Gendarmería Nacional, a través del operativo «Ciervo Blanco», secuestró 300 kilos de cocaína y detuvo a diez personas en la localidad correntina de Santo Tomé, en una pista de aterrizaje clandestina que se usaba como centro de reabastecimiento. También se encontraron cuatro avionetas como redes de enmascaramiento para evitar ser captadas por los radares.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, informó que el procedimiento demandó de una tarea de inteligencia de cinco meses y Gendarmería actuó cuando tuvo la información certera de la llegada de un vuelo. Éste provendría de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para recargar combustible. La avioneta con la droga, según Berni, se dirigía a Uruguay o Brasil.

«La organización tenía vínculos con Perú y Bolivia. Operaba mediante vuelos clandestinos», sostuvo el secretario de Seguridad ante la prensa en el edificio Centinela de Gendarmería Nacional.