Hace unos días, en el marco de una extensa nota periodística, hice algunas declaraciones, respecto de la situación grave, de desocupación en la que se encuentra sumergida nuestra comunidad.
En Esquel falta el trabajo, y existe un gran nivel de preocupación por la salud y la seguridad de nuestra comunidad.
Eso afirme y tal vez toqué un nervio sensible de la gestión municipal.
A veces no logro entender, el porque duele tanto toparse con la realidad, a ver, para que quede claro, no celebro la falta de trabajo. Todo lo contrario, me preocupa y me ocupa. La realidad no se modifica negando o silenciando, sino reconociendo y gestionando la crisis, en beneficio de la gente.
Pero claro, el conocimiento o reconocimiento, implica conciencia y compromiso, y claramente no puede limitarse a estadísticas formales.
La soberbia, la descalificación y las contestaciones agresivas, entre quienes hemos sido elegidos para ejercer la función pública, cuando se dice lo que no se quiere escuchar, conspira contra la solución de cualquier problemática.
Contrariamente a esa filosofía, creo que siempre se puede trabajar en equipo, que todos tenemos nuestros saberes y experiencias y que es nuestra responsabilidad ponerlos al servicio de los que necesitan.
Dicho esto, reafirmo que, nuestra comunidad sufre de una falta de trabajo alarmante.
Que no es necesario contar con índices, para sostener responsablemente que, a una cada vez mayor cantidad de personas, les resulta cada vez más difícil obtener o mantener un empleo.
La abstracción de muchos políticos, bañados en el bronce de la experiencia, que les genera una pseudo impunidad, es derribada por la realidad de los vecinos, aquellos con los que día a día me contacto desde distintos espacios y me relatan los obstáculos que ellos o sus hijos o sus mujeres o sus amigos sufren al momento de salir a buscar trabajo.
Tampoco necesito índices para afirmar que nos esta carcomiendo una inflación desbocada, más allá de lo que oficialmente se informe. Abono al escepticismo inteligente.
La realidad nos enfrenta a la desocupación, la falta del trabajo y la inflación, y el intendente de nuestra ciudad decide, simplemente, confiar en los índices oficiales.
La ciudadanía se expresa mediante el voto, mostrándonos la realidad que ella vive y el 27 de octubre se manifestó en las urnas, donde claramente nos dijo que no se puede mirar para otro lado.
Finalmente Sr. Intendente:
“El que aspira a ser águila debe mirar lejos y volar alto…” José Ingenieros.
Las mujeres estamos acostumbradas a que los algunos pocos desactualizados varones, en el caso, de la política, desde un espacio que les ha pertenecido históricamente, arbitren los medios para callarnos, someternos y amedrentarnos… pero esas estrategias no funcionan con esta Diputada.
La hostilidad suele utilizarse para disuadir, en mi genera lo contrario.
Cuando el Intendente haciendo gala de un supino desconocimiento o simplemente falseando la realidad, sostuvo que “nunca trabaje para la ciudad”, debo suponer, que él piensa que el único modo de trabajar para la comunidad es a través de un cargo en el Estado. Si ese es su pensamiento, supongo, basado en su propia experiencia, resulta lógico.
Desde mi punto de vista, cualquier ciudadano puede y debe trabajar para su comunidad, tal vez no buscando una exposición o retribución pública, sino contribuyendo al desarrollo de nuestra ciudad, así he actuado durante años, al igual que muchos otros vecinos que trabajan día a día por nuestra comunidad.
He participado activamente en entidades intermedias como las cooperadoras de las escuelas, clubes de madres, clubes de rugby y sky, en la Sociedad Española etc. Es probable que al Sr. Intendente le parezcan espacios de participación menores, sin embargo, yo los he vivenciado con gran responsabilidad y compromiso.
De igual modo que cuando tuve la oportunidad de acompañar a mi marido en su actividad política, lo hice gestionando una gran cantidad de ayudas sociales, a quienes se les negaba toda respuesta desde otros lugares.
Finalmente hace más de 30 años que tengo a mi cargo las empresas familiares, cuya actividad se desarrolla exclusivamente en nuestra comunidad, aportando varios puestos de trabajo directo y siendo administradas bajo los principios de responsabilidad social empresaria.
Por todo ello, es mi intención finalizar estas ideas, haciendo un llamado, a fin de generar y fortalecer las acciones que contribuyan a mitigar el flagelo del desempleo por el que atraviesa nuestra comunidad, este será el único modo en que podamos honrar el voto popular.

Miryhan B. Crespo – Diputada de la Provincia del Chubut