Otra de las problemáticas que más aquejan a los adolescentes en Puerto Madryn es el consumo de sustancias adictivas, en especial el del alcohol. Sobre el particular, la doctora Elisa Strajilevich, coordinadora del Centro Especializado de Salud Integral Adolescente (CESIA), señaló que “el motivo de consulta más frecuente tiene que ver con las cuestiones emocionales y también nos preocupa el consumo de alcohol que hay en los chicos y chicas de la ciudad, aunque no sabemos si ha crecido o no”.

“El adolescente se cree indestructible”
Lamentablemente no se cuentan con estadísticas o encuestas sobre el consumo, tanto de alcohol como de sustancias ilegales de parte de los adolescentes, por este motivo desde el CESIA “Dr. Pozzi”, no pueden dar datos sobre su crecimiento, como tampoco creen que se haya elevado el consumo, aunque consideran que la percepción de dicho crecimiento se debe más a la mediatización de la problemática: “Yo no sé si el consumo es creciente o es que se sabe más” conjeturó Strajilevich y añadió: “Estamos con una realidad muy mediática, entonces nosotros nos preguntamos todos los días si lo que vemos, lo que sabemos, es más, o es que la gente se anima a consultar más o a mostrar más lo que le pasa. Esta sería la gran pregunta, porque en realidad las personas siempre han consumido cosas, siempre se han alcoholizado”.
También existe un riesgo latente en no estar conciente de lo que puede generar el consumo alto de alcohol. Sobre este tema la doctora destaca que “es difícil trabajar sobre eso, porque el adolescente piensa que no le va a pasar nada. Yo no sé si creció el consumo, o se sabe más o creció la preocupación sobre las cuestiones sociales, y que antes se ocupaban más de otras cosas, es difícil saberlo”.

El entorno no ayuda
Cuando de consumo se trata, los especialistas siempre apuntan a trabajar, además de con el damnificado, con el entorno, su familia y amigos. Por eso, desde el CESIA intentan, en primer lugar, lograr la negativa del joven ante la oportunidad de consumir, y luego ver qué es lo que ocurre con la gente que lo rodea: “Está demostrado que la Argentina es un lugar de tráfico de estupefacientes, se conoce que las redes son muy sólidas, en las que hasta hay involucradas algunas áreas políticas. En base a esto, uno puede pensar que el entorno no es favorable, y hay que apuntar a que el adolescente diga no. El alcohol es el principal consumo en el mundo adolescente, llegan chicos y chicas con mucho consumo de alcohol a la guardia del hospital, y esto tiene que ver con el entorno, donde tomar está facilitado y te da cierto status. Después está el consumo de sustancias ilegales, que también existe en nuestra ciudad porque es un lugar portuario, porque hay llegada, salida y venta”.

Trabajar lo emocional
La contención del adolescente es una de las áreas más trabajadas desde el Centro de Salud, ya que muchos chicos y chicas se acercan hasta el CESIA para contar cuáles son sus problemas, que van mucho más allá de lo que a salud se refiere: “El motivo de consulta más frecuente tiene que ver con las cuestiones emocionales. Todo lo que implica el no sentirse bien o tener períodos de malestar producto del entorno en el que viven. Nosotros tratamos de trabajar con ese entorno, para que los chicos y las chicas se sientan bien, pero sigue siendo nuestro mayor motivo de consulta. Los trastornos emocionales y todo lo que tiene que ver con la escuela, ya sea aprendizaje o vínculos, ocupan un lugar muy importante en nuestra agenda”, dijo Strajilevich, y agregó que “todo esto tiene que ver con que vivimos en una sociedad que es muy mercantilista, consumista, donde tiene mucho más valor el tener que el ser y donde los chicos se encuentran con una cosa muy competitiva. Dentro de la escuela misma hay como una transmisión competitiva de lo que es la vida cotidiana, sin generalizar, porque lo que nos dicen los chicos y las chicas que vienen acá es que tienen algunos referentes dentro de la escuela en los que pueden confiar, pero también hay muchas dificultades vinculares”.

Lo primero es la familia
Para enfrentar este tipo de problemas a los que hace referencia Strajilevich, desde el CESIA Pozzi, además de hablar con los adolescentes, cuentan con un espacio para interactuar con la familia, quienes son los primeros referentes que suelen tener los chicos y las chicas: “El entorno familiar es muy importante, pero mucho tiene que ver con que las familias no entienden mucho qué es lo que le pasa a un adolescente. No es que tienen mala voluntad o quieran dañar a un adolescente, pero tienen dificultades para entender el mundo de la adolescencia. Por eso, nosotros trabajamos esas cuestiones en un espacio que se llama Encuentro de Orientación para Adultos, donde todos los lunes damos turnos por hora para que venga la familia con los chicos y las chicas. A partir de cada situación analizamos en qué podemos ayudar, acompañar y tratamos de llegar a algún tipo de solución”, concluyó Elisa Strajilevich.