Debido a que la Ley de Trasplantes no permite la donación de órganos entre personas vivas que no sean familiares directos; una mujer que había decidido donarle uno de sus riñones a la novia de su hijo, tuvo que recurrir a una expresa autorización judicial, donde explicó que era un acto de amor y no de interés que involucrara algún tipo de resarcimiento económico, que es lo que se busca evitar con la disposición.
Sobre sus motivos, la mujer expresó: “Me moviliza el cariño que siento por ella y por mi hijo, para que sean felices” y agregó en la audiencia judicial: “En principio es que pueda tener una mejor calidad de vida, para que esté mejor la novia de mi hijo. La conozco desde que tenía 15 años, era amiga de mis hijos y ella iba a vacacionar a Pirámides y desde allá hubo una relación afectiva, las familias nos conocemos, pasamos las fiestas juntos, y después ellos se pusieron de novios, hace más o menos 7 años”.

“Acciones que causan admiración”
“No puedo dejar de señalar que acciones como la emprendida, en estos tiempos de excesivo individualismo y mirada ególatra, causan admiración, por lo profundo del compromiso con el dolor ajeno y amor al prójimo, actitudes que deben ser acompañadas desde el órgano jurisdiccional, este como guardián último de los derechos individuales consagrados por nuestra Carta Magna”, afirmó la jueza Eroles en su sentencia, haciendo lugar a lo peticionado.
En la audiencia prevista por la ley de Trasplantes de Órganos, estuvieron presentes la jueza civil María Eroles, la donante junto al abogado Raúl Forgeaux, los peritos médicos Leonardo Naccaratto y Herminio Gonzalez, el fiscal jefe Daniel Báez y el asistente social Walter Vázquez. “Fue un acto voluntario, con consentimiento informado, tienen compatibilidad y es producto del altruismo y la generosidad”, explicó Báez, quien finalizada la audiencia, felicitó a la mujer por su actitud. De esta manera, el dictamen del fiscal jefe le solicita a la jueza que permita a la mujer donarle un riñón a la novia de su hijo, justificando que la decisión se tomó libremente y fuera de condicionamientos. Finalmente, la jueza civil Laura Eroles autorizó el pedido y la operación se realizará en Buenos Aires.

El proceso debido
El fiscal Daniel Báez detalló el procedimiento judicial que se lleva a cabo en estos casos, porque “es importante que la gente sepa que esto se puede hacer, que se trata de un acto de amor”. Donde no hay una relación de consanguinidad o donde no es cónyuge ni conviviente con una determinada cantidad de años, que es lo que la ley establece y permite directamente con la intervención administrativa, las personas interesadas pueden recurrir a la vía jurisdiccional para que un juez revise los actos. Si se cumplen los requisitos de ley, el Poder Judicial autoriza la ablación y el trasplante de órganos.
En cuanto a las condiciones que establece la ley, el fiscal explicó: “Tiene que existir compatibilidad, consentimiento informado, es decir, que las partes sepan que es lo que están haciendo, y, además, una causa que lo justifique. En este caso, se trata de un acto altruista. Además, tiene que ser la única causa, no tiene que haber de por medio un intercambio de prestaciones distintas al altruismo. Eso es lo que nosotros tenemos que tener por probado”. Por último, también destacó la celeridad en estos casos: “Depende de las circunstancias particulares como, por ejemplo, los informes médicos y cuestiones particulares. No tiene que llevar más de un mes o menos”, concluyó.