El Tribunal integrado por los jueces Patricia Asaro, Marcelo Orlando y Marcelo Nieto Di Biase condenó de forma unánime con una pena de 17 años de cárcel a Sandro Álvarez por el “homicidio en ocasión de robo” contra Fabián Bregonzi, ocurrido en 2003 en Playa Paraná.
Los magistrados dieron lectura al fallo contra Sandro Álvarez por el homicidio de Fabián Bregonzi, ocurrido en diciembre el 15 de diciembre de 2003, pero sin la presencia del imputado y su defensor dr, Patricio Romero.
Las penas por el delito de homicidio en ocasión de robo que contempla el Código Penal, establecen condenas entre 10 y 25 años de prisión. El ministerio público fiscal solicitó una pena de 23 años, la querella 25 y el defensor 10. Finalmente el Tribunal eligió condenarlo por 17, casi en el medio entre la mínima y la máxima.
La madre de la víctima Marta Zazpe y el padre Luis Bregonzi se mostraron satisfechos por la condena, pero admitieron que esperaban una pena más alta y consideran que en lugar de un homicidio en ocasión de robo, debería haberse caratulado como un “homicidio por encargue”. También cuestionaron que no estén condenados todos los responsables por la muerte de Fabián Bregonzi.
Pese a que no estuvo presente Sandro Álvarez ni el abogado defensor, en la audiencia anterior el dr. Romero ya había adelantado que no estarían presentes y deslizó la posibilidad de apelar la condena.

“Pena importante”

Una vez finalizada la lectura del fallo abreviado por parte del Tribunal, el fiscal Daniel Báez hizo uso de la palabra ante la prensa, oportunidad en la que admitió estar “bastante conforme” con la condena de 17 años de prisión. “En principio, para los familiares es un poco de justicia, después de tantos años de dolor e incertidumbre en este caso”, dijo.
El jefe de fiscales admitió que no se logró dar con los demás partícipes del hecho. “No hubo otros elementos que nos permitan identificarlos. Nosotros igual vamos a seguir en la medida de nuestras posibilidades”, refirió.
En el mismo sentido, sostuvo que dicho fallo se constituyó como un mensaje no sólo para la sociedad, sino también para todos aquellos que han sido víctimas de delitos. “A veces llega tarde, como en este caso, pero finalmente se pudo hacer justicia”, apuntó.
Según Báez, desde la fiscalía entendían que la pena para Alvarez era de 23 años. Pese a que admitió que todavía resta analizar en detalle toda la sentencia, consideró que 17 años es una “pena importante”.
Asimismo, adelantó que pese a que seguramente se presentará por parte de la defensa del condenado un recurso ante la Cámara Penal de Puerto Madryn, desde la Fiscalía seguirán defendiendo la condena, que “entendemos ha sido justa”, dijo Báez.
Por otro lado, destacó la importancia de que el Estado Provincial cuente con los recursos en equipamiento para investigar este tipo de delitos complejos, teniendo en cuenta que se registró en un lugar descampado, donde no había testigos, ni autos y mucha oscuridad.
“También es importante y quiero destacar es la perseverancia de los familiares, de los padres de Fabián Bregonzi, que nunca cejaron en reclamar con respeto y con paciencia justicia por su hijo. Hoy, al menos en alguna medida, la han encontrado”, declaró Báez.
Por último, el funcionario judicial afirmó que el caso Bregonzi demuestra que “cuando la policía, los funcionarios judiciales y los jueces trabajan bien, la gente puede, por lo menos en una parte, sentir que se ha hecho justicia”.

