LA COMITIVA ´PRO-ALPESCA´ VOLVIÓ COMO FUE. EL GOBIERNO DEBERÍA ARMAR UN PLAN DE RECONVERSIÓN EN DOCE DÍAS. BUZZI SE DEBERÁ HACER CARGO DEL BARCO QUE ABANDONÓ SEGUNDO. ELICECHE NI HABLA.

Cuidado con los ‘regalos’

ROMANALa reunión de los representantes del Gobierno de Chubut para solicitar que la Nación evalúe la posibilidad de estatizar Alpesca, o sanearla y transformarla en fábrica recuperada, no prosperó.
Pese al entusiasmo de Martín Buzzi otra vez por sostener la pesquera que ahora le entregaron de “regalo”, exponiendo la necesidad de evitar que se pierdan los puestos de empleo, la Nación no estaría dispuesta a asumir el lastre de una firma quebrada y usada presumiblemente como “lavarap” no en una, sino en varias oportunidades de su larga historia.
El gobernador de Chubut evidentemente temería que con el “retiro voluntario” del presidente de la firma Omar “Cura” Segundo el 30 de diciembre próximo, el “paquetito” navideño de más de mil desocupados, le sea depositado en la puerta de Fontana 50.
En ese esfuerzo de evitar el embarazoso presente, se viene embarcando Buzzi desde hace varios meses, a costa de lo que sea. Primero se involucró en la venta de la compañía en una operación agarrada de los pelos y que terminó siendo todo un papelón estatal, al corroborarse en menos de 48 horas y cuando todos descorchaban el espumante, que el comprador que había identificado oficialmente, no estaba para nada interesado en semejante operación.
Después hubo otros gestos más concretos y lamentables aún, como la asistencia financiera con dineros públicos de diez millones de pesos que terminarían dándole a Alpesca sin avales reales, operación que aun es cuestionada por el Legislativo provincial y por la que más allá de los buenos gestos personales, como los de la ministra Gabriela Dufour, nadie amagó a ver como se recuperará esa plata de los chubutenses.
Además, se habría mediado desde el Estado en otras diversas circunstancias para que esta pesquera agigantada pueda seguir andando. Ahora, otra vez el gobernador y su equipo volvieron a recurrir a la Nación en otro intento de salvataje a un privado que por grandote, sumaría la gracia oficial.
En Buenos Aires, desde el amplio despacho de Paseo Colón, y acomodados en los sillones de cuero que enfrentan el televisor que monitorea la información vinculada a la cartera, el actual ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela, escuchó atentamente los argumentos que el gobernador Martín Buzzi, el secretario de Pesca, Héctor Rojas y la ministra de la Producción, Gabriela Dufour, presentaron.
Casamiquela como todo técnico, es un tipo cauto. Y si algo sabe es abstenerse de tomar decisiones en terrenos que verdaderamente desconoce. Por eso, dicen que se mantuvo en la misma línea que venía el ex ministro, el chubutense Norberto Yauhar que además había sido subsecretario de Pesca, y por si faltara algo es de la provincia donde Alpesca viene naufragando.
Yauhar había sido claro al respecto, a Alpesca en función de la situación empresaria, se la asistió desde la Nación con combustible para los buques, se le permitió comercializar su cuota y hasta se aceptó papeleo de apuro para que no perdiera su cupo. Esto mismo habría ratificado el subsecretario de Pesca de la Nación, Miguel Bustamante, a quien mantuvo en su cargo Casamiquela, quien le habría aportado un acabado informe sobre la situación de la empresa. Una que a la fecha, además de presentar un pasivo aproximado de 270 millones de dólares, tiene su flota prácticamente paralizada, mercados perdidos, está abocada exclusivamente a una de las especies menos competitivas como la merluza, y carece de mantenimiento intensivo en su planta, lo que complica varias de las cadenas del proceso de la materia prima.
Con este panorama, el “detalle” que su actual presidente Omar “Cura” Segundo y su actual gerente consultor ejecutivo, Nicolás Seoane, estén procesados por narcotráfico, sería apenas una anécdota de la cuál Casamiquela, por supuesto no dejó de tomar nota. Sobre todo porque todos ellos son a la vez “acreedores” de Alpesca, uno desde SOCIA, otro desde su Consultoría Ejecutiva, tal como el grupo Baldino, que en su momento aportó 7 millones de dólares pero se quedó con la titularidad de los barcos. O sea, quien se haga cargo de Alpesca, también se tendrá que hacer cargo de todos estos “muertitos”, y todo indica que el nuevo ministro, que si de algo está lejos es del tema pesquero, sugiera por ejemplo a Jorge Capitanich estatizar Alpesca.

