Un final cantado. El único candidato a nivel provincial, el intendente de La Matanza Fernando Espinoza, fue coronado ayer como el nuevo presidente del PJ bonaerense, a cinco años de su última interna y ante la espada de Damocles judicial que amenazaba con declarar la caducidad partidaria.

“En nuestro partido no hay individualidades. Este es el legado que nos dejaron Perón y Evita. Acá está el peronismo”, celebró Espinoza en su discurso de victoria, junto al gobernador bonaerense (y titular interino del PJ nacional) Daniel Scioli y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, a cada lado. La figura del renovador Sergio Massa, victorioso en las legislativas de octubre, sobrevoló los comicios internos. El matancero le envió un mensaje no tan cifrado. “No queremos tener candidatos que crean partidos políticos tres meses antes de una elección para ganarla, eso no es serio”, opinó electo titular partidario, que reemplazará a la ministra sciolista Cristina Alvarez Rodríguez (que asumirá como vice).

Massa envió su propio subtexto: aún con mandato como presidente del PJ de Tigre, el diputado no sólo no votó sino que pasó la jornada en el Delta con su familia. En la previa eleccionaria había ordenado a su tropa no disputar de forma institucional por el partido. El mandamás de José C. Paz, Mario Ishii, buscó su apoyo para su frustrada candidatura, cuya impugnación allanó el camino a la segura consagración de Espinoza.

Desde la sede nacional, sede de los festejos oficiales, Jorge Landau, apoderado del PJ, informó que votaron más de cuatrocientos mil afiliados bonaerenses; lo que no llega a representar el 30% del padrón.

(Cronista)