Bajo la coordinación de la directora general de Gestión, Investigación y Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura de la Provincia, Fernanda Mujica, se desarrolló la última jornada de trabajo tendiente a instalar una protección sobre los restos arqueológicos del naufragio del ballenero norteamericano Dolphin, denominado por los investigadores como Bahía Galenses 2.
Los trabajos de campo fueron concretados esta semana, luego de coordinar lo referido a ciclos de mareas, tras lo cual se emprendió la última etapa del proceso de protección de los restos del naufragio.
La funcionaria destacó la colaboración del municipio de Madryn, del personal del Apostadero Naval Puerto Madryn de la Armada Argentina, de la Asociación Cultural Punta Cuevas, del área de Fauna de la Secretaría de Turismo de la Provincia, de la Administración de Vialidad Provincial y del personal de la propia Secretaría de Cultura del Chubut.
Mujica recordó que “las tareas fueron programadas por el arquitecto Cristian Murray”, especialista que fuera traído especialmente por la Secretaría de Cultura de la Provincia para la elaboración de “un proyecto y un plan de trabajo que permitiera proteger los restos de la estructura de un buque ballenero incendiado aparentemente en el siglo XIX”.
Estos restos “conforman arqueología subacuática” explicó la funcionaria. Elementos que “en otras partes del mundo se rescatan para su estudio. Pero aquí, como la tarea de rescate es muy costosa, se decidió proteger la estructura para que en algún otro momento, investigadores puedan realizar, con nueva tecnología, otras investigaciones” describió.
Según añadió, “para poder proteger una estructura que ha estado más de un siglo saturada de agua de mar, debe ser bañada en resinas especiales que permitan su conservación, lo que resulta un procedimiento altamente costoso”.
Este jueves pasado finalizó lo referido a la protección integral de los restos de esa estructura, tras lo cual la Secretaría de Cultura de la Provincia tiene previsto trabajar con la instalación de la cartelería adecuada que señalice, prevenga e informe respecto de esta presencia, a la vez de elaborar un plan de manejo que incorpore una campaña orientada a que la gente tome conciencia sobre el patrimonio tangible, y que en función de ello se proteja y conserve.