La pelea por la tierra en la ciudad de Trelew comienza a tomar un tono cada vez más fuerte que se va elevando a medida que crece la desesperación de las familias por tener un techo propio y la imposibilidad de acceder a ello en forma privada y personal por los altos costos del mercado inmobiliario. De estas necesidades y de la imposibilidad del Estado provincial de resolver toda la demanda que se acrecienta de manera descontrolada, nacieron las cooperativas de autoconstrucción de viviendas, una alternativa que solucionaba por un lado el problema de la falta de vivienda y por otro la necesidad de un trabajo digno y el aprendizaje de una profesión.
Pero el convulsionado escenario político y la imposibilidad del Estado Provincial de dar una respuesta, y del Estado Municipal en generar una herramienta que permita contar con terrenos en forma inmediata de forma más eficiente y acorde con el apuro que tienen las familias, ha detonado ya en un enfrentamiento entre vecinos que se hace difícil sobrellevar.
Así puede explicarse, un poco, lo que sucedió en el Barrio Sarmiento en los últimos días, donde convivieron varias de estas realidades que confluyen en un solo problema, el de la falta de viviendas.
Por un lado existe una Cooperativa de Trabajo que hace cuatro años se conformó y comenzó a gestionar por terrenos para autoconstruir sus viviendas. Hace un año esta cooperativa logró que la municipalidad le cediera terrenos en Barrio Sarmiento, para construir sus casas con fondos que llegan desde el gobierno Nacional.
El expediente dio un millón de vueltas, como suelen dar los expedientes y se habría trabado durante un tiempo en el gobierno provincial, hasta que finalmente el pasado lunes les comunicaron que el trámite con el dinero de Nación estaba adjudicado y los llamaron para firmar el convenio correspondiente. El día de comienzo de las obras que esta cooperativa había fijado era el martes, luego que el lunes quedaran superadas todas las burocráticas instancias estatales.

Otra larga espera

Pero ese lunes a la noche, madrugada del martes, otro grupo de familias que dicen también conformar una cooperativa de trabajo, traspasaron el alambrado que cobijaba el terreno destinado a viviendas, y se asentaron en ese lugar con la premisa de no moverse hasta que la municipalidad confirme que habrá terrenos también para ellos.
Allí permanecieron durante la jornada del martes y el miércoles hasta que fueron convocados por la municipalidad a conversar sobre su situación, en un encuentro del que participaron el Coordinador de Planificación de la Municipalidad, Miguel Roldán, y el secretario de Desarrollo Humano y Familia, Jorge Etchepareborda.
Allí les hicieron ver que la municipalidad se encuentra trabajando para implementar el Banco de Tierras, en el que podrán ser incluidos cuando esté funcionando y se logre un stock de terrenos para ser destinados a viviendas.

El rol del IPV

Pero allí no terminó el problema, ya que en un terreno lindero, y ante el miedo de que también sea objeto de una usurpación los mismos vecinos del barrio levantaron un acampe, ya que ese sector fue pedido para construir viviendas para las nuevas familias de los jóvenes que se han criado en el barrio. Ese terreno fue cedido hace ya unos años por el municipio al IPV para la construcción de viviendas, pero según indican los vecinos, hace años que se encuentra en calidad de baldío.
En el lugar se hizo presente el director de Tierras Fiscales, Rodrigo Vargas que relató que “nos enteramos del asentamiento el martes que diecinueve familias ocuparon un terreno que el municipio cedió a través del IPV a dos cooperativas de autoconstrucción para hacer viviendas”.
“Pudimos mediar en el conflicto y los ocupantes se fueron y liberaron el terreno, y ahora nos encontramos con que vecinos del barrio están ocupando en carácter de custodios otros terrenos del barrio que ya no pertenecen al municipio, sino que fueron cedidos al IPV”, explicó.
Por ello “vinimos a informarles la situación en la que está el terreno y a mediar con ellos y el IPV para que estos terrenos se otorguen a gente del mismo barrio que es lo que están reclamando, porque explican los vecinos que el IPV ha entregado terrenos a gente que no es del barrio”.
Detalló que “lo que nosotros podemos hacer, porque el municipio no tiene terrenos en el barrio Sarmiento porque o son del IPV o de privados, es pedirles que levanten la ocupación y mediar con el IPV. Pero además estamos trabajando en el Banco de Lotes para paliar estas situaciones”.

Vecinos “resguardan” terrenos que hoy están en manos del IPV

Al hacer referencia a la situación que presentan los terrenos cedidos al IPV donde no se ha construido nada, una de las vecinas que decidieron accionar, Claudia Hueiquillán, expresó que “nosotros hicimos una nota por intermedio de la asociación vecinal, pidiendo este lote para vecinos que somos nacidos y criados en el barrio hace más de siete meses”.
Indicó que “tenemos la nota presentada en el IPV con el sello de mesa de entradas pero no hemos tenido respuesta. Estamos a la espera hace bastante tiempo, y ayer nos llamó un vecino diciéndonos que había gente acá midiendo estos terrenos y luego se fueron a usurpar los terrenos de la cooperativa”.
Declaró que “nosotros vivimos toda la vida acá. No tenemos nada que ver con los que ocuparon el predio de la cooperativa, y lo que queremos es resguardar este predio que estamos esperando por parte del IPV que lo tiene en su órbita hace un tiempo, somos ocho familias”.
Sostuvo que “nosotros no nos vamos a mover hasta que el IPV nos de una respuesta, que estos terrenos sean para nosotros, porque no queremos irnos a vivir a la otra punta de la ciudad, acá tenemos familia, vecinos, nos conocemos todos”, concluyó.