PONE DE MANIFIESTO LOS GRUESOS ERRORES DE LOS INVESTIGADORES LOCALES

Perito dice que el cuerpo de César Monsalve tenía signos de violencia y que murió en otro lugar

8A cinco meses de haber sido encontrado sin vida el cuerpo del adolescente César Monsalve, la familia del chico sigue reclamando justicia por su muerte, la cual consideran como un “homicidio” a pesar de las hipótesis interminables y sin sustento científico de los investigadores locales. Solo que esta vez para refutar esas hipótesis en las que no creyeron nunca, recurrieron a un profesional, Carlos Eduardo Alsina, Médico Legista M.P. 1368 quien en base al informe que se hizo con los forenses locales, elaboró un informe a pedido de la familia, que no solo indica que el chico fue asesinado, sino que murió en otro lugar diferente al que fue encontrado. Cabe recordar que a César lo encontró un chico de un barrio cercano, tras varios rastrillajes de la policía en descampado ubicado detrás del Aeroclub de Trelew.
Como primer detalle el doctor Alsina señala sobre el material fotográfico, pericias y análisis que le fueron acercados, que “no se encuentra entre el material descrito en formulario de Cadena de Custodia utilizado habitualmente”.
Y lo que es más grave aún señala que “no se observa durante el proceso de la investigación, ni en el proceso de Autopsia la existencia de Peritos propuestos por la señora Monsalve”, y dice que claramente “ello perjudica notablemente la credibilidad sobre los procedimientos y protocolos cumplidos habida cuenta la utilidad de designar más expertos durante los mismos especialmente en un caso tan particular y terrible para una familia como el investigado aquí, en que se mezclan concretamente las sospechas sobre el accionar de la fuerza Policial”.
Apunta el profesional que “resulta inexplicable la omisión del profesional forense acerca de la investigación de posible abuso sexual u otras formas de violencia local” y que “la víctima pudo morir por asfixia mecánica, lesiones por armas de fuego o arma blanca punzante. Pudo existir ataque sexual previo” y además indica que “las determinaciones entomológicas analizadas no logran contradecir las hipótesis anteriores”.

Otro escenario

Sobre la forma en la que fue encontrado César, resalta el perito que “los restos o despojos cadavéricos se encuentran en decúbito ventral. El cráneo apoyado sobre su lado izquierdo” pero “se observa en la región parieto occipital derecha una intensa infiltración sanguínea cuyo origen debería ser analizado histopatológicamente para descartar traumatismo vital”.
Además precisa Alsina que “se observa el cráneo con muestras de haber estado previamente a su hallazgo apoyado de frente contra el terreno y en forma diferente a la encontrada y registrada”, en el informe pericial.
También revela que “se observan orificios en los tejidos blandos del que no puede descartarse como producido por proyectil de arma de fuego” y en otras fotografías dice “se observan orificios de características que explicitan la necesidad de una pericia histopatológica sobre los mismos” y remarca en otro párrafo que “podrían corresponder a heridas por proyectil de arma de fuego o de lesiones punzantes con arma blanca”.

Hipótesis descartadas

Uno de los detalles que llamó la atención, revelados por la familia del adolescente la semana pasada, es el hecho de que no se realizó prueba alguna para descartar una posible violación. El dato conmociona pero tiene sustento en lo que Alsina menciona en su informe donde dice por ejemplo que “existe una probable lesión en cara súpero interna de muslo izquierdo mal enfocada cuya descripción no consta en informe de Autopsia”.
Explica también que “la zona interglútea tiene signos aparentes de violencias” y detalla en el cuerpo del chico lesiones que presentan tierra y otros detalles que harían suponer que pudo haber existido una cuestión semejante.
Destaca el médico que “el tipo caracterizado de las violencias que se observan, no fueron consignados en el protocolo o informe de autopsia lo que entiendo constituye una grave omisión por parte del Perito Forense Oficial”.
También critica el informe que “se observa que mediante una cuchara se procede a tomar una muestra terrosa de la región interglútea detallado en el Informe de autopsia. No hay otra toma de muestras para estudios sexológicos”.

