Un grupo de ex trabajadores de la quebrada pesquera Harengus sigue reclamando por el pago de los subsidios provinciales prometidos como asistencia a su situación de desempleo. Se trata del personal que no ha podido ser reubicado en otras empresas, ni han podido reinsertarse en otros empleos, esto, en algunos casos debido a la edad de los ex obreros de Harengus, que no llegan a reunir los requisitos para tramitar una jubilación, pero tampoco logran reincorporarse a la vida económica.
Ayer, cerca de 50 personas se presentaron en el hall de entrada del Concejo Deliberante en busca de alguna respuesta y prometieron volver hoy si no se obtiene alguna solución. Uno de los que recibió a los trabajadores es el concejal del Frente Para la Victoria, Adrián Peroy, quien explicó que se comunicó “con la secretaría privada del ministro Coordinador, que me dijo que había ingresado en el día de hoy un fax con la lista de los beneficiarios de este subsidio que aportaría el gobierno provincial para los trabajadores de Harengus y que se está tramitando para pagarlo a la mayor brevedad posible”.

Son 68 personas

Pasado el mediodía, el concejal Peroy habló con los trabajadores y les dijo que se había comunicado con Rawson, pero que creía que hasta el martes o el miércoles a más tardar, no estaría el dinero de los subsidios. Ante esto, los manifestantes decidieron retirarse del lugar, pero prometieron volver el día de hoy.
“Somos 68 trabajadores que estamos con este problema. Mañana (por hoy) vamos a venir con nuestros chicos acá, y si no hay una respuesta, iremos directamente a la casa del ministro. Tenemos que estar todos unidos en esto, no vamos a ir a romper nada, sólo queremos que den la cara. Nosotros estamos peleando porque el plazo era hasta hoy, hasta el 10”, explicaron sobre su enojo. “Eliceche se comprometió a pagarlo hasta que se arregle todo el tema de la quiebra, nosotros le dijimos que todo eso era político cuando fuimos a Rawson y nos dijo que no, que se iba a pagar hasta que se arregle todo”, relató Lucía, una de las ex trabajadoras de Harengus mientras protestaban en el ingreso del Concejo.

“Queremos trabajo”

Un sector pudo conseguir trabajo, pero son 68 los que todavía requieren de un subsidio para llevar sustento a sus hogares. Admiten que la situación de algunos es crítica ya que esa asistencia estatal es el único ingreso de la familia. “Todos los meses tenemos este problema con el pago, tenemos que andar rogando, haciendo lío para poder cobrar, para saber cuándo va a salir la plata. Nosotros no queremos depender toda la vida del subsidio, queremos un trabajo, así no molestamos, no tenemos que estar rogándoles que nos paguen un subsidio”, fue el pedido de los desocupados.
Por su parte, Adrián Peroy, aclaró que “esto es un tema ajeno al Concejo Deliberante, pero también es cierto que el Concejo es la caja de resonancia de todos los problemas que aquejan a los habitantes de la ciudad. No tenemos ningún problema en atenderlos, las puertas siempre están abiertas para todos los habitantes madrynenses y los acompañamos, los ayudamos, hacemos todas las llamadas a quien haya que llamar, preguntamos a quien haya que preguntar para poder gestionar de modo tal que las cosas puedan llevarse a cabo con la mayor prontitud posible”.

Fin de semana largo

Desde el municipio se comprometieron a entregar bolsones de alimentos a los ex trabajadores de Harengus, aunque esto no satisface en absoluto a los damnificados. “La comida nos puede servir por un día, dos y agradecemos la ayuda, pero lo que realmente nosotros necesitamos es el subsidio, pero por sobre todas las cosas, que nos den trabajo. “El intendente no puede hacer nada porque no tiene plata para ni para pagarle a los municipales, porque varias veces que pasaron cosas así, Sastre nos ayudó, pero esta vez nos dijo que no”, reconoció una de las trabajadoras.
Hoy a las 8 de la mañana, los ex trabajadores de Harengus se reunirán nuevamente en la puerta del Concejo Deliberante, en busca del pago del subsidio de 3000 pesos que los ayuda a sobrevivir cada mes, aunque las expectativas de cobrar no son muchas, situación que se agrava por la llegada del fin de semana largo.