 17 de junio de 2011, 30 de julio de 2013, 31 de julio de 2013, 12 de marzo de 2013 y 31 de octubre de 2013, las que iremos reeditando cuidadosamente a fin de mantener absolutamente informados a nuestros lectores sobre el debate mediático que se comienza a dirimir no en las letras, sino directamente en la justicia.

Lee y repasa

Lo primero que nos queda claro con esta demanda es que Aidar Bestene lee El Diario de Madryn, cosa que nos ufana considerando sus múltiples ocupaciones y bien informados medios que lidera.
El segundo dato es que repasa minuciosamente el archivo, a tal punto de reclamar ahora cosas que le parecieron incorrectas hace más de tres años.
El tercero es que pese a su amplitud de criterio como dueño de medios, su condición de exitoso empresario que en todos los casos se ha mencionado en nuestras páginas en orden al carácter público que por derecho propio desempeña, siendo un referente de la actividad deportiva, (presidente de la Asociación de Volantes Mar y Valle), y empresarial, cuya gestión siempre es noticia; no le resulta tan asumido su importante rol, sospechando que el mérito de aparecer en las noticias no es propio, sino producto de alguna animosidad personal que de ningún modo existe desde nuestro Diario ni de mi persona. A tal punto que aprovechamos el espacio para reiterar nuestra admiración y respeto por tantos éxitos conseguidos, lo que no significa que debamos convalidar todas sus incursiones y acciones vinculadas al poder y a los dineros públicos o a situaciones que rozan gestiones de gobierno sobre las que debemos advertir, nos debemos antes a nuestra responsabilidad social ante la comunidad, como medio confiable que somos.

Otra vez al banquillo

No será la primera vez que nuestro medio y en lo personal, debamos defender el trabajo de nuestros profesionales, la laboriosa tarea de enfrentar los abusos de poder, el cotidiano trabajo de pararnos del lado de la gente, y los intentos constantes de silenciar o condicionar a la prensa. Hemos hecho, de 2004 junto a nuestro desaparecido codirector, Pablo Dratman, alguna escuela en este sentido, y en todos los casos, El Diario de Madryn ha salido indemne de los reclamos, incluso ante el pleito que mantuvimos con el Gobierno Provincial por el arbitrario cercenamiento de nuestros ingresos publicitarios hace unos años, donde la Justicia también nos dio la razón.
Por todo esto, obedientemente concurriremos una vez más a someternos a la Justicia. Desprovistos de cualquier prejuicio o de cualquier temor, porque creemos fanáticamente en que nada más que la verdad puede cambiar este mundito nuestro que supervive en la defensa solitaria que podamos hacer desde nuestras veredas, desde este terruño inmediato que nos amucha, y desde esta ignota pero generosa provincia por la que luchamos.

Un nuevo desafío

Para terminar quiero invitar a los lectores a tomar parte activa, dada la relevancia de un debate que involucra a dos de los tres principales medidos del NE del Chubut y numerosos temas de interés público, en un dilema esclarecedor. Dice la historia y la leyenda que Ninjas y Samuráis se diferenciaban uno del otro por la filosofía de vida que llevaban. Mientras que unos -los samurai- se guiaban por un código de honor (el más crudo ejemplo de este código es que los obligaba a suicidarse en caso de ser deshonrados) y perseguían la rectitud y la lealtad, los otros, los ninjas, manejaban la teoría de que «guerrero que huye sirve para otra batalla». Ellos no seguían un código de honor, no se manejaban dentro de ningún sistema de leyes y no respetaban ningún código ni regla nacional o extranjera. Solo obedecían a su señor.
Los samurais eran empleados para pelear tal como caballeros, en el campo de batalla, y defender las tierras. Eran parte del ejército regular. Sus reglas y códigos eran muy parecidos a los de los caballeros medievales de Europa y medio oriente (respeto, hospitalidad, compasión con el enemigo pero no con uno mismo)
Los ninjas eran una especie de servicio secreto, con misiones puntuales (espionaje, asesinato) y no figuraban en ninguna parte. No tenían honor y eran vistos por los samurai como traidores, ya que no seguían un código y no obedecían a un solo señor.
Con estos pocos (e imprecisos) datos, sería divertido conocer cómo se consideran ustedes, o qué les gustaría ser: un samurai o un ninja? Pueden escribirnos a [cb_icon name=»cb-fontawesome-envelope» font_size=»13px» padding_left=»1px» padding_right=»0px»] director@eldiariodemadryn.com, [cb_icon name=»cb-fontawesome-envelope» font_size=»13px» padding_left=»1px» padding_right=»0px»] redacción@eldiariodemadryn.com, [cb_icon name=»cb-fontawesome-envelope» font_size=»13px» padding_left=»1px» padding_right=»0px»]  samurai@eldiariodemadryn.com y sumarse al bushidō, porque aunque no lo crea, su opinión hace a la libertad.