EL DISCURSO OFICIAL MARCÓ TRES REGISTROS: MALA GESTIÓN, CRISIS POLÍTICA Y AUTISMO. NUEVAS RECETAS Y BUENOS DESEOS

Con lenguaje de señas

romanaDuró ocho minutos apenas. Aunque lo suficiente para dejar pensando a más de uno.
Si admitimos que un discurso es la práctica de un conjunto de enunciados que responden a ciertas reglas implícitas de exclusión y de inclusión, es decir, de qué es lo que dejamos afuera y lo que ponemos dentro, podríamos decir que el discurso de Martín Buzzi trazó un mapa muy acotado, territorio en el que habitarán las ideas que supervivan al cambio.
Fue mucho más lo que quedó afuera que lo que puso adentro de las poco más de 600 palabras que pronunció y que giraron sobre tres ejes: la baja calidad de la gestión, el golpe del proceso electoral y la falta de diálogo con las intendencias.

Lo que quedó adentro

“La gente nos ha pedido que tenemos que hacer una mejor gestión y la vamos a hacer trabajando, con esfuerzo y con el oído puesto en las necesidades”, aseguró en la breve alocución que pronunció Buzzi tras poner en funciones a los nuevos funcionarios del Gabinete Provincial en las carteras de Coordinación de Gabinete, Economía, Educación, Agricultura, Infraestructura y CORFO.
Después, Buzzi habló del “claro mensaje” que dio la ciudadanía el “pasado domingo” en las urnas (en realidad pasaron ocho días ya, aunque parezca apenas ayer) y dijo que “es tarea de este Gobierno interpretar, darle un sentido y, a partir de eso, tomar las decisiones correctas”.
¿Cuáles habrán sido las incorrectas y quién habrá tomado las decisiones antes?, fue el interrogante que disparó la afirmación.

Asumido

Con esto, el Gobernador reconoció que hay una sensación de disconformidad manifiesta de la ciudadanía para con su gestión: “Vimos la necesidad de llevar adelante un cambio (…) que la gente sienta que estos 25 meses que tenemos por delante hasta 2015 sean un tiempo ganado y no un tiempo perdido”, afirmó en un conteo de tiempo que dejó fuera la alternativa de pensar en repetir mandato, una peregrina idea que hasta hace una semana sobrevolaba algunos escritorios de Fontana 50.

Cuentas poco claras

Sin mencionar la purga política que por segunda vez en lo que va de sus dos años de gobierno Buzzi realizó, primero en desmedro de los referentes del Modelo Chubut y ahora de los del Nuevo Espacio, el mandatario mandó además un mensaje cifrado al kichnerismo: “La gente nos puede perdonar que nos equivoquemos, que cometamos errores, pero no va a perdonar que haya especulación política del destino de todos, que haya gente y dirigentes sacando la cuenta desde lejos”.
La letra del que “saca cuentas desde lejos” fue un latiguillo ´no propio´, si se considera que horas antes resultó esparcido por sitios de difusión masiva que están en línea con Rawson. Una idea traficada desde la justificativa manera de entender la gobernabilidad como coto propio o ajeno, que se evidenció como constante de los decires oficiales ayer a la mañana.
¿Qué habrá querido decir el Gobernador? ¿Qué los especuladores están lejos? Y en ese caso ¿porque “renunció” a todo su gabinete, sumó a Aidar Bestene y le entregó el comando de operaciones a Eliceche?
Seguramente en el hilván del discurso en el que también siempre se suma y se resta, la distancia de todos los demás, suele ser sumamente tranquilizadora para los que arrancan con el manejo de la numerología oficial.

Rehabilitando el autismo

En otro tramo de su discurso, Buzzi se esmeró por mostrar que está dispuesto a superar uno de los mayores obstáculos que los entendidos marcan al Gobierno, y es la falta de diálogo, además de esa patología de ´oír pero no escuchar´ que parece haber caracterizado a esta conducción. Siempre en términos competitivos y con un léxico recurrente de lo que se viene repitiendo por segunda vez en pocos párrafos, la idea de “ganar o perder”, Buzzi insistió: “Para que este tiempo sea ganado y no perdido (sic), vamos a trabajar de manera muy unida con los Municipios y con el Gobierno Nacional”.
En esa línea adelantó que el miércoles y jueves de esta semana “vamos a estar convocando a cada uno de los intendentes de manera individual para hablar de cada una de las comunidades, de cada una de las ciudades de la provincia”. Este anuncio y no otro, demuestra tal vez la dispersión que venía habiendo en cuanto a lo que se ejecutaba. No es ajeno a la opinión pública que el gobierno provincial venía llegando unos minutos “como visitante ilustre” a las localidades por alguna gestión puntual, sin interiorizarse previamente sobre los temas de coyuntura, las prioridades ni el escenario que les deparaba en relación a la realidad de esos habitantes. Muestra de eso resultaron tantas experiencias donde -por ejemplo- el Gobernador terminó emboscado por antimineros en la Cordillera, encerrado por porteros en Madryn, cercado por petroleros en Comodoro o ahumado por constructores en su oficina de Rawson.
Recuperar el diálogo con los Municipios es algo así como empezar a gobernar. Para ello saber que pasa en cada sitio, y que se necesita en verdad, antes de ejecutar elucubraciones supra ordenadas desde la peatonal vallada, sería todo un comienzo. ¿O qué otra cosa es administrar los intereses públicos de una provincia, sino estar a disposición de las comunidades que la conforman? Si por el discurso nos guiamos, parecería que el Gobierno Provincial fuera un municipio más, o se refiriera a veces a ciudades de otra y no de esta provincia. Ahora esto se subsanaría según la nueva impronta que se fundó ayer.

¿Lo qué?
Sobre el diálogo con el Gobierno Nacional tampoco se entendió bien el anuncio de acercamiento, considerando ¿desde qué lado se ´retomará´, habida cuenta de la conspiración abierta contra el candidato del FpV que termina de suceder, tratándose precisamente de un ministro de la Nación que el kirchnerismo estuvo dispuesto a exponer en pos de las necesidades de candidaturas y de pedidos expresos de la Provincia, liderados por Martín Buzzi? Dicen que en el poder central tienen en un cuadrito la foto en soledad de Yauhar cerrando la campaña. Ni Buzzi está en esa foto, ni ninguno de los que hoy componen su nuevo gabinete. Cómo entiende entonces el mandatario su ´buena relación´ y la unión que buscará con Nación, es todo otro misterio.
Al decir de Lacan, en el discurso de ayer se evidenció “un exiliado en el interior”.
Fueron ocho minutos y pocas palabras, pero alcanzaron para redondear la idea de la “modernidad” de Baudelaire, “arrastrar el desencanto del mundo” de Max Weber, sintetizando diestramente «la utilidad directa» en la que entra la nueva cúpula dirigente, esa que según Alan Poe, ahuyenta hasta la poesía.
Y para los fanáticos del refranero, a buenos entendedores, pocas palabras. Mejor mal acompañado que solo, no?

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