“Hay un autor intelectual”

Por su parte, Luis Bregonzi, padre de la víctima fatal, afirmó que la sentencia “no nos conforma, porque no le quisieron cambiar la carátula. No fue por robo, fue un crimen por encargo”. No obstante, admitió sentir tranquilidad porque “por lo menos uno está en la cárcel”.
La madre Marta Zazpe reconoció sentirse “un poco agotada de tantos años de lucha”. Por un lado manifestó su agradecimiento de que Álvarez haya sido condenado, porque “esto iba a quedar impune. Con la técnica nueva, por lo menos se pudo” dar con uno de los autores.
“El tipo no va a hablar, porque sabe todo. Ellos tienen sus códigos. Nosotros vamos a seguir luchando. Acá estamos parados y respirando, con nuestro hijo acompañándonos. Siempre esta con nosotros. Fabián era un amor de persona y no tenía nada que pagar. Eso fue una crueldad tan grande y una cosa tan espantosa”, dijo.
Según Zazpe, “estamos contentos porque uno está adentro, pero le podrían haber dado un poco más de años”. Bregonzi, definió a Sandro Álvarez como “una hiena”. “Cuando lo larguen dentro de 17 años va a matar a algún otro”, afirmó.
La madre de Fabián Bregonzi dijo que estaban indignados porque al condenado no se le observó ni siquiera un poco de arrepentimiento.
“Hay un autor intelectual y pienso que tienen que trabajar con eso. Están las denuncias. La persona que emitió amenazas de muerte, están en el expediente. Pero ni lo tocaron”, remarcó Luis Bregonzi.
Por último, los padres de la víctima reconocieron que esta condena les dio algo de paz y que estaban muy agradecidos porque desde la Justicia no les cerraron las puertas, se trabajó mucho y todo el mundo colaboró, dando un especial agradecimiento para el efectivo policial de apellido Avilés.

Los argumentos

La noche del 15 de diciembre de 2003, Fabián Bregonzi se encontraba dentro de su automóvil en Playa Paraná, en compañía de su novia Gabriela Edith Fernández. Según la declaración de la testigo en el juicio, esa noche “cerca de las 24 horas llegaron 4 hombres que intentaron abrir las puertas”. Cuando Bregonzi intentó escapar en el vehículo “comienzan a disparar”.
“Se escucharon disparos simultáneos –continuó-, aproximadamente cuatro, y se ven los fogonazos. Fabián se desvanece sobre el volante y me dice me mataron. Luego rompen los vidrios, abren las puertas del lado de adentro, me piden la cartera y me ataron las manos por delante con un precinto, intentando hacer lo mismo con Fabián, quien yacía en el piso herido de muerte”.
Desde la fiscalía plantearon como argumentos que consideraban “debidamente probado” que Sandro Álvarez fuera el coautor del “homicidio en ocasión de robo” del cual fuera víctima Fabián Bregonzi. “Álvarez debe hacerse cargo de la totalidad del hecho con sus consecuencias penales. Resulta endeble su postura de negar su participación, no pudiendo desvirtuar sólo con sus dichos la prueba objetiva, como ser la huella dactilar palmar en el vehículo atacado y su ADN en los precintos. Y si bien no se puede probar que fuera él quien efectuó el disparo mortal, si se ha probado que tres días después de ocurrido el hecho portaba el arma utilizada para matar a Bregonzi”, afirmó Báez en sus alegatos.
El abogado defensor, Patricio Romero, en cambio, solicitó su sobreseimiento, apelando en sus alegatos a demostrar la inocencia de Álvarez y apuntó a cuestionar las pericias analizadas en el caso, afirmando que “los indicios son insuficientes y la construcción lógica que realiza el Ministerio Público Fiscal posee cimientos débiles”.
Asimismo, argumentó que la pericia genética no fue concluyente porque las diferencias entre los seres humanos son mínimas, pese a que el porcentaje brindado por los peritos estuvo sobre un 95% de certeza.
Romero inició sus alegatos haciendo alusión al «indubio pro reo» (beneficio de la duda) y finalizó solicitando el sobreseimiento de Álvarez «por no hallarse debidamente probado la suficiencia que el caso requiere».
Finalmente, con la carátula de la acusación admitida por el Tribunal, en la audiencia de cesura el abogado defensor solicitó el mínimo de pena para su acusado, haciendo la aclaración de que no estaban reconociendo que la conducta del imputado esté encuadrada en dicha calificación, adelantando la apelación ante la Cámara.