No pierden la fe

Pese a que se podría decir que la comitiva de Chubut volvió como fue, desde el discurso oficial se trató de generar esperanzas. La encargada de que la Navidad sea menos incierta y amarga para las familias que dependen de la cascoteada pesquera madrynense, fue la ministra Dufour, la misma que ofreció responder con sus propios bienes por el “error” del Gobierno de haberle dado un crédito millonario a Segundo tomando como garantías los permisos de pesca que son del propio gobierno. Al término del encuentro de esta semana, la ministra explicó que “lo que realizamos fue una exposición de la situación actual y establecimos el compromiso de mantenernos en permanente contacto para ir afinando las soluciones. Estamos trabajando junto a Nación para encontrar una rápida salida a la situación de Alpesca”. “En la reunión ya avanzamos en el análisis de diferentes cursos de acción que apuntan a un salvataje de las fuentes de trabajo y de la producción pesquera”, precisó la funcionaria.
La verdad completa es que para que algo pase, la Provincia debería presentar un proyecto de reconvertibilidad de la pesquera, con un plan de negocios y de inversión, y además una readecuación y achique de la magnificada estructura.
Con este escenario, es probable que el 2014 comience en Madryn con mil desocupados, por lo menos transitorios, ya que todo indica que el equipo de Buzzi difícilmente llegue en doce días a resolver algo que en 25 años ninguno de los empresarios que manejó la compañía, logró, hacerla competitiva.
Un verdadero déficit del Estado que en lugar de actuar como privado, debería históricamente haber supervisado.

Con shampoo

Dicen en el Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que el lavado de dinero es el método por el cual una persona criminal, o una organización, procesa las ganancias financieras resultado de actividades ilegales, a través de una supuesta fuente legal.
Toda la actividad del lavado de dinero cae en una de dos categorías: conversión o movimiento. La conversión tiene lugar cuando los productos financieros cambian de una forma a otra, como cuando se compra un giro o un automóvil con ganancias ilícitas; los productos ilícitos originales han cambiado de forma, de dinero en efectivo a un giro o a un automóvil. Se produce un movimiento, cuando los mismos productos financieros cambian de localidades, como cuando los fondos son trasferidos o enviados a otras localidades.
En el proceso de lavado de dinero, el criminal tiene la misma intención: ayudar a su negocio; sin embargo, las conversiones y movimientos del lavado de dinero le permiten disfrazar la verdadera procedencia ilegal de los fondos, muchas veces con empresas grandes de las que no se dudaría del movimiento financiero. Alpesca no habría sido ajena a estas maniobras, pero eso será tema para mañana. Hoy lo que se puede afirmar es que ingresar dinero negro al circuito blanco es caro y difícil, y si la merluza no anda, bien se puede ir diversificando, razonarían algunos.
Por eso el Estado Nacional pondría particularmente la lupa en los interesados en hacerse cargo de esta mega estructura en llamas. Hay quienes dicen que en la última danza de compradores, otra vez aparece un interesado, detrás de quien estaría otra vez un asesor vitalicio del poder político chubutense y un funcionario que no corre, vuela. Habrá que ver…

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