VUELVE A AFLORAR EL FANTASMA DE VACIAMIENTO

Alpesca negocia la venta del Promarsa III

promarsa IIIHay alarma entre los trabajadores de la planta pesquera Alpesca porque volvieron a sufrir demoras en el pago de la quincena, y porque las cuentas bancarias de la compañía están embargadas. Si bien desde la firma les indicaron a los empleados que contaban con los fondos para abonar los salarios, la quincena vencida no se pudo efectivizar en virtud de la inhibición que pesa sobre las cuentas de los bancos con los que operan.
La planta sigue inactiva y los trabajadores dejaron de concurrir en los últimos días en razón del incumplimiento salarial, y esto motivó que se convocara de urgencia a una asamblea para hoy martes a las 9 horas, en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, a fin de informar a todos sobre la delicada situación de Alpesca y los pasos que adoptarán en estas circunstancias.
Mientras esto sucede, trascendió de fuentes irreprochables que el propietario de la empresa Alpesca negocia, por estas horas, la venta del buque congelador tangonero Promarsa III; hoy uno de los principales barco de la firma.
La compañía se encuentra inhibida por las deudas que mantiene, pero la podrían sortear y llevar adelante la operación de venta del buque ya que el mismo está inscripto a nombre de HP Holding, la sociedad que controla el 88% de las acciones de Alpesca. Las reservadísimas negociaciones incluirían que en el contrato de compraventa figure solamente un porcentaje del “monto real” de la operación, es decir, a Alpesca ingresaría una parte del total.
Con todo, los directivos de la pesquera mantendrían aún la intención de llevar adelante un concurso preventivo, aunque cuando más transcurre el tiempo y más abultadas son las deudas, más complicado se hace presentar una solicitud para que se abra un trámite de este tipo en el fuero comercial de la justicia ordinaria. Alpesca tendría hoy un pasivo de 270 millones de pesos contra un activo 255 millones de pesos. Y, la evolución de sus exportaciones la situación es muy gráfica, en el año 2008 se exportaron productos y se liquidaron divisas por casi 80 millones de dólares (FOB USD); en tanto, al año siguiente en 2009 Alpesca liquidó divisas por algo más de 40 millones en la misma moneda; en 2010 rozó los 50 millones de dólares de exportaciones; en 2011 se mantuvieron en alrededor de 45 millones de dólares; aunque en 2012 se produce un derrumbe en su comercio exterior no llegando a los 20 millones; y este año 2013 aún no ha cerrado, pero ni siquiera llegaría al 50% del 2012 que ha sido uno de los peores años de su historial exportador. Estos datos exhiben la enorme fragilidad en que encuentra la compañía ya que su andamiaje productivo se encuentra a baja escala de su capacidad y por consiguiente al presentar un progresivo menor nivel de ingresos, el “rojo” de los balances se sigue incrementando.
En este marco, la posible venta de un barco langostinero, una de las principales fuentes generadoras de ingresos para la empresa genera alarma entre los gremios, ya que esa descapitalización progresiva atenta ciertamente contra el futuro de la fuente laboral; y preocupa aún más si dicha operación reportara sólo ingresos parciales a Alpesca sobre el “monto real” de la negociación del barco.
Así las cosas, al continuar desprendiéndose de activos para pagar gastos corrientes parece cada vez más lejana la posibilidad de poder asumir las obligaciones del pasivo, lo que llevaría a la empresa a un punto de no retorno.
El 15 de noviembre la justicia provincial allanó las oficinas administrativas de Alpesca y también de Corfo, un ente descentralizado de Chubut, por medio del cual el gobierno provincial que conduce Martín Buzzi (el mismo que por decreto, ordenó rinoscopias para todos sus funcionarios) le otorgó un préstamo de 10 millones de pesos sin garantías reales a la pesquera que preside Héctor Omar Segundo, quien este mes fue además procesado por la justicia federal en una causa por narcotráfico por el hallazgo de 115 kilos de cocaína en otra pesquera de su propiedad.

Fuente: Revista Puerto

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