En la cabeza

Alsina repasa además sobre lo que puede resaltar de las fotos tomadas del cuerpo que “se observa la falta del segundo molar superior derecho. En informe anterior se explicitó que la dentadura se encontraba completa. Aquí se ve que falta ese elemento sin que se consigne si se halló suelto o si estaba perdido, tampoco si su desprendimiento se debió a causas traumáticas vitales”.
Y explica que “se observa gran cantidad de material terroso dentro de la boca e incluso obturando en parte las piezas dentarias. Esto coincide y demuestra que el cráneo fue movido pues fue encontrado de acuerdo a lo visto antes, sobre su lado izquierdo”.
Asimismo resalta que “se observan ambas plantas de los pies notándose que la zapatilla izquierda faltó de tiempo atrás por el avanzado estado de resecamiento que la piel muestra a diferencia de la derecha” y en la cabeza “se observan las cubiertas meníngeas y en ellas manchas distribuidas uniformemente y similares al petequiado provocado por compresión del cuello en las asfixias mecánicas pero cuyo detalle exacto se confirmaría únicamente por estudios de histopatología que no me consta se hallan solicitado”.
Sobre la hipótesis que el chico murió en un lugar diferente, explica Alsina a la familia que se observa una palidez interna del interior del muslo más allá de la coloración habitual producida por degradación putrefactiva y que en principio puede corresponder a hipovolemia vital, es decir que antes de la muerte haya existido una pérdida importante de sangre por diferente tipo de heridas”.

Autopsia

Alsina postula que el informe pericial “olvida la presencia en estos restos, de la zona genital cuyo examen resultaba imprescindible a efectos de buscar una probable riquísima información Médico Legal respecto de violencias y signos de abuso sexual, cuestión que siempre es obligación inexcusable del experto Forense designado y que no se ha realizado en el caso presente”.
Del informe pericial del Laboratorio de Química y Toxicología Forense de la Morgue Judicial de la Nación respecto del material investigado pone en valor el forense que “en Vísceras la existencia de Cafeína en trazas no cuantificable y en dosis no tóxicas ni letales”.
“Esto da por tierra con aquellas afirmaciones existentes en la investigación acerca del lugar del hallazgo en cercanías del Aeroclub que afirman que se trataba de un predio en el que se reúnen personas para intoxicarse con sustancias prohibidas. Desacreditó innecesariamente al menor haciéndolo aparecer en ese tipo de actividades y soslayando la situación real del caso: Desaparición y muerte de etiología violenta de un niño”, critica el profesional.

Tenía signos de arrastre y murió en una posición distinta a como lo encontraron

Para la Justicia el caso de César es una “lamentable muerte de un chico con problemas”, sin embargo el mismo informe pericial policial señala datos que todos juntos ponen de manifiesto que esta afirmación es por lo menos incompleta y posiblemente falaz.
Por ejemplo sobre el faltante de una muela de la boca del chico una odontóloga forense participa de su inspección y omite el dato.
Se detalla en el mismo la existencia de una “presunta mancha hemática de grandes dimensiones” sin que conste su verificación pericial posterior que podría corresponder a las posibilidades de una muerte violenta.
Y también se marca el hallazgo de varias prendas entre ellas, “un trozo de tela trabajado en forma circular”. Pero “este objeto no parece corresponder a las prendas que vestía la víctima por lo que sería de importancia la búsqueda de material genético en la misma al igual que en el resto de las encontradas”.
Tal vez lo más significativo sea que había “signos de arrastre del cuerpo” lo que no se encuentra corroborado pericialmente pero que coincide con la hipótesis que el cadáver no fue hallado en el lugar del hecho primario y que antes de ser depositado por terceros en ese lugar, ha estado en otro, dice Alsina.
Alsina concluye que “los restos humanos hallados pertenecerían a una persona del sexo masculino cuya muerte se produjo en lugar distinto al de su encuentro, ya que no resulta posible que la mitad superior del cuerpo se encuentre totalmente destruida por distintos tipos de alimañas, con huesos de la cintura escapular y miembros superiores ausentes o corroídos y, siendo que la muerte se produjo unos 7 días anteriores como afirma el Forense, el resto del cuerpo, de la cintura hacia abajo se encuentre en buen estado de conservación y sin signos de violencia en un predio donde merodean canes, demás alimañas. El cuerpo debió haber permanecido en otro lugar, parcialmente tapado y luego llevado al lugar secundario”.

 

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