Por Cándido Rivera
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Lo que es la calor, Cándido. El calor, Pelado. Sí, sí, está terrible. Lo terrible es su gramática, Cárdenas, el calor es masculino. Mire si con este sopor me voy a andar fijando en masculinos, Cándido, no sea jorobado y pídase una cervecita. Pero estoy tomando un café yo. A usted sólo se le ocurre tomar café con esta calor a las siete de la tarde. Con este calor, este calor, Pelado. Por eso, pídase una cervecita.
Bueno, ¿qué se cuenta, Rivera? ¿Qué quiere que le cuente?, es pleno enero, usté sabe que a esta altura del año no hay mucho que contar, ¿quiere que hablemos de política? Tanto como deseo filetearme un dedo y servirlo marinado, Cándido. Me imaginé, entonces aprovecho y le pregunto si sabe quién fue Janis Joplin. Me suena, Cándido, me suena. Me llega a decir que le suena del Manchester United del 74 le juro que lo estampo contra esa pared. Janis es nombre de mujer, Cándido, ¿cómo se le ocurre?, no, me suena que tiene que ver algo con la música, ¿no? Mire usté, Pelado, hoy me sorprendió, efectivamente, Janis Joplin tiene que ver mucho con la música. ¿Era pianista clásica, no? No, Pelado, iba bien pero la embarró hasta las pantorrillas, frene ahí antes de empeorarla.
No, Janis Joplin fue la voz del rock and roll y el blues. No me mienta, Cándido, la Voz era Sinatra. Pero no del rock and roll y el blues, Cárdenas, no me mezcle calefones con rabanitos. Pero, igual, Janis fue mucho más que una cantante de blues, fue un verdadero símbolo de la juventud de los sesenta, se la considera la primera mujer estrella de rock, además de haberse transformado en un verdadero ícono de aquellos años de Woodstock, la defensa de los derechos civiles y la resistencia a la guerra de Vietnam, ¿se acuerda algo de esa época? ¿Qué quiere que le diga, Cándido?, acordarme me acuerdo, pero uno tenía que yugarla en esos días y mucha bola no le daba a esas cosas. Bueno, no le voy a mentir, yo tampoco, pero con el tiempo fui leyendo más de aquella época y revalorizando ciertas cosas. Por ejemplo, Summertime es uno de los temas que más me agradan de la música norteamericana y la versión de Joplin es definitivamente la que más me gusta, sin lugar a dudas. Tiene que escucharlo; Janis Joplin, más allá de todas las críticas que le hayan hecho, que era una borracha, o que era una drogadicta, arriba del escenario ponía el cuerpo y el alma, Pelado, especialmente el alma, uno ve cualquier video de sus presentaciones y siente cómo se desgranaba lentamente con cada tema, como lograba dejar todo el espíritu en cada nota. Hágase un favor, busque en Youtube cualquier tema de Joplin y después me cuenta. ¿En yutuve?, ¿quiere que vaya en coche a buscar el tema? Youtube, Pelado, no puede ser tan animal, una página web donde hay millones de videos para ver gratis en internet. Ah, no, eso no hay en mi computadora. ¿Qué cosa, Pelado? Eso, ailoveyu. Youtube, pedazo de troglodita, le estoy diciendo que es una página de internet, ¿acaso usté en su casa no tiene internet? Tengo. Bueno, ponga en el navegador youtube y listo. ¿En qué navegador, Cándido, su computadora también tiene GPS? No puedo creerle, Pelado, le juro que no se la creo, ¿usté acaso no navega en internet? Sí. Bueno, entonces usa un programa para navegar. Sí. ¿Y si es un programa para navegar, cómo se llama ese programa, Pelado, por todos los santos? No, por todos los santos no es, creo, tiene como una “e” grandota. ¡Mah’sí, Pelado, ese mismo, abra ese programa, ponga youtube y busque un tema de Janis Joplin! ¡Ah!, ¿ve, Cándido, que cuando me explica bien se entiende todo? Veo, Pelado, veo, lo que no quiero es pensar.
Bueno, a todo esto, Rivera, ¿a qué venía lo de la Stanis Coplin? Janis Joplin, Cárdenas, venía a que hoy cumpliría 68 años. ¿Cumpliría, qué, se murió? Sí, Pelado, en 1970, de una sobredosis. ¡Qué raro! ¿Qué cosa qué raro, Cárdenas? Que a usted le guste un músico drogadicto. Pero qué tipo retrógrado que es usté, Cárdenas. Le había dicho que a pesar de lo mucho que se dijo Janis Joplin fue una de las artistas más inolvidables de toda la historia del rock, está en el Salón de la Fama del Rock, en cualquier listado de cualquier país siempre va a figurar entre los cincuenta mejores músicos de todos los tiempos y… Se murió de una sobredosis, Cándido. Sí, ¿y? Bueno, que no la palmó de viejita. No, Pelado, no, me está haciendo enojar. Mire, la vida de Janis Joplin no fue justamente un ejemplo de sanidad tampoco, de hecho sufrió tanto la adicción al alcohol como a las drogas, pero cerca de su final había comenzado una verdadera etapa de desintoxicación. Había armado una nueva banda, estaba grabando un nuevo disco, “Pearl”, se había enamorado de nuevo, pero parece que no pudo escapar de cierto mundo. De hecho aún hoy no se sabe bien qué pasó la noche que murió y es uno más de los misterios que envuelven las muertes de muchos de las estrellas de rock, como la de Jimi Hendrix o Jim Morrison. Recién la encontraron dieciocho horas después del deceso, con una sobredosis de heroína con un porcentaje de pureza de casi 40%, cuando lo cotidiano en esos días era apenas un 2% y jamás se encontraron las jeringas. Todo eso cuando todos aseguraban que ya Janis no consumía. ¿Me va a seguir rompiendo con eso de las drogas, Pelado? Bueno, ni que fuera su amiga, Cándido. No, no fue mi amiga, Cárdenas, pero me saca que muchos la recuerden por esa imagen de reviente y no por la vida que dejaba en cada escenario y que aún hoy se extraña.
Así que, Pelado, guarde aunque sea una vez esos prejuicios de clase media y escuche alguno de sus temas, después me cuenta si le gustó o no.