Ayer se vivió una nueva jornada conflictiva en cuanto al transporte público de pasajeros en Puerto Madryn, al registrarse una disminución de unidades en circulación por decisión de la empresa Benítez Bellini, sumadas a las medidas de fuerza de los trabajadores.
Tal como lo había anticipado a través de un amparo, la empresa sacó de circulación una unidad por línea y prescindió de los servicios de al menos 12 choferes, lo cual generó gran preocupación entre los representantes gremiales, teniendo en cuenta que interpretan tal decisión como la antesala de los despidos.
Por ese motivo, ayer a partir de las 9 llegaron hasta la plaza San Martín con al menos 15 colectivos, que estacionaron en distintas ubicaciones frente al municipio y el Concejo Deliberante, bloqueando la circulación vehicular en la zona céntrica.
Hasta las 11:30 los trabajadores estuvieron en asamblea y no hubo servicio de transporte urbano de pasajeros, advirtiendo que dicha modalidad será de forma sorpresiva, generando la paralización esporádica del servicio como protesta por la situación de crisis que está repercutiendo en la situación laboral de los empleados.
Por su parte, el intendente Ricardo Sastre nuevamente amenazó sancionar a la empresa Benítez Bellini y quitarle la concesión por incurrir en reiterados incumplimientos en lo pautado en los pliegos de concesión del servicio de transporte público en Puerto Madryn.
Mientras tanto, los concejales continuaron ayer a la mañana y parte de la tarde tratando en comisión de gobierno la temática del aumento de la tarifa de colectivo o los subsidios municipales, pero sin llegar a un acuerdo todavía.

Sin línea 6

Este diario se acercó hasta el lugar del conflicto y estuvo dialogando con los trabajadores que se manifestaron en las calles. Tras la realización de la asamblea, los dirigentes gremiales dialogaron en relación a las próximas medidas de fuerza proyectadas.
El secretario gremial de la Unión de Choferes de la República Argentina (UCRA), Ariel Confiantini, comentó que tal como les habían adelantado desde la empresa, a partir de ayer se redujo la cantidad de unidades por línea, operándose como si fuera un sábado. “Los colectivos vienen llenos todo el tiempo y no dan a vasto, cuando en realidad debería ser al revés. Deberían incorporarse más unidades en cada recorrido y reforzar la circulación en algunos lugares y horarios en particular”, afirmó el secretario gremial.
En el mismo sentido, junto a otros integrantes de la comisión directiva de la UCRA, Confiantini apuntó que como promedio se quitaron de la circulación una unidad por línea, sobre un total de seis.
En cuanto a las líneas 1, 2, 3, 4 y 5, al trabajar con la cantidad de unidades que establece el pliego, la empresa aspira a cubrirse de cuestionamientos por parte de la municipalidad. Inclusive, se prevé que la línea 6 directamente no opere o lo haga con una periodicidad muy grande -en el mejor de los casos-, dejando a toda la zona de las Quintas y el barrio Solanas de la Patagonia aislado del resto de la ciudad, tal como lo comentaron los referentes gremiales.
La situación de los choferes de los que prescindieron de su trabajo genera una situación de perjuicio económico, pese a que continúan con el derecho a cobrar sus haberes. De todas maneras, dejarían de cobrar viáticos que significan 26 pesos por día ni tampoco horas extras. El total de trabajadores que quedaron en esta situación asciende a por lo menos 12 empleados.
De todas maneras, advirtió que de producirse algún despido, los trabajadores tomarán la empresa e iniciarán un paro por tiempo indeterminado hasta tanto se garantice la continuidad laboral.
Según la información brindada por el secretario general de UCRA, Cristian Tarnasky y el secretario gremial Ariel Confiantini, la línea uno tiene previsto operar con 4 unidades, la línea dos con 4, la línea tres con 3, la cuatro con 2 coches y la cinco con 4. Con respecto a la línea 6, con suerte se estaría operando con 1.

Sastre confirmó que analiza el retiro de la concesión

Por su parte, el intendente Ricardo Sastre declaró públicamente que desde el Municipio estaban evaluando emitir sanciones y quitarle la concesión a Benítez Bellini. “No permitiremos estas maniobras de extorsión y atropello hacia la gente”, sentenció.
Asimismo, consideró que los números de la empresa son de la órbita privada y que el Municipio no tiene que hacerse cargo de la situación financiera que se genera en la empresa por la caída de subsidios nacionales.
“Este nuevo paro del transporte urbano no significa ni más ni menos que la irresponsabilidad del sector privado, en este caso de Benítez. No suman voluntades jamás, tras que es un servicio deficitario al cien por cien, perjudican no solo a los usuarios de colectivos, sino también a la ciudadanía con ese atropello de cortar las calles del centro. Esta no es la manera, está claro. En primer lugar deben dirimir la tarifa en el Concejo Deliberante y después ver cuáles son los pasos a seguir, pero no lo lograrán por medio de la extorsión”, declaró Sastre.
Más adelante, lamentó tener que pedirle nuevamente disculpas a los usuarios, pero “la empresa Benítez Bellini cada día se acerca más a estos actos que rozan el papelón, en lugar de tratar de solucionar los problemas dentro de la empresa”.
En otro tramo de sus declaraciones, el intendente se refirió al aumento de la tarifa del colectivo. “Tendremos que ver cuáles son las condiciones que surgen desde el Concejo Deliberante, pero nosotros hemos sido claros desde un principio. Benítez tiene muchísimas cosas que mejorar si quiere un aumento de tarifa, y no pasa solo por agregar unidades nuevas. Pasa por cumplir con el servicio para que los chicos no lleguen tarde a las escuelas y los empleados a sus trabajos. Además, a la mañana temprano vemos que van todos hacinados dentro del colectivo, no hay refuerzos en horarios pico, no se cumple con nada”, remarcó Sastre.