LA NEGOCIACIÓN DE KICILLOF EN EL CLUB DE PARIS ESTARÍA CERRADA Y GARANTIZARÍA LEVANTAR EL DEFAULT A 19 PAISES POR UN MONTO SUPERIOR A LOS 6 MIL MILLONES DE DÓLARES. CLAVE PARA PENSAR NUEVA ETAPA Y NUEVOS INVERSORES

Cuentas claras

ROMANAAyer toda la atención del sector privado giró en torno a como le iría a Axel Kicillof en la negociación que fue a cerrar a nivel internacional.
No faltaron los contextos de tal gestión. Como recordó el periodista De Nardo, esto viene de largo.
“He firmado otro decreto en el que instruyo al ministro de Economía para que con reservas del Banco Central cancele la deuda del Club de París”. Son palabras de Cristina Kirchner, pero no recientes. Fueron pronunciadas el 2 de septiembre de 2008, en un discurso difundido por cadena nacional con motivo del Día de la Industria. Allí la Presidenta anunció que el gobierno cancelaría con la utilización de reservas la deuda por 6.706 millones de dólares.
Ya había pasado la guerra con el campo y el gobierno estaba recomponiéndose. Pero sobrevino la crisis internacional y la agudización de las dificultades crediticias en el mundo desaconsejaron ese paso que iba a dar la Argentina, que optó por preservar sus reservas, por entonces de 47.146 millones de dólares. Hay quienes afirman que esa fue una excusa, que la verdadera causa por la que no se avanzó con lo anunciado por Cristina fue la oposición de su esposo.
El 15 de noviembre de 2010, ya fallecido Néstor Kirchner, la Presidenta anunció también por cadena que el Club de París había accedido a negociar la deuda impaga que ya redondeaba los 7.500 millones, sin la intermediación del FMI, tal cual venía solicitando la Argentina. En el marco de ese anuncio Cristina dijo que el país estaría en condiciones de comunicar el levantamiento total del default el año siguiente. Las reservas ya ascendían a 52.000 millones de dólares.
Pero eso no sucedió, ni tampoco cuando ya iniciado el segundo mandato de CFK, con Amado Boudou como vicepresidente y Hernán Lorenzino al frente del Palacio de Hacienda, se vislumbró una vuelta al mercado de capitales.

Vuelta al ruedo

La orden emanada por Cristina de Kirchner hace dos meses recuperó la idea de cumplir esta tarea pendiente y finalmente desde ayer comenzó a implementarse. Tal como anunció en su columna Guillermo Laborda desde Ambito Financiero “se anunciará en París el acuerdo para levantar el default con 19 países. Tras las elecciones legislativas de octubre y el cambio de gabinete, la instrucción presidencial fue acelerar las conversaciones con el Club de París, casualmente un organismo creado en 1956 para tratar la renegociación de la deuda con la Argentina. Fuentes del sector financiero con intereses directos en la negociación aseguraron que ´esto está cerrado´”.

De que se trata

El nuevo entendimiento que sería por un monto superior a los u$s 6.000 millones se firmaría con los 19 países con créditos por cobrar de la Argentina, de los cuales el 85% correspondía originalmente a seis de los integrantes del Club de París: Alemania, Estados Unidos, Holanda, Italia, Japón y España (este último luego tuvo un tratamiento particular).
Como siempre sucede, se alinearon diferentes intereses para cerrar la transacción. Del lado argentino, la necesidad de obtener inversiones y divisas. Del otro lado, oportunidades de negocios como Vaca Muerta, por ejemplo (una de las claves para obtener el apoyo de los Estados Unidos). Previamente se habían dado pasos que eran una condición «sine qua non» para llegar a esta jornada. El entendimiento con las empresas que habían obtenido un fallo a su favor en el CIADI, el tribunal del Banco Mundial, era un caso puntual. También, la normalización de la relación con el Fondo Monetario Internacional, con la puesta en marcha del nuevo índice de precios a nivel nacional en reemplazo del IPC tradicional, ya moribundo tras la intervención de Guillermo Moreno. Axel Kicillof comunicó a Cristina de Kirchner la semana pasada en el sanatorio Otamendi y luego en Casa de Gobierno los avances en las negociaciones. Actuó en realidad de mensajero ya que las negociaciones fueron cerradas por Hernán Lorenzino y Adrián Cosentino, exministro y exsecretario de Finanzas, respectivamente.

Detalles finos

Según Laborda, saltaron “Paradojas del organigrama oficial: quien era subalterno, Kicillof, ahora firma y anuncia un acuerdo realizado por su ex jefe, ahora en un escalón inferior. El actual ministro entró en la sede del Club de París en Rue de Bercy y propuso el esquema de pagos a los acreedores. Tras idas y vueltas, se definirá un entendimiento que otras fuentes consultadas estimaron en poco más de u$s 6.000 millones (lo que de confirmarse significaría un importante alivio por intereses y punitorios del orden de los 4.000 millones de dólares).
El impacto en mercados de este eventual anuncio sería positivo para las paridades de los papeles argentinos. Como ya fue varias veces anunciado este intento de acordar con el Club de París, hubo mucha desconfianza sobre que finalmente el Gobierno pudiera levantar el default con los países acreedores. El lobo vino en esta ocasión. De esta manera, el Gobierno podrá tachar de la tarea para el hogar este ítem, tal como hiciera con el CIADI y el nuevo índice de precios como lo requería el FMI. En las próximas jornadas en paralelo se sumará la firma del acuerdo para compensar a Repsol por la expropiación en YPF. Quedarán por delante cruzadas más complejas, como el juicio de los fondos buitre en Nueva York. También una negociación que es más interna y que es la que motoriza el despegue del dólar en la plaza informal: el incremento del rojo fiscal, que obliga a imprimir billetes al BCRA para financiar al Tesoro. Hasta ahora hubo tibios avances en este sentido, y la meta es simplemente llegar de la mejor manera a marzo, con la aparición de las divisas de una cosecha de soja que hasta ahora promete ser alentadora”. Dependerá del clima. Habrá que practicar la danza de la lluvia para este peligroso frente cambiario.

Fuentes: Parlamentario, Ámbito Financiero

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