TEXTOS ESCOGIDOS

Literatura Impresionista – Parte 2

Página de cuento 477

Siguiendo con más de lo mismo, seguimos con este apasionante tema que hemos dado en llamar «Impresionismo Literario» (IL), que está haciendo furor en zonas que desconozco.
Debo aclarar que acá no hay nada nuevo; ya hubo otros muchos grandes maestros de la literatura descriptiva, como Franz Kafka, que se pasaba hojas y hojas describiendo una escena determinada con lujo de detalles, pero manteniendo su genial estilo y su tremendo manejo del absurdo; siempre omitiendo un detalle que quizá luego se transformaría en la parte principal del relato. Pero sus descripciones estaban encuadradas en un cuento que las incluía, no es el caso del IL, cuyo objetivo no es contar nada, sino plasmar en la hoja una impresión de un instante sobre algo determinado.
Dentro del IL, decir por ejemplo «las turistas gordas», frase que en otro entorno hasta puede sonar burda, estúpida y chabacana, en el IL es totalmente aceptada, como es aceptado y hasta considerado una genialidad que Modigliani pintara en sus cuadros a mujeres tipo Olivia, de pómulos pálidos y extremidades absurdamente largas. Por ende, dado el buscado paralelismo entre el IL y el arte impresionista en la pintura, decir en este contexto «las turistas gordas» es totalmente válido, aunque este término podría ser considerado mucho más «realista» que «impresionista».
Va un nuevo ensayo:

Puerto Madryn Dos (día soleado en una playa muy concurrida)

“Impresión ocular:
El mar (el plano más perfecto que da la naturaleza sobre la Tierra) no necesita de perspectivas para ser pintado hoy: solamente un plano azul bajo una línea recta que delimita al otro plano celeste del cielo. Debajo, una multitud tediosamente naranja permanece formando pequeños manchones estáticos sobre la irregularidad marrón amarilla de la arena. Debajo, brillos metálicos de carrocerías de automóviles estacionados y, mucho más cerca, fugaces bicicletas son apenas pensadas por el ojo. En primer plano y a la izquierda, dos turistas gordas de cachetes brillantes y caderas amacetadas se cocinan a fuego lento en la cazuela de arena.

Impresión auditiva:
Al fondo: el silencio sordo del pequeño oleaje del golfo; luego, gritos de varias gaviotas que conviven con los bañistas sin acercarse demasiado. Bullicio propio del verano caliente en la playa, voces alegres o aburridas. Más cerca vibran motores y una octava más arriba ataca el cantito «churros» de un vendedor ambulante.

Impresión olfativa:
Aire fresco trae la brisa de la orilla, con olor a agua salada y a arena húmeda. Más cerca, pochoclo y churros fritos, en primer plano, nafta y la suave fragancia del bronceador de las turistas.

Impresión sensitiva:
Tranquilidad, quietud, ansiedad, calor, sed.”

Por Carlos Alberto Nacher

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