MALDITA TECNOLOGÍA

La NASA quiere cultivar nabos, berros y albahaca en la Luna

Moon_2La problemática del hambre a nivel mundial es uno de los temas que tienen en vilo a muchísimos especialistas. Es que la humanidad sigue creciendo en número y la tierra es una sola, por lo que día a día surgen nuevas propuestas de alimentos para paliar las hambrunas que vislumbran en un futuro no tan lejano.
En ese camino es que se supo que la NASA, el órgano aeroespacial de Estados Unidos, enviará a la Luna, en el año 2015, un pequeño vivero con el que experimentará el cultivo de nabos, berros y albahaca y que podría representar el comienzo de la horticultura para alimento humano en la superficie selenita.
De esta forma, especialistas de la NASA comunicaron esta semana que la cámara sellada para el primer intento de germinación sobre la Luna irá a bordo de una nave privada que resulte ganadora del Premio Lunar X de Google.
«Nuestro concepto es el desarrollo de una cámara de cultivo simple, sellada, que pueda sustentar la germinación en un período de cinco a 10 días en la Luna», indicó la agencia. «Un filtro de papel con nutrientes disueltos, dentro de la cámara, puede alimentar a un centenar de semillas de berros, diez semillas de albahaca y otras diez de nabo».
Demás está decir que cien plantitas de berros, diez de albahaca y diez de nabos, por más nutrientes super elaborados que le pongan, no van a solucionar los problemas alimenticios de nadie, pero este lanzamiento sólo sería a modo de prueba. Además de ser la punta del iceberg de una apuesta mucho mayor y que parece sacada de las mejores novelas de ciencia ficción.
Un comunicado del Centro Ames de Investigación de la NASA explicó que el objetivo del experimento es determinar si «los humanos pueden vivir y trabajar en la Luna (…) quedándose durante décadas», por lo que un primer paso en ese sentido es el envío de las plantas.
«Recién germinadas, las plantas pueden ser tan sensibles como los humanos a las condiciones ambientales y a veces más sensibles», continuó el comunicado. «Las plantas llevan material genético que puede resultar dañado por la radiación, al igual que los humanos”.
El envío de las semillas servirá para explorar el ambiente lunar tal como en viejos tiempos los mineros llevaban un canario adentro de los túneles para detectar la presencia de gases explosivos.
De todas formas, el experimento no involucra la prueba de cultivo de las plantas sobre el suelo lunar, cubierto por un polvo que carece de muchos de los nutrientes que sustentan la vida vegetal, y en el cual no existe el material orgánico descompuesto que enriquece el suelo terrestre.
Asimismo los niveles de radiación en la Luna son mucho más intensos que en la Tierra ya que el satélite no posee una atmósfera que detenga los rayos más dañinos del Sol.
En la superficie de la Luna las temperaturas varían en un mismo día desde los 100 grados a los 173 grados bajo cero, y el ciclo de luz y sombra que regula la fotosíntesis está sujeto al hecho de que el «día» lunar dura unos 28 días terrestres.
Datos que, indudablemente, complicarán cualquier intento de desarrollo agronómico.
A pesar de todo esto, el Centro Ames explicó que una vez que la nave se pose sobre la Luna un mecanismo liberará un pequeño depósito de agua que humedecerá el papel e iniciará la germinación de las semillas del mismo modo que ocurre en el experimento escolar.
Los brotes serán fotografiados a intervalos regulares con resolución suficiente para comparar las pautas de crecimiento en plantas de control en la Tierra.
«Usaremos la luz natural del Sol sobre la Luna como fuente de iluminación para la germinación de las plantas como una primera demostración del uso de los recursos in situ», añadió.
Sin lugar a dudas se trata de un proyecto tan innovador como polémico, en épocas donde miles y miles de personas se oponen al uso de agrotóxicos el hecho de cultivar en el espacio, con radiaciones intensas y sin ningún tipo posible de control será, por lo menos, debatible.

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