IMPERDIBLES DE TRELEW

Sigue la sequía 

La recientemente inaugurada Planta Potabilizadora de agua ubicada al sur de la ciudad de Trelew traerá alivio sobre todo en tiempo veraniego y previsibilidad al futuro de la comunidad en cuanto al abastecimiento. Destinada a proveer de agua a los barrios del Norte, a Corradi y todo el sector del cordón que forman Inta, Moreira, Menfa, Constitución, Los Aromos y más, lo cierto es que está lejos de cumplir por ahora su función. Porque si bien se concretó el acueducto hasta Corradi y el agua empezó a fluir, éste no está conectado con la red de Corradi todavía, por lo que el agua no llega. Mucho menos va a llegar a abastecer a la cisterna Norte, tal cual el plan original, ya que se deben hacer muchas cuadras más de acueducto, las plantas de bombeo e impulsión para hacer llegar el agua a la cisterna y otras tantas obras menores que no fueron contempladas como complementarias de la obra principal. Por eso los vecinos que se quedan sin agua seguido y a los que cuando vuelve el agua a la red tardan días en recibirla por la falta de presión, deberán seguir esperando que esas obras se concreten. Por ahora no están anunciadas, el municipio conoce de estas falencias pero no ha indicado que las vaya a concretar y la Cooperativa no está en condiciones ni de pensar en hacerlas. Es por ello que no son pocos los que han advertido que por ahora la inauguración fue una foto muy linda pero poco efectiva. Parece que los funcionarios han desconocido el refrán que dice “agua que no has de beber, déjala correr” ya que al menos el agua potabilizada no corre a ningún lado.

Sin repuesto

Los taxistas de la ciudad están en llamas, muy enojados con el Ejecutivo y a pesar del contexto en el que les toca trabajar siguen prestando el servicio. Es que desde hace ya varios meses que esperan un aumento de tarifas, a la luz de los aumentos en los costos y sin mucha suerte hasta ahora. Por si fuera poco la semana pasada tras la devaluación del peso y el avance del dólar oficial, tuvieron que soportar que no había repuestos para los autos. Es que ante el panorama cambiario los proveedores de las casas de repuestos no tenían listados de precios y por ende las casas de repuestos de la ciudad, directamente cerraron sus puertas. Con este contexto complicado, los trabajadores del volante siguen prestando el servicio, pero rodeados de escollos y con una imposibilidad cada vez más real de mantener la calidad que tienen hasta ahora ya que sostener los autos en condiciones es casi una odisea. Sumado a esto han visto como en los últimos meses el municipio no tuvo empacho en salir al auxilio inmediato del servicio del Transporte Urbano de Pasajeros y para ellos un hubo ni un intento de evaluar la tarifa pedida con los costos de hace seis meses atrás. Esta cuestión de que el servicio de transporte es totalmente público y el de ellos semiprivado –cuando en el transporte hay una empresa que se beneficia y mucho-hace pensar que es hora de rever que sucede con los taxis que también forman parte de la imagen de la ciudad.

La silla vacía

En algún momento va a llegar. Ya vendrá un tiempo más tranquilo en el que el municipio decida volver a poner un Representante Municipal en la Cooperativa Eléctrica de Trelew. Por ahora el jefe comunal prefiere seguir meditando el asunto, al menos hasta que la administración de la Cooperativa se estabilice. Es que en medio de la convulsionada situación interna poner además otro actor que se meta en las peleas internas de los consejeros es apagar el fuego con nafta. De igual forma el intendente tiene consejeros que lo mantienen al tanto de lo que sucede internamente en el Consejo de Administración y de las intenciones de aquellos consejeros que no responden a la conducción política de la ciudad, como para ir tirando. El Ejecutivo espera tener “un panorama más claro del rumbo que irá tomando la Cooperativa” antes de presentar a alguien para trabajar internamente en la entidad. Porque además como “el que se quema con leche ve una vaca y llora”, el Ejecutivo no quiere repetir el sainete en que se convirtió la participación del ex representante municipal anterior, que luego de denuncias varias, una presentación judicial que le salió al revés y varios papelones, dejó la relación entre el poder concedente y la entidad en medio de un tembladeral.

Tuyos, míos, ¿nuestros?

Las internas dentro del gabinete de Máximo Pérez Catán, fueron uno de los motivos de la charla que tuvo días pasados con su referente Mario Das Neves. Es que en esto de fortalecer el bastión dasnevista en el que se refugiaron todos los ex funcionarios provinciales, el intendente fue perdiendo la posibilidad de “ordenar” algunas cuestiones. Entonces aunque se muestren todos cordiales, puertas adentro han existido varias grescas descomunales en las que todos amagan con la renuncia pero no se va nadie. Ahí radicó, radica y seguirá radicando, la dificultad que tiene el intendente para nombrar secretario de Gobierno. Entre los postulantes la condición es que Das Neves y Pérez Catán dialoguen y acuerden sobre todo hasta donde llega el don de mando de cada uno. Nadie quiere subirse a un barco con más de un capitán y si bien Pérez Catán ha dado sobradas muestras de que es un excelente conductor del proyecto Trelew, el entorno puesto por la agrupación Chubut y Su Gente, más arrimados, hijos y entenados; lo distraen y le hacen perder el tiempo en trivialidades. Con nombre y apellido, hay dasnevistas a los que les sigue molestando que en la privada esté “Pancho” Salto, a otros les revienta mal el poder otorgado a un foráneo como Federico Massoni, otros están furiosos por la independencia de Gustavo Castán y lo acusan de pisar expedientes para amargarle la gestión a otros secretarios. También se quejan de la pasividad de don Julio Tartaglione y hasta de Miguel Roldán. Basta con pararse un rato a ver quien pasa en el hall del municipio para que todos soplen algún malestar en el oído de los periodistas que cubren el Palacio y esperan de Pérez Catán que ponga los puntos sobre las íes.

Los ven pasar

La imagen de vecinos del Valle sentados en las reposeras mateando en la vereda les quedaría bien a los efectivos que cumplen tareas en las comisarías de Gaiman y Dolavon. Sería una forma de que puedan ver pasar al menos la delincuencia que azota ambas localidades. Es que con esto de las cuadrículas que es una especie de “seguridad para ciudades” pero no para los pueblos, muchos efectivos volvieron a recorrer las calles de localidades que a la hora de la seguridad parecen tener más categoría que otras. A raíz de estos refuerzos “para la foto”, las comisarías de estos lugares como las de otros tantos poblados del interior, se quedaron prácticamente sin gente. Si a esto se suman las vacaciones –lógicas- del personal, el resultado es el que se vive por estos días en el Valle. Muchos vecinos se han quejado porque han llamado a la comisaría para alertar de la presencia de algún automóvil sospechoso, o de gente tomando en la vía pública y provocando desórdenes, y desde la comisaría responden “no podemos identificarlos porque tenemos poco personal”. En el caso de Gaiman hay tres efectivos por turno para un ejido que tiene cientos de kilómetros de chacras. Durante el mes de enero en Gaiman robaron en varias casas de familia, desvalijaron otras, y la última semana hasta le robaron todos los bolsos del auto a turistas que se bajaron en una hostería. Y mientras la flamante camioneta Amarok que destinaron a la dependencia está estacionada en la puerta, la respuesta cada vez que llamaron a la comisaría fue la misma: “No hay personal”

ÚLTIMAS NOTICIAS