Los largos viajes que se encaran en estas fechas son muchas veces una verdadera complicación para los pacientes celíacos, ya que las comidas que ofrecen las empresas de transporte de pasajeros, tanto sea arriba de los micros como en las paradas, no contemplan esta posibilidad.
Si bien la legislación y las resoluciones vigentes en relación a los derechos que les asisten a los celíacos no obligan a las compañías a suministrar menúes libres de gluten, en el mercado existe una tendencia en ese sentido.
Por esta razón, el Ministerio de Salud de la Nación, a través del Programa Nacional de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca, sugirió a las personas que padecen la enfermedad que den aviso con anticipación a las empresas de transportes para que éstas evalúen la posibilidad de adaptar los menúes que ofrecen en sus servicios, especialmente cuando se trata de viajes de larga distancia.

En el verano, más
Más allá de las recomendaciones generales acordes a la época estival, los celíacos deben estar atentos a lo que ingieren controlando la presencia de trigo, avena, cebada o centeno en las comidas. Las pautas de alimentación y cuidados necesarios para una dieta libre de gluten deben mantenerse y vigilarse aún más en verano, sobre todo si las vacaciones transcurren fuera de su casa.
«Al momento de preparar el viaje, el primer paso es dar aviso a la empresa a cargo del traslado hacia el lugar vacacional: si las distancias son largas y se requiere más de una comida, es importante acercarse a la empresa contratada y comentar allí sobre la enfermedad para que ofrezcan un menú alternativo. También se puede preparar alguna colación que no requiera de frío para su mantenimiento. En el caso de Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera permite, a la hora de realizar la reserva de vuelos, optar por el menú para celíacos», expresó Jimena Arauz, coordinadora del Programa Nacional de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca de la cartera sanitaria.
«Y al salir a comer fuera de casa, es importante tomarse unos minutos para explicar fácilmente a quienes atienden restaurantes y locales de comida qué alimentos pueden consumir las personas celíacas y la importancia de no contaminarlos involuntariamente con otros que puedan contener gluten. Esto permitirá disfrutar de una rica comida y sin complicaciones», aconsejó la funcionaria.

Vacaciones sin gluten
La opción de «helados libres de gluten» se extiende cada vez más en nuestro país. Varias de las principales heladerías tienen su opción en sabores aptos. Ante esto, hay que saber que además de pedir que el helado se sirva en potes de plástico o telgopor, hay que solicitar a quien lo sirva que destine utensilios especiales o, en todo caso, lave cuidadosamente las cucharas a utilizar.
Si un niño celíaco concurre a una colonia de vacaciones, es fundamental que puedan proveerle alimentos sin gluten. Para ello, el personal a cargo y de cocina debe estar advertido acerca de que requiere de una dieta y cuidados especiales en la elaboración de las comidas. Siempre es bueno resaltar que lo más recomendable es adaptar, en la medida de lo posible, la comida libre de gluten a aquella que recibe el resto de los chicos.
Además de estos consejos para incluir en la dinámica alimentaria de las personas celíacas en vacaciones, el Programa Nacional de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca recomienda el contacto previo con las distintas asociaciones de celíacos de cada lugar para solicitar información sobre restaurantes y puntos de venta de alimentos sin gluten.